Vuelta a la oficina, pero poco a poco: trabajo híbrido y flexible para recuperar la presencialidad


Los expertos destacan que las empresas deben flexibilizar la combinación de trabajo en remoto y presencial para favorecer la reincoporación de los empleados
La flexibilidad horaria y la posibilidad de trabajar en remoto, los aspectos más valorados entre los trabajadores del sector tecnológico
El regreso al trabajo tras las vacaciones de verano no va a ser como el de todos los septiembres. Tras 19 meses de pandemia en los que muchas empresas han optado por desarrollar buena parte de su actividad con los empleados trabajando en remoto, ha llegado el momento de empezar a volver a la oficina. Así lo asegura un informe de la consultora Hexagone, que indica que el 87% de las empresas recuperarán la presencialidad durante el mes septiembre.
Esa vuelta será bien acogida por muchos ya que, tras meses de digitalización laboral, ocho de cada diez trabajadores asegura preferir la oficina al teletrabajo, al menos durante tres días por semana. Es lo que señalaba un estudio de CBRE que destacaba el agotamiento y la menor productividad como efecto de los meses de distancia entre los compañeros.
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Sin embargo, tras un largo periodo de trabajo en remoto, el regreso a la presencialidad puede que no sea fácil. Un regreso que, además, en muchos casos no será total. Las restricciones aún existentes sobre los aforos o las propias dinámicas de trabajo instauradas desde el comienzo de la pandemia hacen que muchos negocios opten por una solución híbrida, en la que el teletrabajo se combine con la vuelta al espacio de trabajo.
Los retos del trabajo híbrido
Este mix de trabajo en remoto y en la oficina presenta dificultades para las compañías. Por eso desde la consultora de Recursos Humanos S&You, apuestan por la flexibilidad para afrontar esta nueva etapa. “La nueva normalidad en el trabajo va a requerir ser más flexible que nunca, gestionar las emociones de volver a estar todos juntos, dedicar tiempo a que los equipos vuelvan a trabajar codo a codo y continuar un camino ya iniciado hacía el teletrabajo”, recomienda Imma Arjona, manager de la empresa.
Además, adelanta varios retos que tendrán que abordar las empresas que opten por este sistema:
- Conseguir reuniones productivas con el equipo: La combinación de trabajadores en la oficina y otros en remoto puede hacer que estos últimos se sientan excluidos de la toma de decisiones, por eso consideran necesario un espacio colaborativo en el que nadie se sienta apartado.
- Recuperar las entrevistas de trabajo presenciales: Recomiendan que las empresas adapten los procesos de selección a la nueva normalidad y que regresen las entrevistas de trabajo cara a cara, con protocolos de seguridad anti-covid.
- Apostar por la salud mental de los trabajadores: Ofrecer apoyo psicológico a los trabajadores para garantizar una mejor adaptación y conseguir su máximo rendimiento.
- Potenciar las actividades de cohesión de equipo: La vuelta a la presencialidad, señalan, permitirá volver a cohesionar a los equipos, realizando sesiones y actividades conjuntas.
- Flexibilizar el modelo híbrido: La formación de turnos de trabajo para evitar la acumulación de personas puede dificultar las conexiones sociales, provocando falta de comunicación y conflictos en los equipos. Por eso recomiendan buscar entornos colaborativos, sin tener que llegar a la presencialidad total.
Lo más demandado: flexibilidad
Esta “nueva normalidad” laboral nacida tras la crisis del covid, ha convertido a la flexibilidad horaria y la posibilidad de teletrabajar en dos de los aspectos más apreciados por los trabajadores. Así lo recoge la encuesta realizada por la consultora ManpowerGroup que destaca que los profesionales del sector tecnológico, cuya demanda se duplica cada dos años, valoran ya estos aspectos para establecerse en un trabajo por encima incluso de la oferta salarial o las posibilidades de formación.
Y las empresas han comenzado a recoger el guante e incorporan estas demandas en sus políticas de recursos humanos. La tendencia se refleja en último estudio de Experis que recoge cómo las compañías tecnológicas planean para 2025 una combinación de empleados fijos, freelance y consultores, en la que se ofrecerá trabajo en remoto, flexible e híbrido.
"El estigma de la flexibilidad"
Sin embargo no todo reluce cuando hablamos de la flexibilidad y la posibilidad de mantener el trabajo en remoto. Al menos, no para las mujeres. Si el FMI ya advirtió hace meses del efecto desproporcionado que puede tener el teletrabajo en ellas, 'The Economist' advertía, coincidiendo con la vuelta de las vacaciones, del riesgo de que las trabajadoras optarán en mayor medida por seguir trabajando a distancia.
Así recordaba que esta modalidad puede provocar que las mujeres acaben asumiendo una parte aún mayor de las responsabilidades familiares, que aumente la brecha salarial de género y que cada vez sean más reducidas las posibilidades de ascenso.