El Banco de España insiste en la necesidad de un pacto de rentas para combatir la inflación

El pacto de rentas entre los agentes sociales no debería ser "excesivamente uniforme" dada la heterogeneidad del impacto de la subida del IPC
El BDE considera fundamental los esfuerzos se centren en el apoyo a los hogares de rentas más bajas porque "son los que más padecen el impacto de la inflación"
Los hogares con menor renta están soportando una tasa de inflación 1,2 puntos superior, según la entidad
Con una previsión de inflación media del 7,5% para 2022 el Banco de España (BdE) considera fundamental un pacto de rentas entre los agentes sociales. Sindicatos y patronal rompieron sus negociaciones sobre el marco para los convenios colectivos precisamente porque no se pusieron de acuerdo sobre la subida salarial que compensara a los trabajadores por el aumento del IPC.
"Un pacto de rentas entre los agentes sociales de nuestro país contribuiría a evitar que se desencadene una espiral de incrementos de precios y de costes, que solo agravaría los efectos nocivos que se derivan del episodio inflacionista actual y del conflicto bélico en Ucrania", sostiene el BdE en su informe anual. "Alcanzar este pacto de rentas sería altamente deseable".
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¿Cómo debería diseñarse este acuerdo? El Banco sostiene que sería necesario "atender al impacto asimétrico de las perturbaciones actuales entre trabajadores, empresas y sectores". Es decir, la subida de los costes de la energía y de la inflación afecta de manera heterogénea a la economía y esas diferencias deberían considerarse. El acuerdo no debería ser ni "excesivamente uniforme".
- El pacto debería contemplar una protección mayor para las rentas de los hogares "cuyas condiciones de vida se hayan visto particularmente afectadas de forma adversa por el encarecimiento de la energía".
- También sería "deseable" que se evitaran fórmulas de indexación automática de los salarios a la inflación pasada o de cláusulas de salvaguardia.
- Los acuerdos deberían contemplar compromisos plurianuales "en lo relativo tanto a los incrementos salariales como a la protección del empleo".
- Las compañías deberían comprometerse "explícitamente" a no subir precios de sus productos y "moderar sus márgenes".
- La referencia para negociar debería ser la inflación subyacente.
De momento la subida de los precios no se está trasladando de manera generaliza a los salarios, pero no se descarta este efecto en la medida en la que el episodio de inflación elevada se prolongue en el tiempo. La subida salarial media pactada en convenio colectivo se situó en el 2,4 % en abril, la más elevada desde finales de 2009, aunque está seis puntos por debajo de la tasa adelantada de inflación del mes (8,4 %).
Ayudas muy focalizadas
El impacto de la inflación en el poder adquisitivo de las familias varía en función de la renta. Los hogares con menor renta están soportando una tasa de inflación 1,2 puntos superior, según Banco de España. Esto se debe al mayor peso que tiene en sus compras la energía y los alimentos. El gobernador del BdE ya alertaba del riesgo que supone para la economía este desigual impacto.
El BdE considera que el margen de actuación del Gobierno para tratar de contener estos efectos son "relativamente limitados" dada nuestra ya elevada deuda pública, en el 117% del PIB. Por eso propone que las medidas de apoyo sean temporales y "muy focalizadas hacia los hogares y las empresas más vulnerables".
Según el informe, un análisis preliminar de cómo podría funcionar la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante apuntaría a un mayor beneficio para las rentas altas.
- La inflación soportada por los hogares de menor renta entre el 1 de abril y el 30 de junio podría reducirse en 0,35 puntos porcentuales.
- En el caso de las familias de mayor renta el impacto sería el doble: de 0,61 puntos porcentuales menos de inflación gracias a la medida del Gobierno.