Problemas aislados en el primer día de paro indefinido de los pequeños transportistas


Las movilizaciones han sido convocadas por la Plataforma en Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por el alza del precio de los carburantes
El Gobierno dice que la incidencia está siendo baja y que el abastecimiento está garantizado
Cortes de carreteras puntuales es el único impacto que ha tenido de momento el paro indefinido convocado por la Plataforma en Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera que ha arrancado este lunes. Esta asociación minoritaria del sector protesta así por los altos precios de los carburantes y exige que se prohíba contratar servicios de transporte por debajo del coste.
En la primera jornada de movilizaciones, que no ha sido secundada por las organizaciones mayoritarias, se han producido paros parciales en el Puerto de Bilbao. En el de Algeciras (Cádiz), se ha registrado la presencia de piquetes informativos, pero la actividad se ha desarrollado con normalidad, a excepción de la línea con Ceuta, en la que se ha interrumpido la embarcación de contenedores.
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Además, se han producido incidentes de escasa consideración en la Zona Franca de Barcelona, donde unos 70 transportistas han realizado este lunes un piquete informativo. Estas acciones se han desarrollado también en la Central Integrada de Mercancias (CIM) Vallès, en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), y en la zona del Garraf (Barcelona), donde ha habido retenciones causadas por el proceso de información a los trabajadores que no estaban realizando huelga.
En Galicia, la acción de los piquetes ha afectado al funcionamiento de algunos polígonos industriales y ha provocado el corte de dos carreteras en Lugo. Mientras que en Cantabria el seguimiento del paro ha sido muy elevado, según la asociación regional Asemtrasan.
Abastecimiento garantizado
Ante las protestas de los transportistas autónomos y de las pequeñas y medianas empresas del sector, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ha señalado que el paro no está teniendo "demasiada incidencia”, y ha asegurado que el abastecimiento de suministros "está garantizado", aunque ha admitido que la huelga "va a tener un impacto".
"No es el mejor momento para convocar movilizaciones o paros y en esto creo que podemos estar todos de acuerdo. Es un momento para plantearnos todos qué podemos hacer para salir de esa situación e intentar amortiguar los efectos de esta crisis", ha recalcado Raquel Sánchez.
Además, la responsable del Gobierno ha apelado a la "calma y la serenidad" y ha asegurado que el que el Ejecutivo está en "permanente contacto" con el departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transporte por Carreteras (CNTC), la patronal del sector, que es el interlocutor que tiene el Gobierno y el Ministerio para tratar todas las cuestiones relativas al sector y con quien se va a reunir la ministra "en los próximos días".
Desde este organismo se trasladó también la pasada semana al Ejecutivo los problemas que afrontan las empresas por la subida de los carburantes, agravada por la guerra en Ucrania, y reclamaron medidas extraordinarias y urgentes para evitar “la ruina del transporte por carretera y el colapso de la economía” que pasen por topar el precio de los combustibles.
Seguimiento del paro
La Plataforma en Defensa del Transporte, que ha convocado el paro indefinido para que la Administración prohíba que se pueda trabajar a pérdidas, ha asegurado que el seguimiento entre los trabajadores autónomos del sector estaba siendo “del 100%”.
Esta organización no está representada en el Comité Nacional de Transporte por Carreteras que el pasado diciembre llegó a un acuerdo con el Gobierno para mejorar las condiciones de trabajo de los transportistas. Entre las medidas que se pactaron destacaba la prohibición de que los conductores participaran en las labores de carga y descarga, acciones para reforzar competencia desleal y también la revisión obligatoria en los contratos de los precios por la variación del precio del combustible.
No obstante, dicen los convocantes del paro, esta medida no se puede aplicar a su actividad ya que los pequeños transportistas no trabajan con contratos a largo plazo, sino que negocian con las grandes empresas los servicios y no tienen margen para ajustar los precios con la subida de los carburantes.