Tal y como estaba previsto y anunciado, el Banco Central Europeo (BCE) ha subido los tipos de interés otro medio punto porcentual hasta situarlos en el 3,00%. Se trata de su nivel más alto desde el año 2008. Es el cuarto incremento en un periodo de seis meses. Las subidas arrancaron en el mes de julio. Hace un año, en enero de 2022 los tipos de interés todavía estaban en el 0%.
Lo más novedoso quizá de este jueves ha sido que el banco ha adelantado ya que volverá a hacer lo mismo en su próxima reunión de marzo. Dentro de un mes, los tipos pasará del 3% al 3,5%.
"En vista de las presiones sobre la inflación subyacente, el Consejo de Gobierno prevé aumentar los tipos de interés otros 50 puntos básicos en su próxima reunión de política monetaria de marzo y posteriormente evaluará la senda futura de su política monetaria", ha explicado el BCE en su comunicado.
No es habitual que el BCE adelante de esta manera tan clara su próximo movimiento. El discurso hasta ahora ha sido que las decisiones se irán tomando en cada momento en función de los datos. "Cuando tenemos datos lo bastante rotundos y estamos muy lejos del objetivo del 2% de inflación, creo que es completamente legítimo expresar una intención", defendía la presidenta Christine Lagarde este jueves. "Es una intención, no un compromiso al 100%, pero se me ocurren muy pocos escenarios extremos para que esto no termine ocurriendo".
El banco es consciente de que, aunque el indicador general de inflación ha pasado del 9,2% en diciembre al 8,5% en enero, las presiones siguen siendo elevadas. La tasa subyacente, sin alimentos ni energía, se mantiene en el 5,2%, su máximo histórico. España sigue siendo el país con menor inflación de toda la zona euro.
"Sí, nos hemos dado cuenta: el dato general ha caído más de lo esperado, pero la presión subyacente sigue ahí, viva y coleando", argumentaba Lagarde.
"Mantener los tipos de interés en niveles restrictivos reducirá con el paso del tiempo la inflación al moderar la demanda, y también servirá de protección frente al riesgo de un desplazamiento persistente al alza de las expectativas de inflación. En todo caso, las futuras decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés oficiales continuarán dependiendo de los datos y siguiendo un enfoque en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión", argumenta el banco.
La pregunta clave para el BCE era: si ya se ha anunciado lo que se hará en marzo, ¿significa que ya se han terminado las subida de tipos para el resto del año? "No, no no. Sabemos que nos queda camino por recorrer y sabemos que no hemos terminado", respondía Lagarde. Sin embargo, la presidenta volvía a la idea de que se tomarán decisiones a partir de lo que digan los datos.
"Y muy seguramente nos quedará terreno por cubrir y dependeremos de los datos. Sabemos que nos tenemos que mover en el territorio restrictivo y quedarnos ahí para asegurarnos de que el objetivo del 2% no se alcanza solo unos meses". Es decir, una vez se alcance el nivel máximo de tipos, el BCE planea quedarse ahí una temporada haciendo guardia por si la inflación vuelve a aparecer.