El BCE reduce "ligeramente" el ritmo de compras de deuda pública ante la subida de la inflación

Los mercados estaban a la espera de que el banco central moviera ficha tras la escalada de la inflación hasta el 3% el pasado mes de agosto en la eurozona
"Esto no es taper El Banco Central Europeo no va a retirar los estímulos de emergencia ante la crisis del covid (movimiento conocido como 'taper' en la jerga). Christine Lagarde ha negado rotundamente que la decisión del banco de reducir "ligeramente" el ritmo de compras de deuda con dinero del PEPP (el programa especial para la pandemia) suponga una reducción de las ayudas.
"Lo que estamos haciendo es recalibrar el PEPP tal y como hicimos en diciembre y marzo pasado", ha insistido la presidenta del BCE. Había mucha expectación por cómo se iba a tomar el banco la reciente subida de la inflación hasta el 3% en agosto, el nivel más alto en la eurozona desde 2011.
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¿Qué cambia exactamente?
En realidad, poco:
- La dotación de dinero para el programa de compras de emergencia no cambia: siguen siendo 1,85 billones de euros.
- Tampoco la fecha hasta la que va a mantener esa posibilidad abierta: "al menos hasta el final de marzo de 2022 y, en todo caso, hasta que considere que la fase de crisis del coronavirus ha terminado."
- Lo único que varía es el volumen de compras que está realizando al mes y de manera "ligera".
- Estas operaciones ya se estaban realizando con flexibilidad. No había una cantidad concreta asignada a cada mes.
El comunicado lo resume así:
Sobre la base de una evaluación conjunta de las condiciones de financiación y de las perspectivas de inflación, el Consejo de Gobierno considera que pueden mantenerse unas condiciones de financiación favorables con un ritmo de compras netas de activos en el marco del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) ligeramente inferior al de los dos trimestres anteriores.
La inflación sigue siendo temporal
El propio BCE ha elevado sus previsiones de inflación tres décimas para este año hasta el 2,2%. Pero tanto en 2022 y 2023 se esperan unos precios por debajo del objetivo (1,7% y 1,5%, respectivamente). A pesar de la reciente escalada, el BCE considera que el repunte de inflación que estamos viviendo obedece a causas temporales que terminarán desapareciendo con el tiempo.
"La mayor parte de los elementos de la inflación son temporales. Se irán poco a poco. Lo que sí estamos mirando de cerca son posibles efectos de segunda ronda", explicaba Lagarde. Se refería a la posibilidad de que la subida de precios se traslade a los salarios. "De momento no vemos que eso esté ocurriendo en las negociaciones que están teniendo lugar".
Mayor crecimiento en 2022
La estimación del producto interior bruto (PIB) se ha incrementado en cuatro décimas, por lo que ahora el BCE estima que la eurozona crezca un 5% este año.
- Para 2022, la previsión se ha revisado a la baja en una décima, hasta el 4,6%.
- Para 2023 se ha mantenido sin cambios en el 2,1%.
Pese a esta mejora a corto plazo, Lagarde ha alertado que la expansión de la variante delta del virus fuera de Europa "podría ralentizar la recuperación del comercio mundial y la apertura completa de la economía".
Los tipos de interés se mantienen
Tampoco hay cambios en este frente. El tipo general en el 0% y el de depósito en el -0,5%. El BCE sigue manteniendo la puerta abierta a la posibilidad de que los tipos sean incluso inferiores a los actuales "hasta que observe que la inflación se sitúa en el 2 % bastante antes del final de su horizonte de proyección y de forma duradera".
El resto de compras de deuda de otros programas (ajenos al PEPP) siguen igual también.