Cuando internet te salva del cierre

“La gente está confinada, unos por trabajo, otros por miedo… si no llega a ser por la web ahora no venderíamos nada”. Maite Rodríguez y su socia, dueñas de una tienda de ropa en el centro de Madrid, estrenaron la versión online de su negocio el pasado septiembre. Desde entonces esta herramienta se ha convertido en un auténtico “alivio” ante la crisis que está sufriendo el comercio durante la pandemia.

Hasta la llegada del covid-19, la opción de vender por internet no había salido adelante “porque a nuestras clientas les gusta venir a 'FanFan' a ver el producto y a probarse”, pero con el confinamiento les quedó claro que el comercio online era el camino en la nueva normalidad. “Nos ha venido muy bien, había mucha gente que no podía venir a la tienda. De cara al futuro es lo mejor que hemos hecho”, asegura Maite.

Aunque ya habían valorado antes la puesta en marcha de una web, la inversión económica que suponía siempre les había frenado. "El proceso es muy caro, para una empresa como la nuestra mínimo son 3.000 euros. A eso hay que sumarle que hay que contratar modelos, hacer fotos... para nosotras es mucho. Lo teníamos en mente pero era muy costoso".

Juanto a la inversión económica, los problemas de logística y el trabajo añadido que suponía habían sido las barreras para que las jefas de este pequeño negocio no hubieran dado hasta ahora el salto al comercio electrónico. Pero la oportunidad llamó a su puerta en forma de jóvenes empresarios informáticos que iban ofreciendo los servicios de crear una web con un coste mucho más modesto. "Nos hizo decidirnos. Es una forma de empezar con el proyecto digital y en dos semanas ya teníamos web desde la que poder vender", recuerda Maite.

Estas dificultades pueden echar para atrás a muchos a la hora de adentrarse en la aventura digital y pueden explicar que solo el 9,5% de las empresas con menos de 10 trabajadores –el 95% del tejido empresarial español- declare haber hecho ventas online durante el primer trimestre de 2020. El dato, publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística en su Encuesta sobre el uso de las TIC y el comercio electrónico, refleja un gran crecimiento respecto al año anterior, aunque muestra también las enormes diferencias con las grandes empresas. Entre estas, una de cada cuatro, vende a través de internet.

“La tendencia de que las pymes se animen con el comercio electrónico comenzó antes de la pandemia, pero sin duda, la crisis la ha acelerado”, señala Marc Cortés, socio y director general de la consultora digital Roca Salvatella. El número reducido de negocios que hasta hace poco optaban por la venta digital es coherente, dice este experto, con los costes que implica disponer de ese canal de venta, pero asegura que las pequeñas empresas “se están poniendo las pilas”.

“Los pequeños negocios se están reinventando. Los que tenían punto de venta físico han estado cerrados y han tenido la necesidad de sobrevivir. Además, durante la pandemia se ha duplicado el número de usuarios que utilizan el ecommerce y hay un tipo de comprador que está predispuesto a consumir un producto de cercanía”, explica Cortés.

A todo esto se une un tercer factor que puede dar el impulso definitivo a la adopción del correo electrónico: han encontrado soluciones imaginativas para poder competir en el mercado. “Se ha comenzado a usar WhatsApp para las ventas de pequeños comercios basados en la proximidad y esto tiene un coste muy bajo. También está pasando desde el punto de vista del delivery. Han crecido mucho las pequeñas empresas que utilizan plataformas como Glovo para enviar sus productos a sus clientes".

De esas “soluciones imaginativas” saben mucho Lola Barcia y Marinela Forcadell. Con su empresa Chicalista.net llevan seis años enseñando herramientas sencillas a los propietarios de pequeños negocios que están dispuestos a dar el salto al mundo digital.

“La tecnología te hace muy autosuficiente y es muy útil para el pequeño comercio que nunca tiene dinero ni para contratar ni externalizar. Lo que sí tiene hoy todo el mundo es un móvil desde el que se pueden hacer muchísimas cosas”, explican. Por eso en sus cursos, que realizan a través de las Cámaras de Comercio, aportan conocimientos de fotografía, creatividad, planificación de campañas en redes sociales o uso de WhatsApp Business a pequeños empresarios que se enfrentaban con temor al reto del comercio electrónico.

“Hay mucho miedo y falta de conocimiento. Muchos dicen que no pueden, pero si se lo explicas y les diriges a través de aplicaciones gratuitas se dan cuenta de que reciben un feedback inmediato de clientes y que es muy útil para sus negocios”, explican estas profesionales que están notando el gran interés que en los últimos meses se ha desatado entre las compañías por lanzarse a vender en internet. Como muestra, sus cursos de los próximos meses están llenos y con lista de espera.

Porque en lo que coinciden los expertos es que este despegue del comercio online entre las empresas ya no tiene vuelta atrás. “Ha habido un crecimiento espectacular de las de compras por internet. Durante el confinamiento fueron de alimentación, productos del hogar, deporte, bricolaje, y luego se recuperaron las categorías de moda y complementos”, resume Cortés señalando que, según datos de AECOC Shopperview, esas semanas encerrados en los hogares dejaron un 14,3% de nuevos compradores digitales. Se atreve a aventurar, además, que las compañías aprovecharán este aumento para pisar el acelerador de las ventas. “No sé si ese 9,5% de pequeños negocios que venden a través del comercio electrónico se va a duplicar, pero auguro que crecerá más de lo que lo ha hecho en los doce meses anteriores”.