Los fabricantes de kits luchan por adaptar su producción a la demanda de diagnóstico del coronavirus


Se teme por la escasez de componentes para llevar a cabo los tests de diagnóstico del Covid-19
Los principales fabricantes anuncian planes para multiplicar su producción
Los científicos ya saben reconocer al Covid-19 cuando recogen una muestra de saliva de un afectado. Desde principios de enero está descodificado el ADN del coronavirus. Con esa secuencia, pública en internet, investigadores de todo el mundo han podido poner a punto sus sistemas de diagnóstico ante el nuevo virus. La identificación es fundamental para luego poder realizar los tests. Es como reprogramar una máquina y decirle: ahora busca rastro del Covid-19.
Ahora mismo la cuestión de los tests está empezando a cambiar de foco. Ya no se trata de si sabe detectar el virus, sino de la capacidad de fabricación de los kits necesarios para hacerlo: desde los bastoncillos para las muestras, a los tubitos y a los líquidos que se necesitan. Hay pocas empresas que se dediquen a este negocio a nivel mundial y la capacidad de producción no se puede incrementar de la noche a la mañana. En los países más afectados ahora mismo por el coronavirus se teme por la escasez de estos componentes. La demanda es infinita.
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Entre los grandes proveedores de diagnóstico molecular y preparación de muestras sobresale un nombre: Qiagen. Se trata de una multinacional de origen alemán y con sede en Holanda. Una de sus plantas de producción se encuentra en España. La compañía ha puesto en marcha su propio plan de choque para hacer frente al Covid-19: se está trabajando en turnos de 24 horas durante los siete días de la semana para abastecer la creciente demanda. Además han iniciado un plan de ampliación de plantilla para aumentar su producción en un 70%.
“Nuestro objetivo es conseguir alcanzar la capacidad de 10 millones de tests al mes a finales de junio de 2020. Y duplicar hasta los 20 millones al mes a finales del año”, sostenía la empresa en un comunicado.
Para hacerse una idea del enorme incremento que suponen estas cifras para la empresa un solo dato: antes del coronavirus, Qiagen, en un mes normal, fabricaba 1,5 millones de kits. En unas semanas multiplicará casi por 7 esa cantidad. Además la compañía ha desarrollado su propio sistema para diagnosticar el coronavirus en una hora. Las pruebas han recibido el visto bueno de las autoridades europeas para poder utilizarse. El Gobierno de EEUU apoya con dinero público la aceleración del desarrollo de estos tests de Qiagen.
La multinacional es también líder en la fabricación de un material genético que se llama reactivos. Sin estas moléculas, realizar una prueba sería algo así como hacer fotocopias en blanco. Los reactivos son la tinta que deja ver si hay o no Covid-19 en la muestra.
El tema de los kits es más complejo de lo que parece y se necesita de toda una industria biotecnológica para completarlos.
Otros fabricantes
A nivel europeo, la otra empresa potente en este sector es la suiza Roche. Su división de diagnósticos ha aumentado su potencia hasta los 1,6 millones de kits al mes. Laboratorios como Thermo Fisher, Quest Diagnostics y LabCorp, todos estadounidenses, han iniciado planes de incremento de producción ante la avalancha de pedidos que se les viene encima.
En plena vorágine del coronavirus y del negocio para las biotecnológicas, también se han producido movimientos empresariales. Thermo Fisher lanzó a principios del mes de marzo una oferta de compra sobre Qiagen. La estadounidense ofreció cerca de 11.000 millones de euros para hacerse con la alemana. La compra se completará el año que viene.
Los laboratorios españoles
En España hay ya tres biotecnológicas que han conseguido desarrollar sus fórmulas para detectar el Covid-19; la primera, Genetic Analysis Strategies en Elda (Alicante), trabaja directamente para el Ministerio de Sanidad desde hace una semana.
En Córdoba, otra pequeña empresa de 26 trabajadores, Canvax Biotech, está tratando de acelerar al máximo la validación de sus kits (sirven de momento solo para la investigación). “Estamos comenzando la validación clínica de nuestros kits de detección de coronavirus conjuntamente con el Sistema Andaluz de Salud por lo que esperamos tener los primeros resultados en muy poco tiempo”, explica Elier Paz, director general de la empresa.

Canvax Biotech también fabrica los reactivos tan necesarios para los kits, apunta su director general. “Nuestra capacidad semanal aproximada es de unas 7.000 reacciones pero estamos valorando si podemos aumentar la producción”.
No es mucha cantidad, pero tal y como está evolucionando la situación, todo suma y es relevante. “Test, test, test”, recomendaba hace tan solo unos días la Organización Mundial de la Salud. En eso están trabajando los gobiernos y también todos los fabricantes de las pruebas. Pero atender a una demanda infinita de kits en tan poco tiempo va a suponer un reto añadido en la lucha contra el coronavirus.