Desplome en el mercado de criptomonedas: ¿Por qué caen ahora y qué consecuencias puede tener?


El bitcoin ha perdido más de una quinta parte de su valor en una semana y cotiza en mínimos desde finales de 2020
El colapso de la 'moneda estable' TerraUSD lleva al pánico al mercado de criptodivisas y se extiende a los valores más importantes
El aumento de los tipos de interés y las pesimistas perspectivas económicas hacen menos atractivos estos activos para los inversores
200.000 millones de dólares evaporados en apenas 24 horas. Esas son las pérdidas que dejó este jueves la fuerte tormenta que ha estallado en el mercado de las criptomonedas. Los activos virtuales llevan meses a la baja por el temor a los efectos de las subidas de los tipos de interés que están llevando a cabo los bancos para contener el ascenso de la inflación.
Además, el horizonte de un enfriamiento de la economía lleva a los inversores a desprenderse de los activos más arriesgados. “Desde hace unos meses caen los precios de todos los activos: las bolsas, los bonos, la deuda pública, hasta los metales industriales… todos, excepto de aquellos que aún están muy demandados como el petróleo y el gas o sus derivados. Esta caída afecta también a las criptomonedas”, explica el analista de Thomson Reuters, José Ignacio Crespo.
El bitcoin, la moneda virtual de referencia está en mínimos desde finales de 2020, ha perdido en una sola semana más de una quinta parte de su valor y cerca del 60% desde los máximos alcanzados en noviembre del pasado año, cuando cotizaba en el entorno de los 67.000 dólares. Junto a ella, ethereum, se ha dejado casi un 30% en los últimos siete días.
Y estas no son las pérdidas más abultadas. Entre las diez criptomonedas más importantes se registran caídas semanales del 47% en el caso de Solana o el 40% de Cardano.
Hundimiento de Terra y Luna
El terremoto de los últimos días se ha llevado por delante la ‘moneda estable’ TerraUSD y su criptomoneda Luna. Las llamadas monedas estables (stablecoin) se utilizan para tratar de reducir la volatilidad de este mercado y garantizar su solvencia, teóricamente, asociando su valor a una referencia como el dólar (u otra moneda emitida por un Estado).
Dentro de estas monedas estables hay dos tipos:
- Las que tienen una cartera de valores que las respalda, como Tether, que es la de mayor volumen en el mundo.
- Otras, como TerraUSD (y su criptomoneda hermana Luna) en las que un algoritmo reacciona equilibrando sus cotizaciones para que no pierdan la paridad con el dólar. En solo tres días, Luna se ha derrumbado y ha llegado a perder el 99% de su valor.
“Con Terra y con Luna, la perspectiva es que los inversores pierdan todo. Tether está luchando para intentar mantener la paridad con el dólar. Con todas las prevenciones que se puedan poner, Tether tiene activos. Podemos discutir si estos tienen valor para cubrir todo el riesgo, pero tiene activos”, destaca Crespo, que considera que un fuerte golpe al universo de criptomonedas podría acabar impactando en el mundo financiero “tangible”.
“A parte de las pérdidas, a quien le toque perder, si Tether tuviera que liquidar en pocos días su cartera de pagarés de empresa, hay un peligro de contagio grande tanto en mercados financieros chinos como en internacionales”.
Riesgos de un mercado especulativo
Las criptomonedas son activos digitales y se basan en tecnología blockchain, que funciona como un gran libro digital de contabilidad que registra todas las transacciones y verifica su validez y autenticación. No existen de forma física, no están regulados ni controlados por ninguna institución y no requieren intermediarios en las transacciones.
La primera que empezó a operar fue bitcoin, en 2009, y desde entonces, el enorme crecimiento del mercado en los últimos años le ha llevado a alcanzar una capitalización global superior los 2,4 billones de dólares a finales de 2021.
En España cerca de 4,4 millones de personas (en torno al 12% de los adultos) han invertido en estas criptodivisas, según el III Informe sobre conocimiento y hábitos de fintech' de Asufin. El estudio señala que más de una cuarta parte de ellas han superado los 6.000 euros de inversión, pese a que solo el 59% de los que han puesto su dinero en estos activos digitales son conscientes de que se trata de una inversión de riesgo.
“Estamos hablando de una burbuja propiciada por la abundancia de liquidez. Se ha invertido mucho en criptomonedas porque los bancos no daban absolutamente nada de rentabilidad por el dinero, pero en el momento en que los bancos centrales se proponen retirar liquidez, se pincha la burbuja”, reflexiona el analista de Thomson Reuters, que destaca también “la fiebre juvenil” que ha caracterizado a estas inversiones.
Precisamente, el crecimiento exponencial de la negociación de criptoactivos ha provocado recientemente la advertencia del Banco de España, que apuntaba a su "importancia sistémica creciente". El regulador señalaba que los riesgos asumidos por los tenedores individuales de criptoactivos pueden ser muy elevados y reclamaba coordinación internacional para regular este segmento del mercado financiero.