La alianza de los test 'made' in Spain: once empresas podrían producir 1,5 millones a la semana

"Apoyar a la ciencia es invertir en futuro", asegura Belén Barreiro, vicepresidenta de la Asociación Española de Bioempresas
Esta historia comienza con la llamada de un exastronauta, ahora ministro de Ciencia e Innovación. Fue Pedro Duque quien se puso en contacto con diferentes empresas biotecnológicas españolas para hacerles una propuesta. La respuesta no fue otra que un "sí" unánime.
El grupo, organizado bajo la coordinación de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), está formado por once empresas dispuestas a demostrar la capacidad de producción del sector en nuestro país. Al unificar sus fuerzas aseguran que serían capaces de duplicar la producción de las pruebas que ahora mismo son tan demandadas por la sociedad. En este momento, la producción semanal de estas empresas alcanza:
- 745.500 test PCR, los que detectan el material genético del virus y confirman si estás contagiado
- 194.000 kits de extracción, el proceso previo a la realización de la PCR
- 690.000 test de anticuerpos, identifican los casos positivos de Covid-19 pero también los que han pasado la enfermedad sin presentar síntomas
En el caso de los kits de extracción, la producción podría llegar a triplicarse. Eso sí, para que esto ocurra, el Sistema Nacional de Salud tiene que comprometerse a comprarlos. "Espero y confío en que el Ministerio de Sanidad muestre interés", explica Belén Barreiro, vicepresidenta de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio) y a su vez, directora general de una de estas once empresas.
Pregunta: ¿Que os impulsó a tomar la decisión de unificaros?
Respuesta: Fundamentalmente fue una llamada del ministro Pedro Duque, él nos reunió a siete de nosotras y nos animó a juntarnos para tener más posibilidades. No todas somos igual de grandes. Si nos agrupamos nos hacemos más visibles y tenemos más posibilidades de que nos tengan en cuenta.
P: Ahora sois once empresas en total, ¿qué fabricáis exactamente?
R: Fabricamos tanto test PCR, como kits de extracción y test de anticuerpos. El problema que existe es que la capacidad de producción de ensayos PCR es muy grande, pero la de los kits es mucho más limitada. Hay muy pocas empresas que se dedican a fabricarlos. Los kits son necesarios en la fase previa al PCR para poder hacer la extracción de la muestras, sin ellos no se pueden realizar los PCR. Nosotros fabricamos 194.000 a la semana, una cifra que podríamos llegar a triplicar.
P: Entonces, ¿quién se encargaba de la fabricación de estos kits?
R: Normalmente son grandes multinacionales como la suiza Roche o la alemana Qiagen. Ellas son quienes los suministran porque requieren de un equipo más caro para poder elaborarlos. En realidad, es un sistema bastante simple, pero no se le ha prestado suficiente atención y nos hemos acostumbrado a importarlos. Ahora que todos tienen la necesidad de hacer este test hay problemas de suministros. Por eso comienzan a surgir más empresas pequeñas que fabrican este tipo de materiales.
P: Con un plan a medio plazo, decís que podríais llegar a fabricar el doble e incluso el triple de test. ¿De qué depende el aumento de la producción y cómo lo llevaríais a cabo?
R: Prevemos que va a haber una demanda mucho mayor de la que ya hay, por eso estamos haciendo planes para adaptarnos y duplicar la producción, algo que podríamos conseguir en dos o tres semanas. La forma más rápida de hacerlo sería aumentando los turnos de trabajo, en lugar de hacer un turno de ocho horas, haríamos dos. Pero para que esto ocurra tenemos que tener un compromiso de que se va a comprar.
P: ¿Por qué vuestro trabajo se convierte en una medida necesaria para la desescalada? ¿Qué papel juegan en esto los test de anticuerpos que producís?
R: Los test anticuerpos sirven para conocer el estado inmune de la población. No todo el mundo que ha tenido el virus han pasado un ensayo PCR o ha presentado los síntomas. El test de anticuerpos es el que sirve para conocer cuántos contagios ha habido en realidad. La población estará bien inmunizada en el momento en el que se alcance un 60% de individuos inmunocompetentes, porque no solo no van a transmitir el virus, sino que van a matarlo. Todo el mundo quiere saber si ya está protegido y eso solo es posible con los test de anticuerpos.
P: ¿Crees que si hubiesen existido más test, los resultados hubiesen sido otros?
R: Lo cierto es que no. En todo lo que tiene que ver con test PCR fuimos muy ágiles y desde el primer día estaban en el mercado. Si hablamos de serología (los test de anticuerpos) la cosa cambia, porque uno de los ingredientes clave a la hora de desarrollar estos ensayos es tener acceso a muestras de personas sanas y de personas contagiadas. Sin estas muestras no puedes hacer ningún ensayo. Por eso esta fase tardó tanto en llevarse a cabo. Tuvimos que esperar a tener muestras de pacientes que habían estado enfermos para hacer los ensayos. Personalmente me parece más apremiante el tema de las vacunas, tendríamos que estar más adelantados en este campo.
P: Pensando en el futuro, ¿crees que esta es una buena oportunidad para demostrar la importancia que tiene invertir en ciencia e investigación?
R: Absolutamente. La desgracia que estamos viviendo es una prueba de lo que nosotros reclamamos desde hace mucho tiempo. Apoyar a la ciencia es invertir en futuro. Este es un trágico ejemplo de por qué la investigación biomédica tiene que contar con apoyo en todo momento. Tiene que ser un músculo constantemente reforzado para saber reaccionar ante este tipo de catástrofes.
P: ¿Cuál crees que sería el nivel óptimo de test que deberíamos alcanzar para poder estar más seguros?
R: Lo ideal sería poder testar al 100% de la población, pero eso es imposible. Si conseguimos que la cifra de inmunidad oscile entre el 55% y 60%, la capacidad de contagio del virus se habrá reducido mucho.