El 40% de las empresas ya subió precios en el primer trimestre del año

Los incrementos se sitúan por debajo del aumento de los costes, según la encuesta del Banco de España sobre Actividad Empresarial
En el próximo año, la previsión es que el 60% de las compañías terminará subiendo precios
La CEOE rechaza ligar salarios a inflación y los sindicatos hablan de dejar el ajuste salarial a final de año y repartirlo en tres ejercicios
Los productos de cerámica de Pamesa incluyen desde el pasado 1 de abril un nuevo coste en su factura: “la tasa energética”. No es la única azulejera que ha optado por un recargo variable en función del precio del gas, el combustible que alimenta los hornos de las fábricas.
“Todas las empresas subieron precios para ajustarse a un nivel de gas en 70-80 euros MWh”, aclaran fuentes del sector azulejero en Castellón. Pero ahora el combustible cuesta todavía más: 115 euros el MWh este lunes. En lugar de volver a subir precios, algunas han decidido aplicar un recargo mientras el gas se mantenga por encima de los 70-80 euros MWh.
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“El recargo será variable en función del precio del combustible los 30 días anteriores. Si el gas baja por debajo del nivel que fijemos con el cliente, lo eliminaremos. Nos parece lo más justo”, explica un empresario. Traducido al producto supondrá pagar alrededor de 3 euros más por metro lineal de azulejo.
El caso azulejero sirve para ilustrar una realidad mucho más amplia: el 40% de las compañías españolas ya ha subido los precios de sus productos en lo que va de año, según la encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE). Es un porcentaje diez puntos superior al de finales de 2021. En el próximo año más del 60% de las empresas españolas tiene previsto aumentar el precio final. En consecuencia, es de esperar que la inflación se disemine por más productos y servicios a lo largo de 2022.
Sin embargo, las alzas no igualarán la subida de costes, “lo que continuaría apuntando a una compresión de los márgenes empresariales”, explica la encuesta del Banco de España (BdE). Es decir, empresas reduciendo sus beneficios para amortiguar el golpe del encarecimiento de materias primas y energía.
“Es evidente que las empresas también están asfixiadas”, aseguraba el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, este lunes durante el encuentro 'Wake up Spain', organizado por El Español e Invertia. “Están asumiendo los costes, pero tampoco están pudiendo trasladar la inflación a los clientes”. Los datos del BdE indican que las tensiones en el precio de las materias primas “son generalizadas, pero las empresas de menos de 50 trabajadores declaran mayores presiones inflacionistas, lo que estaría llevando también a mayores incrementos en el precio de sus productos”.
Comercio, construcción, transporte, industria y hostelería son los sectores con mayor perspectiva de subida de precios en el próximo año. Son también los más afectados por el coste de la energía y de suministros, según el análisis. Los problemas de cuello de botella de mercancías, que afectan negativamente a un tercio de los negocios, se alargará en el tiempo más tiempo del previsto hace unos meses. "Un tercio de las empresas encuestadas prevén que estas dificultades persistirán más allá de este año, cuando este porcentaje era del 7% en la encuesta anterior", explica el BdE.
¿Y qué pasa con los salarios?
Con este panorama, los sindicatos son conscientes de que “no es realista” plantear subidas salariales que equiparen la subida general de precios de casi el 10%. El líder de CCOO, Unai Sordo, insiste en la idea de que la compensación a los trabajadores para que no pierdan poder adquisitivo se distribuya a lo largo de los tres próximos años. "Podríamos iniciar el ajuste de cara a final de año si esto ayuda a la negociación", apuntaba el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.
Los sindicatos negocian con la patronal un acuerdo que sirva de marco para las próximas negociaciones de convenios entre empresas y trabajadores. Todavía no han cerrado un pacto. Los sindicatos insisten en la idea de que "la inflación desbocada que tiene que estar presente en la negociación de un acuerdo salarial".
La subida que refleja el sistema de revisiones salariales pactadas queda lejos de los niveles de IPC que vemos. En febrero el incremento salarial medio fue del 2,26%. Con estas subidas tan moderadas es "absolutamente descartable sufrir efectos de segunda ronda en la economía española", sostenía Sordo. "No hay relación entre inflación y subida salarial".
"Hay que tener cuidado con indexar los salarios a la inflación. No es la solución", alertaba el presidente de la patronal CEOE. "Es un momento muy delicado y complicado para todos. Se habla de los más vulnerables, pero ahora son todos vulnerables: todo el ecosistema de la economía".
Los sindicatos insisten en encontrar un equilibrio. La inflación genera mucho malestar social y afecta sobre todo a los niveles más bajos de renta. Con estos niveles de IPC, la cesta de la compra para una familia media subirá más de 500 euros al año según la OCU. "Los trabajadores de este país sólo tenemos una manera de poder cargar nuestro aumento del coste de la vida", replicaba Álvarez. "Las empresas lo cargan en sus productos, nosotros lo cargamos a la hora de negociar los convenios colectivos en los salarios".