El Gobierno "afina" el Plan de Recuperación y redobla la apuesta por el hidrógeno y la gestión del agua

Los fondos europeos entran en su segunda fase con la movilización de 94.000 millones adicionales
El Ejecutivo tenía de plazo hasta finales de agosto para presentar este plan, pero ha decidido adelantarlo "por responsabilidad"
La segunda parte de los fondos europeos serán préstamos en "condiciones ventajosas y a largo plazo" destinados principalmente al sector empresarial
Los fondos europeos destinados a la recuperación de las economías europeas tras el covid han entrado en una segunda fase en el caso de España. El Consejo de Ministros aprobó este martes la llamada 'adenda' del Plan de Recuperación que moviliza 94.000 millones de euros adicionales: 10.000 millones más de ayudas y 84.000 millones en créditos.
Por qué se hace ahora. Había de plazo hasta finales de agosto para presentar esta segunda parte del Plan. Ahora la Comisión Europea tiene dos meses para estudiarlo y darle su visto bueno. El Ejecutivo ha decidido no esperar hasta el último momento y mover ficha "por responsabilidad", decía la vicepresidenta económica Nadia Calviño. El nuevo Gobierno que surja tras las elecciones generales del 23 de julio no tendría tiempo material para enviar este documento. Sin él, España estaría renunciando a parte de las ayudas europeas.
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Además desde el equipo económico se defiende que esta adenda lleva meses negociándose a muchas bandas. "Hemos incorporado las propuestas de las comunidades autónomas y los partidos políticos han tenido disponible el proyecto desde diciembre", explicaba Calviño tras el Consejo de Ministros.
No es solo una cuestión de tiempo. Tres años después de la pandemia se han detectado nuevas necesidades, sobre todo tras la invasión de Ucrania. "Hemos hecho ajustes porque la economía ha evolucionado y la experiencia con los fondos de estos años nos ha dado un aprendizaje. Hemos afinado el Plan", argumentan fuentes gubernamentales.
Por qué es importante. En la primera fase del despliegue de los fondos europeos todo eran ayudas a fondo perdido: 70.000 millones. El dinero va llegando en diferentes desembolsos conforme se van cumpliendo hitos pactados con Bruselas. Ahora lo que se van a movilizar son, básicamente, préstamos: 84.000 millones de euros en créditos en unas condiciones más ventajosas de las que ofrecen los inversores a las empresas o al Tesoro español.
Se espera que "la mayor parte" de estos préstamos los soliciten las empresas que tengan planes de invertir en España en las áreas de actuación marcadas por el Ejecutivo.
Qué más cambia respecto a la primera fase. El reparto de los créditos asignados a España se hace ahora teniendo en cuenta también las prioridades que ha marcado la guerra en Ucrania (y que no estaban presentes cuando la UE lanzó estos fondos). Por eso en esa adenda salen más reforzados proyectos clave (los llamados PERTE) ligados a las energías renovables, el hidrógeno verde, la gestión del agua, la descarbonización de los sectores industriales (la reducción de emisiones de CO2 en la gran industria) y la fabricación de microchips.
Estos proyectos estratégicos se llevan 7.500 millones de euros adicionales de ayudas directas que reparte la adenda, el 75% del total. "En el caso del hidrógeno hemos visto una sobredemanda de proyectos. Hay mucho interés en nuestro país", sostienen desde el Gobierno. "En el PERTE de la descarbonización tenemos localizado todo el tejido industrial en este proceso de reducción de emisiones. En breve habrá convocatorias muy potentes". Además estos proyectos concentrarán 18.000 millones de los préstamos.
En el subtítulo del Plan se habla precisamente de "industrialización estratégica". Una derivada de la guerra de Ucrania y la falta de materias primas básicas para la transición verde y digital. Europa se ha dado cuenta de que tiene que recuperar parte del peso de su industria, ahora deslocalizada en muchos países asiáticos. Se han flexibilizado las reglas de ayudas de Estado a las empresas y eso permitirá aumentar ayudas a ciertos sectores clave, explican en el ministerio de Economía.
El despliegue de la primera y la segunda fase del Plan de Recuperación reducirá hasta el 9% el paro estructural en nuestro país y multiplicará por dos el crecimiento potencial del PIB hasta el 1,6%, según las cifras del ministerio de Economía.
Qué pasa con los préstamos. El Ejecutivo lo que ha hecho es diseñar una serie de fondos para movilizar los créditos. Una especie de compartimentos con los que se pretende acotar los proyectos a los que van a ir destinados. Por ejemplo, habrá 20.000 millones de préstamos asignados a las comunidades autónomas para que éstas inviertan en vivienda social, transporte sostenible, la economía de los cuidados o la competitividad industrial y de las pymes. "El reparto de estos fondos se hará con criterios objetivos", dicen.
¿Supone sumar más deuda? En la medida en la que se utilicen los préstamos, sí. España ya tiene un elevado nivel de deuda pública. Subió mucho para hacer frente a la pandemia. En los dos últimos años se ha conseguido reducir, pero las reglas europeas exigen continuar con el descenso. Los préstamos de esta segunda fase del Plan supondrán añadir algo más deuda --no serán 84.000 millones más porque, recordamos, se espera que sean más las empresas las que opten a esta vía de los créditos. El Gobierno confía además en que el económico permita mantener la senda de reducción de la deuda pública.
¿Y de lo mío qué? Se esperan también nuevas ediciones de ayudas para particulares a modo de incentivos fiscales para la rehabilitación de sus hogares y la mejora de la eficiencia energética. También para el despliegue de paneles solares en los domicilios particulares. Todas estas iniciativas agotaron los fondos asignados en la primera parte del Plan. Ahora se dotarán de dinero adicional.
Las reformas comprometidas. Además del detalle del destino de los préstamos, el Gobierno se ha comprometido a realizar dieciocho reformas adicionales a cambio. No se ha querido entrar en mucha concreción este martes, pero se insiste en que son "reformas complementarias" a las que ya se han hecho. ¿Por qué? "La fase primera del Plan ya contenía reformas muy ambiciosas".
¿Esto se podrá cambiar por un nuevo Gobierno? El Plan no está del todo cerrado, en la medida en la que todavía no está aprobado por la Comisión Europea. El reglamento de los fondos permite realizar cambios siempre y cuando sean acordados con las autoridades europeas. "Los ajustes se podrán hacer sin problemas", zanjaba Calviño.