No sólo el confinamiento hunde la economía: cuando se duplican los casos por covid, la movilidad cae un 2%


La economía no solo está cayendo por culpa de las restricciones y el confinamiento. Las decisiones personales de menor contacto social tienen un impacto parecido, según un análisis del FMI
“Es importante conocer la naturaleza de la recesión para ayudar en la recuperación”, sostiene este estudio
Confinamiento = menor crecimiento económico. La ecuación ha demostrado ser válida en los últimos meses pero faltan más factores. Uno de ellos son las decisiones voluntarias de reducción de movilidad. Un reciente análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) trata de diseccionar el impacto de estas variables en la actividad. Conclusión: no es solo el decreto del confinamiento lo que hunde el PIB. Las decisiones personales de menor contacto social impactan de manera parecida en la caída de la actividad.
Y estas decisiones dependen en gran medida de la pandemia, del miedo que tenga la gente a contagiarse. “Cada vez que se duplican los casos por covid, la movilidad cae un 2%”, según los cálculos del fondo.
La llegada de lo rebrotes, aún sin medidas restrictivas por parte del Gobierno de turno, ya reduce la movilidad y por lo tanto, la actividad económica, de acuerdo con este análisis. “Es importante conocer la naturaleza de la recesión para ayudar en la recuperación”, explica el estudio del FMI. Por mucho que se levanten las restricciones, si la situación sanitaria no se controla, las decisiones voluntarias de la gente de quedarse en casa impedirán la reactivación económica.
El argumento del coste económico
En el caso de la Comunidad de Madrid y el debate sobre si adoptar restricciones de movilidad perimetral en la capital, empresarios y Gobierno autonómico hablaron del impacto económico. “Cada semana de confinamiento costaría 750 millones de euros”, aseguró la Consejería de Hacienda y Función Pública. “Se dinamitarán miles de empleos”, dijo la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM). “La caída de las restricciones serían 600 millones a la semana”.
Es posible que la lógica habitual de los agentes no opere con normalidad en situación de pandemia. Por eso las cifras de pérdidas serían seguramente millonarias aún sin estado de alarma, de acuerdo al análisis del FMI. “La contribución del distanciamiento social voluntario a la caída de la actividad sugiere que, incluso sin medidas de confinamiento, la economía no volverá a su potencial si hay riesgos sanitarios”. Es decir, habrá miles de personas que decidirán salir menos de casa, teletrabajar y consumir menos si tienen miedo de contagiarse haciendo vida ‘normal’.
De acuerdo a este análisis hay otra derivada: levantar un confinamiento con el argumento de recuperar actividad económica puede no funcionar. “Si se hace en un momento en el que la incidencia de la enfermedad todavía es elevada, la movilidad en estos casos no varía mucho”. La gente seguirá optando voluntariamente por quedarse más en casa.
Alguna pista de este doble efecto (confinamiento y me quedo en casa voluntariamente) lo vimos ya en el segundo trimestre del año. En el peor momento de la pandemia España fue el país europeo donde más cayó la movilidad.
Nuestro PIB se llevó la peor parte de la zona euro, descendió un 22%. Pero no solo fue por el factor dependencia del turismo extranjero y el sector servicios. España fue también el país del euro donde más cayó el consumo doméstico: un 25%.
La importancia de entender el origen de la caída
“Si los confinamientos fueron los responsables de la caída, entonces sería razonable esperar un rebote de la actividad en cuanto se levantaran las restricciones”, explica el fondo. “Sin embargo, si las medidas de distanciamiento social voluntarias jugaron un papel predominante, entonces la actividad económica probablemente se mantendrá moderada hasta que los riesgos para la salud disminuyan”.
Una manera de analizar este doble efecto es el observar el mercado de trabajo. Ambos factores parecen haber jugado un papel importante en la reducción de ofertas de trabajo durante los tres primeros meses de la pandemia en un grupo de países avanzados donde se incluyen datos de España.

Este gráfico sugiere que “tanto los bloqueos como el distanciamiento social voluntario contribuyeron a la reducción de las ofertas de trabajo”, según el FMI. Las ofertas de trabajos donde existe un contacto personal comenzaron a caer antes incluso de que se decretaran medidas de confinamiento (“día 0”). En el caso de las manufacturas, donde la distancia social no es tanto un factor, la disminución de ofertas de empleo coincide más con la adopción de medidas de restricción a la movilidad.

En este segundo gráfico lo que se observa es que después del levantamiento del confinamiento o relajación de medidas, tampoco hay un brusco repunte de la actividad. “Se observa sólo un repunte marginal en las ofertas de trabajo, incluso en el sector de fabricación que requiere menos contactos”.