Las baterías, el primer “proyecto tractor” público-privado para salir de la crisis


El plan para impulsar la primera fábrica de baterías en España ha sido escogido para formar parte de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica con dinero de los fondos europeos
España ya ha elegido el que será su primer proyecto estratégico para impulsar la recuperación económica con los fondos europeos: la creación de una fábrica de baterías en España a través de un consorcio público-privado. Junto al Estado estarán Seat-Volkswagen e Iberdrola y el proyecto está abierto a la entrada de más socios.
La ministra de Industria ha explicado que el plan “tiene como objetivo la transición hacia el vehículo eléctrico y conectado” y formará parte de los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica. Son los llamados PERTE, que suponen uno de los principales instrumentos para agilizar el acceso a los fondos del Plan de Recuperación por el que España recibirá 140.000 millones de euros.
Proyectos grandes y con capacidad de multiplicar el crecimiento
Los PERTE son proyectos que no solo han de demostrar una importante contribución al crecimiento económico y del empleo, sino que deben tener un importante carácter innovador. Además, tienen que contar con un tamaño importante y favorecer la participación y crecimiento de las pymes. Por eso se les llama también "proyectos tractores". Es decir, con capacidad de arrastrar el crecimiento de toda una cadena de valor. Una fábrica de baterías cumple con todos esos requisitos.
Cumple también con el objetivo de Bruselas de que los proyectos financiados para recuperar la economía tras el covid vayan destinados a modernizar las industrias y que apoyen la transición ecológica.
Hasta ahora, tras meses de debates sobre qué ideas podrían ser seleccionadas para formar parte de esas apuestas preferentes, se había puesto sobre la mesa las posibles inversiones relacionadas con el hidrógeno verde, pero el anuncio de la ministra Maroto plasma la apuesta del Gobierno por no dejar escapar las oportunidades que ofrece la transformación de la industria de la automoción.
Apuesta europea por el vehículo eléctrico
España es el segundo mayor fabricante de coches europeo, con un sector de la automoción que supone cerca del 10% del PIB, por lo que quedarse fuera de la carrera por el vehículo eléctrico, por la que la UE apuesta decididamente, supondría condenar el futuro de la industria automovilística nacional. El Gobierno ya anunció a finales del pasado año que destinaría cerca de 10.000 millones de euros de los fondos europeos durante los próximos tres años para reactivar este sector.
"Nuestra prioridad es desarrollar un ecosistema de movilidad sostenible, inteligente, segura y conectada”, señaló entonces la ministra quien aseguró que la intención del Ejecutivo era no solo reforzar el sector y toda su cadena de valor, sino también contribuir a su transformación, y la apuesta por la primera fábrica de baterías iría en ese camino.
La oportunidad de España para adentrarse en este negocio, además, no se basa solo en el potencial de su industria de la automoción sino también en su liderazgo en generación de energía renovable, ya que el que el avance tecnológico de las baterías (y su capacidad de almacenaje) supone un aspecto fundamental para el desarrollo de los kilovatios verdes.
Las mayores reservas de litio de Europa
Otra de las fortalezas de España en el negocio de las baterías reside en Extremadura. Concretamente en Cáceres, donde se encuentra la segunda mina de litio más grande Europa: cuenta con 15.000 toneladas de este mineral con el que se fabrican, entre otros dispositivos, las baterías de los coches eléctricos.
El proyecto para su extracción ya ha obtenido 800.000 millones de financiación de la UE y, aunque cuenta con la oposición vecinal como del Ayuntamiento de la ciudad por sus repercusiones medioambientales, podría convertir a España en la primera productora europea de los llamados minerales tecnológicos.
Posibles proyectos
Aunque no se conocen apenas detalles sobre el proyecto anunciado por el Gobierno para impulsar la primera fábrica de baterías en nuestro país, sí existen varios planes que estarían ya bastante avanzados. El secretario general de Industria, Raúl Blanco, aseguró a finales del año pasado que España cuenta con capacidad para acoger al menos dos fábricas de baterías y ya hay tres propuestas que podrían materializarse.
Una de ellas fue desvelada por la Generalitat de Catalunya y supondría invertir cerca de 6.900 millones de euros en reindustrializar la planta de Nissan en Barcelona. La cercanía con la fábrica de Seat en Martorell es uno de los puntos fuertes del proyecto que se pondría en marcha en 2021 e iría acompañado de otras industrias relacionadas. Un segundo proyecto se ubicaría en Badajoz con inversiones privadas y un tercero en Almussafes (Valencia) donde se encuentra también la fábrica de Ford y otros suministradores de componentes de automoción.
Se trata, en cualquier caso, de una industria que cualquier Gobierno querría ver instalada en su país porque la Unión Europea ya ha previsto que el sector de las baterías, y en especial las de los coches eléctricos, generará un 250.000 millones de euros y la creación de más de un millón de puestos de trabajo a partir de 2025.