Efectos de dos semanas de guerra: primeros ERTEs y subida de precios de energía y alimentos

El Banco Central Europeo se reúne este jueves y supuestamente tendría que actualizar sus previsiones de inflación para los próximos años
La gran industria, muy dependiente de la electricidad y del gas, plantea parar la producción y ERTEs en sus plantillas
No se descarta que la inflación supere el 10% en marzo
Una gran empresa de acero en Cádiz convocó a sus trabajadores este miércoles para plantearles un ERTE. Con los precios del níquel (se han triplicado en cuestión de días) y los de la electricidad no salen las cuentas. Son 1.800 personas en plantilla. “No sabemos nada. Estamos preocupados porque llevamos dos años de pandemia muy malos y ahora esto…”, resume uno de los trabajadores.
No es un caso aislado. La gran industria va a tener que hacer cálculos y tomar este tipo de decisiones drásticas: parar la producción. Ya lo vimos hace meses con precios de la luz cerca de los 200 euros el MWh. Ahora superan los 300 euros/MWh.
MÁS
En el Gobierno se da por hecho este impacto en el empleo. Será “seguramente significativo”, reconocía la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Es uno de los efectos de la crisis energética a nivel micro.
- las ramificaciones de un mayor coste de las materias primas y de la energía se distribuyen por toda la economía.
- efectos son múltiples y muchos se retroalimentan entre sí. Esto es un shock negativo de manual de economía: se requieren ajustes.
- Lo sabemos porque lo hemos visto antes: la crisis del petróleo de los años 70.
“La historia muestra que el riesgo de recesión aumenta, ceteris paribus”, señala un informe de Allianz GI Capital Markets. Esto ya ha ocurrido: el precio del crudo duplica al precio que teníamos en 2020. En el caso del gas es peor: es diez veces más caro que hace tan solo doce meses.
Es todavía muy precipitado hablar de cifras concretas de impacto. De hecho, hasta las personas que se dedican a hacer previsiones todavía están analizando los posibles escenarios. La incertidumbre es máxima. "Lo que manda es la geopolítica. No sabemos lo que puede pasar. Es muy complicado de predecir", sostiene José Moisés Martín, economista y consultor. "España crecerá menos este año pero todavía sigo esperando un avance fuerte. ¿El recorte? Podría ser de un punto menos de crecimiento de PIB este año".
Las principales vías de impacto de la crisis y la guerra
Dos semanas de guerra y de locura en los mercados del gas, el petróleo y otras materias primas ya arrojan algunos hechos bastante claros:
- Las más directas para las compañías con negocios en Rusia y Ucrania. Ninguno es un gran socio comercial de España pero las empresas que han cerrado su actividad en Rusia tendrán que hacer frente a esa situación. En el caso del turismo, Rusia representó el 1,5% de los visitantes extranjeros en 2019.
- afectará a todo el tejido empresarial: desde la gran industria a la pyme. La luz, el gas y los carburantes son necesarios en cualquier negocio. Dependiendo de la repercusión derivará en menor nivel de empleo.
- Habrá pérdidas para las familias. El encarecimiento de muchos productos básicos supondrá otro boquete en el bolsillo del consumidor. No se descarta una inflación por encima del 10% en algún momento, pero también se confía en que las cifras se moderen en la segunda parte del año.
- ). También afectará a la carne (por los piensos), las frutas frescas (por los fertilizantes) ... La conexión del sector agroalimentario y ganadero con la crisis energética es directa. Además, todo lo que tenga que viajar será más caro por unos carburantes en máximos históricos.
- Moscú ya ha amenazado con cerrarnos el grifo del gas. Los mercados reaccionan con subidas del precio de este combustible que se trasladan a todo el mercado eléctrico como estamos viendo. El gas fija el precio de la luz.
- "La guerra cambia el escenario económico", reconocía Nadia Calviño, vicepresidenta económica, hace unos días. El Ejecutivo revisará sus cifras en abril. En sus presupuestos contaba con un precio del petróleo de 60 dólares el barril. Ahora se duplica ese nivel.
- Además, seguir apoyando a los consumidores con rebajas fiscales en la factura de la luz tiene un coste relevante: 12.000 millones euros al año.
Afecta de lleno a la economía Europea
La crisis energética y la guerra coinciden en el tiempo y en territorio europeo. La inversión seguramente se resentirá porque huye del conflicto y de la inestabilidad geopolítica.
Ya sabemos también que la gran situación de debilidad de Europa en esta situación, por su elevada dependencia del gas, petróleo y carbón ruso, va a pasar factura. Desengancharte de estos tres grifos saldrá caro.
Aunque la dependencia de España es muy inferior, los precios se fijan a nivel internacional. En ese sentido, no hay mucha diferencia respecto al coste.
"Pero España es uno de los países menos influido en términos importaciones y exportaciones. Ese problema lo tiene Alemania, que podría arrastrarnos a nosotros en una segunda fase de la crisis", explica Martín.
Por otro lado, somos más vulnerables en otro sentido: España estaba más rezagada en la recuperación. "Este retraso respecto al ciclo europeo nos pondrá en una peor situación en el momento en que los precios de energía y alimentos se trasladen al conjunto de la economía europea y los tipos de interés y los diferenciales de deuda recojan estos mayores riesgos", analizaba Enrique Feás, en un informe reciente del Real Instituto Elcano. Es decir, la prima de riesgo podría volver a preocuparnos.
¿Qué pasará con los tipos de interés? Este jueves el Banco Central Europeo (BCE) analiza la situación y tendremos alguna pista. En su última reunión hace un mes la guerra no había comenzado. El BCE tendrá ahora que reajustar su papel, que será de nuevo clave en esta nueva crisis a la que se enfrenta Europa.