El cambio en los ERTE provoca un nuevo colapso en las oficinas de empleo


Según CSIF, en las últimas semanas el SEPE ha gestionado 150.000 expedientes de ERTE que afectan a 720.000 trabajadores
"Un mes puedo aguantar, pero ya dos no", asegura un afectado por un ERTE que no ha cobrado
“Dejé de cobrar el ERTE hace un mes y sin previsión de cuándo me van a volver a pagar", cuenta Jorge con voz de preocupación al otro lado del teléfono. “Tengo una captura de internet en la que se lee que mi prestación está paralizada”, explica este empleado de un hotel.
Desde que se incorporó de una baja médica a mediados de abril, Jorge está en ERTE, al igual que el resto de sus compañeros. Ya entonces, este hombre, padre de una niña de 10 años, estuvo dos meses y medio sin cobrar la prestación por el colapso en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) que tuvo que gestionar casi 3,5 millones de expedientes temporales de empleo en lo peor de la pandemia. Ahora la pesadilla de Jorge se repite: ha vuelto a dejar de cobrar la prestación. Los nuevos ERTE requieren de nuevo papeleo.
“Nos han dicho que la empresa tiene que volver a presentar toda la documentación en el SEPE”, relata este empleado que lleva más de una década en su empresa.

Los sindicatos aseguran que el caso de Jorge no es aislado y afirman que muchos trabajadores que ya venían cobrando esa prestación han dejado de percibirla.
“Tiré de ahorros entre abril y junio, pero ahora el dinero ya ha ido a menos. Me ayuda mi madre”, expone. “Tengo muchos más gastos que en pleno confinamiento: el colegio, el comedor del mi hija. Voy muy pillado de dinero”.
“Yo no arremeto contra el SEPE, pero no he elegido esta situación y quiero que me paguen”
Algunas cosas han cambiado desde que entró en vigor la prórroga de lo ERTE el pasado 1 de octubre. La renovación para las empresas que ya estaban acogidas a ellos no era automática. Esas compañías debían presentar una nueva solicitud de prestación por desempleo antes de 20 octubre. Es decir, más trámites para el SEPE. A eso hay que sumar, los nuevos expedientes que se han generado por las restricciones de la segunda ola del coronavirus.
JuanFran es otro afectado que tampoco ha cobrado el ERTE este mes. "Mi empresa me dice que ha presentado toda la documentación", asegura este conductor que lleva 20 años al volante. "Yo un mes puedo aguantar, pero ya dos no. Tengo hipoteca y unos gastos fijos y este mes me han ingresado cero euros", se queja. "Menos mal que tenía algo ahorrado antes de la pandemia. Pero ese dinero también se acaba".
Según el sindicato CSIF, en las últimas semanas el SEPE ha gestionado 150.000 expedientes de ERTE que afectan a 720.000 trabajadores.
“Era imposible llegar a tiempo con todos eso expedientes”, según José Manuel Moreno. El responsable de Seguridad Social de CSIF estima que “muchos además de no cobrar el mes pasado, tampoco lo hará el que viene”.
El ministerio de Trabajo asegura que puede haber retrasos puntuales pero en todo caso niega que sea algo significativo.
“No es que ahora haya colapso, es una avalancha sobre la avalancha que ya teníamos”, explica Moreno. “Además de los ERTE, tenemos que gestionar la nueva ayuda para parados sin prestación, las prestaciones extraordinarias por el covid, más las que ya tramitábamos”.
"El personal del SEPE nos muestra su máxima preocupación por la falta de medios en estas circunstancias y están al límite ante el volumen actual de trabajo y la previsión para el 2021", asegura CSIF en un comunicado. Según el sindicato, en los últimos 10 años se han perdido en el organismo 3.400 efectivos, con lo que la plantilla actual se sitúa cerca de 8.000 trabajadores. UGT ha denunciado que la carga de trabajo ha aumentado un 600% con la pandemia y que los retrasos en el pago pueden llegar a los 4 meses en algunas zonas.
Pero además esa gran cantidad de trabajo en las oficinas del SEPE provoca algunos retrasos en otras prestaciones. María cerró su negocio el pasado mes de septiembre. Ya en agosto tramitó por internet la solicitud de paro ante la previsión de demora. “No cogen el teléfono, les he escrito un correo. Pero no he recibido ninguna respuesta”, asegura María. “Lo peor es la incertidumbre. No saber cuándo cobraré”.
Esta mujer, madre de un niño, que decidió traspasar su negocio después de cuatro años abierto, lleva más de dos meses sin ingresos. “Lo llevo mal. Yo he tenido la suerte de traspasar el negocio y cubro gastos. Tengo un pequeño colchón pero se me va a acabar”, asegura. “Yo tengo una hipoteca, un hijo, los gastos habituales. Lo único que veo en el SEPE es que me quedan 10 meses de paro y que mi solicitud está en trámite. Nada más”.
