La AIReF calcula que el gasto en pensiones alcanzará en 14,2% del PIB en 2050, tres puntos más que ahora


Según el organismo España aumentará hasta los 54 millones de habitantes en 2050 gracias a los flujos migratorios
La tasa de dependencia, los jubilados entre la población en edad de trabajar, alcanzaría el 53% desde el 26% actual
AIReF propone trasladar el déficit de la Seguridad Social a la Administración central para poder "afrontar el reto del envejecimiento"
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ha calculado que el gasto en pensiones se situará en el 14,2% del PIB en 2050, lo que supone un incremento de 3,3 puntos desde los niveles actuales. En la actualización de las previsiones demográficas y de gasto en pensiones a largo plazo aumenta la estimación realizada en enero de 2019, en la que consideraba que la partida de pensiones crecería hasta el 13,2% en 2048.
Las nuevas previsiones de AIReF contemplan la incidencia de la crisis de la COVID-19 a corto plazo, aunque la situación de incertidumbre, el organismo ha optado por asumir que no tendrá efectos estructurales sobre la economía española en las previsiones a largo plazo.
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Según el escenario central previsto por el organismo, la población en España aumentará hasta los 54 millones de habitantes en 2050, mientras que la población en edad de trabajar se mantiene por encima de los 30 millones de personas durante todo el horizonte de previsión, aunque inicia un descenso a partir de 2035. Como consecuencia, la tasa de dependencia, (la población de más de 66 años dividida entre población entre 16 y 66 años) alcanza el 53% en 2050. Es decir, para ese momento existirían dos personas trabajando por cada pensionista.
Esta evolución viene explicada por las previsiones en migraciones, fecundidad y esperanza de vida. La AIReF estima un flujo de entradas anuales netas promedio de 330.000 personas en el periodo 2020–2050, bajo el supuesto de que se mantienen las políticas migratorias actuales. En ese supuesto un 18% de la población sería inmigrante al final de ese periodo.
En cuanto a la fecundidad, prevé una tasa de 1,4 hijos por mujer, lo que supone una recuperación desde los niveles históricamente bajos que se han registrado en los últimos años. También se prevén mejoras en la esperanza de vida, pero menores de las registradas históricamente. Así, si se asumía que la esperanza de vida crecía dos años por cada década, ahora se contempla un aumento de un año.
En cuanto al crecimiento y al mercado de trabajo, asume un crecimiento medio del PIB real de 1,4% en el periodo 2020–2050. Estima también que la tasa de actividad crecerá dos puntos hasta 2050, reflejando una mayor participación de las mujeres y los mayores, por las reformas para retrasar la edad efectiva de jubilación. Respecto a la tasa de paro, consideran que se iría reduciendo hasta alcanzar el 7% de la población activa, motivado por la disminución de la población en edad de trabajar.
La AIReF estima que las reformas de 2011, en su regulación actual, suponen una reducción del gasto de 2,9 puntos del PIB en 2050 y la aplicación del factor de sostenibilidad desde 2023 implicaría un ahorro adicional de 0,9 puntos en 2050.
Asimismo, ha simulado el impacto que tendría las medidas señaladas por la institución en enero de 2019: asumiendo que la edad efectiva de jubilación se retrasa 2 años sin alterar la edad legal y que el periodo de cómputo para el cálculo de la pensión aumenta de 25 a 35 años, el gasto en pensiones se contraería en 1,4 puntos del PIB
Riesgos de aumento del gasto
La previsión de que el gasto en pensiones alcance el 14,2% puede verse comprometida ante situaciones más adversas. Entre las apuntadas por la AIReF destaca una reducción del saldo migratorio neto a la mitad de lo previsto, lo que supondría un incremento de 1,9 puntos de PIB de gasto en pensiones.
Las complicaciones podrían llegar también por un mayor estancamiento del mercado laboral con una convergencia de la tasa de paro estructural al 10% -en lugar del 7% incluido en su escenario central-, lo que aumentaría 1,2 puntos el gasto.
Y si la crisis del covid-19 se acaba teniendo un impacto estructural sobre el PIB potencial y la productividad, el gasto en pensiones se elevaría el gasto en 0,7 puntos del PIB, hasta EL 14,9%.

Trasaladar el déficit de la Seguridad Social a la Administración Central
Para afrontar el reto del envejecimiento de la población el organismo apuesta por trasladar el déficit estructural de la Seguridad Social a la Administración Central, que tiene, ha asegurado la directora Cristina
Herrero, "palancas suficientes para hacerle frente". Aunque esa resolución a corto plazo no debería hacer hacer olvidar, ha advertido, que el déficit estructural de las AA.PP. permanecería inalterado.
Entre las propuestas para llevarlo a cabo la AIReF contempla dos posibilidades: o la reducción en tres puntos de la cotización por desempleo en favor de la Seguridad Social, asumiendo el Estado la pérdida del SEPE, o la financiación por el Estado de gastos de la Seguridad Social no contributivos.
Además de esta propuesta el organismo insiste en profundizar en las reformas paramétricas para contener el incremento previsto del gasto en pensiones por del envejecimiento de la población, y aconsejan una pronta implantación de reformas, para que puedan ser adoptadas de forma gradual.
La AIReF considera que la elevada incertidumbre, más aún por las posibles consecuencias del Covid a largo plazo en la economía, hacen aconsejable estudiar medidas alternativas para garantizar la sostenibilidad del sistema ante escenarios más adversos, y que un buen punto de partida sería un acuerdo en el marco del Pacto de Toledo.