Las claves de la nueva reforma de las pensiones a la que nos obliga la UE

El Gobierno se comprometió con la Comisión Europea a aprobar la última parte de la reforma de las pensiones antes del 31 de diciembre
La falta de tiempo obligará a tener que tramitar los cambios vía decreto ley, reconoce el ministro José Luis Escrivá
A Bruselas sigue sin convencerle el diseño de la nueva 'hucha de las pensiones' y es posible que haya que modificarla
El Gobierno tiene menos de mes y medio para cerrar la última pata de la reforma de las pensiones. Es otro de los compromisos adquiridos con la Comisión Europea a cambio de recibir los fondos comunitarios. El poco tiempo que queda solo le deja al Ejecutivo la posibilidad de aprobar los cambios vía decreto ley. "Tenemos que terminar", insistía el ministro de la Seguridad Social este jueves cuando se le preguntaba por los plazos. Y el último día es el 31 de diciembre.
El departamento de José Luis Escrivá sigue negociando con los agentes sociales sobre las dos cuestiones pendientes:
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- Periodo de cálculo de las pensiones para "atender a la realidad de unas trayectorias laborales cada vez más fragmentadas". Esas lagunas en las cotizaciones penalizan a algunos trabajadores a la hora de jubilarse, argumenta el Gobierno.
- Adecuar la base máxima de cotización. Es decir, subirlas porque ahora están topadas.
El ministro no ha entrado a valorar si las negociaciones podrán acelerarse tras las elecciones en la patronal CEOE el próximo día 23 de noviembre. "Eso habrá que preguntarles a ellos, no a mí", contestaba Escrivá. Lo que está claro es que a los empresarios no les gustan las propuestas porque suponen pagar más cotizaciones sociales.
Bases y pensiones máximas
En el componente 30 del Plan de Recuperación remitido por el Gobierno a Bruselas se hablaba de elevar gradualmente la base máxima de cotización acompasada de una adaptación a la misma de la pensión máxima, a lo largo de los próximos 30 años. Esto es lo que se está negociando ahora con los agentes sociales: cuánto, con qué ritmo y a partir de cuándo subirán las bases y las pensiones máximas. Ambas tienen un tope.
- Cobrar a partir de 50.000 euros anuales no implica pagar más cotizaciones sociales. Ese límite se quiere ir moviendo hacia arriba.
- La pensión máxima ronda los 40.000 euros anuales. Esa cantidad también se quiere elevar.
Estos parámetros son los que se están debatiendo. "Es prematuro hablar de cifras cuando estamos buscando una convergencia", contestaba el ministro este jueves. Escrivá respondía así al ser preguntado por la publicación en el diario El País de que la propuesta que ha realizado a sindicatos y empresarios es subir la base máxima y la pensión máxima de cotización un 30%, más la inflación, en un plazo de 30 años.
Lo que sí sabemos es que el año que viene las cotizaciones máximas subirán en línea con las pensiones: un 8,5%. Una cantidad "inadmisible" en opinión de los empresarios, dadas las circunstancias y porque son ellos los que más asumen la carga, tal y como se reparten las cotizaciones en nuestro país.
- La subida supondrá 100 euros más al mes para la empresa y 20 euros para el trabajador. Solo aplica a los que cotizan en el máximo, no a todos los trabajadores.
La idea de esta nueva pata de la reforma es que las cotizaciones máximas suban cada año la inflación como mínimo más un porcentaje todavía está por determinar. Lo mismo ocurre con las pensiones: se revalorizarán con el IPC --esa pata de la reforma se aprobó hace un año-- y la máxima subirá también en un porcentaje adicional que se negocia.
Periodo de cálculo de las pensiones
Otra cuestión necesaria que planteaba la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso y que apoyaron todos los grupos parlamentarios menos Vox, era estudiar qué ocurría con los trabajadores que perdían su trabajo al final de su carrera. Una situación cada vez más frecuente. Eso supone una penalización en la cuantía que finalmente se recibe de pensión (si cotizas menos los últimos años porque te has quedado sin empleo, eso te reduce el cálculo de la pensión que te corresponde).
Lo que pasa es que cuando se habla de "ampliar el cómputo del cálculo de las pensiones", normalmente supone una rebaja de su cuantía.
- Este punto quizá parece más problemático de pactar con los sindicatos para asegurarles que el cambio no supondrá una menor pensión al final.
- Escrivá siempre ha defendido que el sistema tenía que contemplar la nueva realidad del mercado laboral de trayectorias profesionales más irregulares.
- Proponía que los trabajadores pudieran eliminar sus peores años de cotización.
- Algunos expertos creen que esta solución aportará todavía más presión al sistema.
La pega de Bruselas al MEI
Hay otro cambio en las pensiones que, pese a estar aprobado ya, podría cambiar en el último momento. Se trata del llamado MEI, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional.
La CEOE ya se descolgó hace un año de esta idea. Es una especie de derrama para hacer frente a la avalancha de jubilaciones del 'baby boom' a partir del año 2025. Es como la nueva 'hucha de las pensiones'.
- Supone un aumento del 0,6% de todas las cotizaciones sociales a partir del año que viene y durante la próxima década.
- Para una base de cotización de 2.000 euros son 12 euros mensuales más: 10 euros los pagaría el empresario y 2 euros, el trabajador.
- La sobrecotización del 0,6% es "extremadamente baja y no cambia en ningún caso la situación de costes laborales de las empresas", defiende el ministro.
- La alternativa era dejar el factor que ya estaba aprobado por el PP y que ligaba la cuantía de las pensiones a la esperanza de vida. Se llamaba Factor de Sostenibilidad.
- El Gobierno sostenía que, en caso de aplicarse, iba a suponer un recorte "muy importante de las pensiones". Y por eso lo cambiaron por el MEI.
Sin embargo, Bruselas recela de esta alternativa porque considera que puede ser insuficiente para garantizar la sostenibilidad del sistema. Escrivá lleva tiempo tratando de convencerles. "Es un debate técnico que no sé cómo va a terminar, pero tampoco es fundamental", defendía el ministro a principios de noviembre en unas jornadas organizadas por la APIE (Asociación de Periodistas de Información Económica).
En el ministerio asumen que si finalmente les toca retocarlo, lo tendrán que hacer.