Shanghái: el atasco en el mayor puerto del mundo amenaza con un colapso de suministros

La ciudad de Shanghái lleva casi cuatro semanas con medidas de confinamiento por la política 'covid cero' del Gobierno chino
El puerto opera al 25% de su capacidad y existe un problema adicional con el traslado en camión de los contenedores
El granelero ‘Xin Jin Hai’ con bandera panameña está parado frente a la costa China. El buque, de 295 metros de eslora y 46 de manga, ha echado el ancla y está rodeado de cientos de cargueros en la misma situación: esperando para entrar en el mayor puerto de mercancías del mundo, el de Shanghái. Los 26 millones de habitantes de la ciudad viven desde hace tres semanas bajo estrictas medidas de confinamiento por un brote de covid.
Este colapso marítimo amenaza con complicar mucho la vida a cientos de miles de empresas de todo el mundo. Desde esta ciudad se exportan: ordenadores, teclados, móviles, circuitos electrónicos, textiles, barcos, coches o grúas, según los datos de OEC. Shanghái mueve al año más de 40 millones de contenedores estándar (TEU), más que ningún otro puerto.
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"La situación incide en una dificultad que no estaba resuelta y llevamos arrastrando desde 2020: los problemas de congestión en el tráfico marítimo, la falta de contenedores y unas cadenas de suministro muy debilitadas", explica Agustín Montori Presidente Comisión FETEIA, la Federación Española de Transitarios.
El problema no es solo de salida. También de entrada. "Shanghái recibe materias primas relevantes como níquel o aluminio. Si no llega el flujo que debería, no se procesa para crear la materia intermedia necesaria para fabricar productos terminados en industrias como la automovilística", apunta Montori. El panameño Xin Jin Hai es uno de los cargueros que transporta este tipo de materiales.
"El alcance y la frecuencia de los confinamientos en China ha desacelerado la actividad allí y podrían causar nuevos cuellos de botella en las cadenas de suministro globales", alerta ya en su último informe el Fondo Monetario Internacional.
La economía internacional aguanta la respiración estos días. Todavía hay margen para evitar un gran deterioro del tráfico de mercancías que se traduzca en mayor inflación. "Los inventarios en muchas industrias estaban en máximos, con lo que tienen algo de margen. Pero si la situación se prolonga habrá problemas graves", sostiene Aleix Amorós, asesor externo en un fondo de inversión. "Se puede aguantar una semana más", pronostica Montori.
Situación del puerto de Shanghai
Las instalaciones portuarias operan bastante por debajo de lo habitual. No hay muchos datos oficiales, aunque algunos medios aseguran que el puerto está al 25% de su capacidad. Los trabajadores han estado aislados en grupos burbuja y separados del resto de la ciudad. Pero el problema no se limita al atraque.
En tierra firme faltan camiones para transportar la mercancía: tanto para moverla del puerto como para traerla desde las fábricas. Los contenedores se acumulan sin poder trasladarse y los barcos siguen esperando. En Shanghái opera menos del 20% de los camiones de lo que sería normal por estas fechas si comparamos con el año 2019.

En el resto del país también hay problemas de transporte por carretera pero no tan graves como en Shanghái. Además, la entrada de mercancías durante los primeros días del confinamiento a finales de marzo priorizó la llegada de material sanitario para luchar contra el brote de covid.

Las grandes navieras evitan Shanghái
Las grandes multinacionales del transporte marítimo como MSC, Maersk y ONE han ordenado a sus barcos que no paren en Shanghái y traten de encontrar otro puerto en el que descargar la mercancía y hacerla llegar por vía terrestre a su destino.
"Existe un problema añadido con los productos perecederos. Por ejemplo, el pescado congelado que traemos de allí hasta Europa, si no se puede cargar... ", pone de ejemplo Montori. "Tampoco pueden entrar a China productos que mandamos desde aquí y van congelados como la carne de cerdo".
El precio de los fletes desde Shanghái refleja todo este colapso y cae con fuerza en las últimas semanas, cerca de un 15%. ¿Cómo se resuelve el atasco cuando se recupere la normalidad?
"Hay que tener en cuenta que muchas fábricas en China han tenido que parar por la política de 'covid cero' del país. Eso se traduce en menores exportaciones", explica Amorós. "A corto plazo hay un efecto deflacionario, pero en cuanto se resuelva seguramente ocurrirá lo contrario: harán falta muchos contenedores y barcos para dar salida a la producción y atender a una demanda previsiblemente mayor que compense el déficit de estos días previos".
En España la industria del automóvil sería la más afectada de nuevo, pero hay países como Alemania o Italia más expuestos. El desenlace de la situación en Shanghái es incierto todavía. "A principios de año se paró una semana y media el puerto de Hong Kong", recuerda Montori. "Se pensaba que iba a causar un desastre y al final casi ni se notó".
Las derivadas de los cuellos de botella en las cadenas de suministro las conocemos en Europa: retrasos en entregas de productos e inflación.