El Gobierno estudia incluir una bajada de impuestos a rentas bajas en su paquete de medidas fiscales


El programa fiscal incluye un impuesto específico a las grandes fortunas
Este paquete de medidas fiscales, que podría presentar este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, acompañará en 2023 a los Presupuestos Generales del Estado
El nuevo impuesto temporal a las grandes fortunas se tramitará por separado de las cuentas públicas
El Gobierno está ultimando un paquete de medidas fiscales que exigirá un mayor esfuerzo a las rentas más altas y que, si bien no incluirá una rebaja generalizada de impuestos, sí podría contemplar medidas para ciertos contribuyentes del segmento de rentas más bajas, confirmaron a Europa Press en fuentes gubernamentales.
El programa fiscal incluye un impuesto específico a las grandes fortunas y también está sobre la mesa un posible aumento fiscal en el IRPF para los salarios más elevados y para las rentas del capital. En ese paquete podrían incluirse bajadas selectivas de impuestos para las rentas más bajas que podrían aliviar la carga fiscal a estos contribuyentes.
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Este paquete de medidas fiscales, que podría presentar este jueves la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, acompañará en 2023 a los Presupuestos Generales del Estado que negocian los socios de la coalición de gobierno, partiendo de los compromisos pendientes del pacto de investidura. Unidas Podemos ha reclamado en diversas ocasiones gravar más a las rentas del capital.
El nuevo impuesto temporal a las grandes fortunas se tramitará por separado de las cuentas públicas y será inferior si se paga el Impuesto de Patrimonio, para evitar incurrir en una doble imposición, lo que obligará a abonarlo a los ciudadanos de rentas más elevadas que viven en Madrid o Andalucía, donde el PP lo bonifica al 100%.
Con la presentación de esta batería de medidas fiscales, el Gobierno pretende crear un marco armonizador que ponga freno a la ofensiva de rebajas fiscales sobre Patrimonio lanzada por las regiones del PP.
Puig baja a las rentas de hasta de 60.000 euros
La decisión del presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, de rebajar el IRPF a las rentas de hasta 60.000 euros, subir el mínimo exento y aumentar las deducciones ha suspuesto el verso discordante en la estrategia que sigue el Gobierno en materia fiscal.
Así, respecto a la deflactación del IRPF, medida reclamada en el Congreso por PP y Ciudadanos y aceptada por varias comunidades, algunas gobernadas por el PSOE como la Comunidad Valenciana, fuentes del Ministerio de Hacienda señalan que se trata una medida regresiva y difícil de compensar.
Así, explican que aun rebajando los tramos del impuesto más bajos, se beneficiarían de ello todos los contribuyentes, ya que todos están sujetos a los primeros tramos. Estas mismas fuentes entienden que habría que compensar la rebaja de impuestos a los contribuyentes con más recursos, pero que hacerlo con la subida de los tramos más altos podría ser confiscatorio y además no sería suficiente para compensar la pérdida de recaudación.