El Covid-19 podría provocar la mayor caída del PIB desde la posguerra, según un simulador


Se publica el primer estudio sobre el posible impacto del coronavirus en la economía española
En uno de los escenarios, el PIB caería un 4,5%. Sería el peor dato de toda la democracia
Tres economistas han estado trasteando con un simulador durante las dos últimas semanas. No es que estuvieran matando el tiempo del confinamiento con un videojuego online. El simulador al que le han dedicado muchas horas los últimos días se llama EREMS y es una aproximación de la economía española. Un conjunto de más cien ecuaciones a las que le quisieron preguntar: ¿qué podría pasar con la crisis del coronavirus? En un escenario bastante realista, el PIB podría caer un 4,5%, su mayor descenso desde la posguerra.
José Emilio Boscá, Javier Ferri (Universidad de Valencia y FEDEA) y Rafael Doménech (Universidad de Valencia y BBVA Research) han realizado la primera aproximación “urgente” al impacto de la crisis del Covid-19 en la economía española. “Ahora mismo no podemos hacer previsiones con un mínimo de certidumbre”, explica Doménech. “Por eso hemos optado por construir escenarios bajo distintas hipótesis”.
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- Escenario optimista. La cuarentena termina el 11 de abril. La caída de la actividad es del 14%. Los efectos de la crisis desparecen de forma gradual en el segundo trimestre. Resultado: el PIB cae un -4,1% en 2020.
- Escenario menos optimista. La cuarentena termina el 11 de abril. La caída de la actividad es del 29%. Los efectos de la crisis van desapareciendo en el segundo trimestre. Resultado: el PIB cae un -7,9% en 2020.
Ninguna de estas dos cifras tiene en cuenta las decisiones adoptadas por el Gobierno o el Banco Central Europeo (BCE). Pero el simulador las puede calcular. “Nos sale que las medidas de políticas económicas empujarían hacia arriba el PIB en un 3,5%. Es una cifra bastante considerable”, argumenta Ferri.
La caída del consumo se reduciría algo menos de la mitad gracias a las decisiones tomadas, el descenso anual de la inversión se detendría y “se facilitaría el rebote de la economía en la segunda mitad del año”, según el pronóstico del EREMS. El coste de todo esto sería un incremento del déficit público de un 3,5%, según Boscá, Ferri y Doménech. España terminaría el año con unos números rojos por encima del 5%, pero el descalabro del PIB se mitigaría bastante.
- Escenario optimista + el impacto de las medidas: PIB cae un -0,6% en 2020 (frente al -4,1% sin medidas)
- Escenario menos optimista + el impacto de las medidas: PIB cae un -4,5% en 2020 (frente al 7,9% sin medidas)
“Cualquier caída por encima del 3% para el PIB ya es brutal”, apunta Ferri. En el peor momento de la crisis pasada, año 2009, la economía cayó un 3,6%.
Ahora las preguntas vuelven a ser parecidas a las de hace diez años, aunque el motivo que las suscita no tiene nada que ver. El Covid-19 es lo que se conoce como un shock externo en la jerga de los economistas.
Y de nuevo hay que plantear: ¿cuánto va a caer el consumo de los hogares? ¿Y la propia producción de las empresas? ¿Y las exportaciones? Para poder simular hacen falta datos y todavía es pronto para saber cómo está reaccionando la economía española. Así que los tres investigadores han tenido realizar aproximaciones. “Por ejemplo, la caída de la actividad de empresas que han tenido que cerrar, la calculamos con el descenso del consumo de energía que ya conocemos”, aclara Ferri.
“Estos escenarios permiten evaluar la sensibilidad de las hipótesis y los efectos de las medidas económicas de política económica”, añade Doménech. Por ejemplo, las prestaciones a los trabajadores afectados por un ERTE y a los autónomos servirían para mitigar en un 0,4% del PIB la caída del consumo. Los aplazamientos en el pago de impuestos, un 0,75% del PIB de amortiguación del descenso.
“La eficacia de las medidas anunciadas dependerá mucho de si se realizan con agilidad. La letra pequeña también puede contar. Hay mucha incertidumbre”, apunta Boscá. Y la incertidumbre es un factor que no recoge del todo el simulador. “Damos por hecho que los agentes conocen que la cuarentena social teminará el 11 de abril”, aclara Ferri. Pero en la realidad, seguro que hay mucha gente que no lo tendrá tan claro. “La incertidumbre la podremos tratar cuando tengamos datos”.
Ahora mismo, tal y como está evolucionando la situación, las posibilidades de escenarios están muy abiertas. Por ejemplo, una semana más de confinamiento, según el simulador, reduciría el PIB de 2020 en 0,4 puntos adicionales. No es lo peor.
“Un mayor efecto del confinamiento sobre la utilización de la capacidad productiva provocaría un desplome adicional del PIB de 3,8 puntos. En el escenario en el que la confianza tarda más en recuperarse, el PIB disminuye 3 puntos adicionales durante el conjunto de 2020”.
“Las ecuaciones las hemos metido nosotros y el arte de estos modelos radica en traducir las cifras de la vida real a los parámetros del simulador”, explica Boscá. El EREMS es un programa que utilizan también funcionarios del ministerio de Economía. El simulador es un proyecto público-privado financiado por el ministerio de Economía y el de Hacienda, la Fundación Rafael del Pino y BBVA.
Boscá, Ferri y Doménech han sido los primeros en empezar a realizar cálculos sobre el impacto del coronavirus en la economía. Ni el propio Banco de España se atreve todavía a hacer un pronóstico, pero vaticinaba un impacto de elevada magnitud. El panorama presenta todavía muchas incertidumbres para poder aventurarse en el complejo y resbaladizo terreno de las previsiones económicas.
Además, el Gobierno sigue adoptando medidas. El sábado anunció el cierre de todas las actividades que no fueran esenciales hasta el 9 de abril. El efecto de esta medida no se ha calibrado con el simulador.
“Lo importante es que los supuestos que hemos hecho son transparentes”, apunta Ferri. “Si ahora queremos hacer otra prueba con otros supuestos, lo podemos hacer y decir cuánto da”.