En qué consiste el 'Plan de guerra' que prepara el Gobierno

El Gobierno continúa su ronda de contactos para cerrar las medidas que amortigüen el impacto del conflicto en Ucrania
Las medidas se aprobarán en el consejo de ministros del próximo día 29
"Los próximos días son claves", dice el Gobierno en relación a las decisiones que se puedan adoptar a nivel europeo a final de la semana
Faltan siete días para que el Gobierno apruebe en consejo de ministros su 'Plan nacional de respuesta al impacto de la guerra' . Hasta entonces, continúan las reuniones con varios frentes para diseñar "medidas eficaces". Parte de esas decisiones dependerán de lo que finalmente se acuerde en el próximo Consejo Europeo a final de esta semana. Hay que dejar de ser "rehenes de Putin", se repite reiteradamente desde el Gobierno, "los próximos días son claves".
En este momento, desde el Ejecutivo explican que mantienen un "diálogo constructivo" y que "exploran y valoran diferentes alternativas que respondan al impacto económico y social de la guerra". La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, explicaba este lunes que se trata de dar respuesta "a las familias, los colectivos más vulnerable y al tejido productivo".
MÁS
Los cinco puntos del Plan
El plan de choque frente a esta nueva crisis generada por la guerra en Ucrania girará alrededor de cinco puntos, según el Gobierno:
1. Medidas para los sectores que más están sufriendo la incidencia del conflicto. Aquí se incluirá la propuesta para bajar la electricidad, el gas y los carburantes. Parte del diseño de estas ayudas dependerá de las próximas negociaciones con los socios europeos. El presidente Pedro Sánchez ha hecho una gira europea para tratar de convencer a otros países en un frente común respecto al tema de la electricidad y el precio del gas. España pide "desacoplar" el gas de la luz y para eso habrá que cambiar las reglas del mercado europeo.
- Habrá una decisión nacional junto con el Gobierno portugués, porque la sociedad y las empresas no pueden esperar más", explican.
- ofrecer ayudas directas y no rebajas de impuestos a los carburantes. La medida se financiará con presupuestos públicos y una contribución de las propias empresas petroleras.
2. Consenso con los agentes sociales “para responder con unidad de manera justa al impacto de la guerra”. De ahí la propuesta del pacto de rentas que planteó Sánchez al inicio de este mes de marzo. Muchos negocios no van a tener más remedio que trasladar el aumento de los costes de las materias primas y esto mermará todavía más el poder adquisitivo de los trabajadores. Se trata de frenar la llamada "espiral inflacionista" que ponga todavía más en peligro la recuperación económica. El conflicto va a suponer costes tanto para empresas como para las familias. La idea es repartir esa carga de manera justa.
- Por un lado los sindicatos y patronal siguen negociando el llamado Acuerdo Nacional de Negociación Colectiva.
- Con una inflación en el 7,6% (y subiendo por culpa de la guerra), la revalorización de los salarios es el punto más conflictivo.
- Los agentes quieren desvincular este acuerdo del pacto de rentas que les ha pedido el Ejecutivo.
- Los convenios colectivos registraron una subida del 2,26% en febrero.
3. Cogobernanza con las comunidades autónomas. “El diálogo con ellas es muy importante porque la mitad de los impuestos que gravan los carburantes (hidrocarburos e IVA) va a las arcas autonómicas”, explicaba el lunes la ministra de Economía. Las medidas que afecten a los impuestos afectan a la propia financiación autonómica, ya que parte de la recaudación de los tributos se destina a las regiones.
4. Acuerdo con los grupos políticos. El Ejecutivo quiere el máximo apoyo para su Plan. En los últimos días varios ministros negocian con los grupos políticos para tratar de conseguir "una amplia mayoría".
- Ya ha habido encuentros con el PP, Ciudadanos y grupo Plural.
- Los populares, que presentaron su propio plan, han pedido al Ejecutivo de Sánchez concreción. El PP estaba "predispuesto" a pactar con el Gobierno pero quiere actuar ya.
- Podemos también ha presentado su propia propuesta: fijar en 75 euros el MWh el precio de la luz.
5. Frente Unión Europa. Quizá el punto más relevante de todo el Plan. Hay que negociar con Bruselas las propuestas porque, por ejemplo, para bajar el IVA de los carburantes hay que cambiar algunas reglas comunitarias. Una idea en la que el Gobierno ha insistido mucho es que "un problema de dimensión europea requiere una respuesta a ese mismo nivel europeo".
La cuestión del mercado de la electricidad, qué hacer con el precio del gas disparado por culpa de la guerra (y que no tiene pinta de bajar en unos cuantos meses), cómo reducir la dependencia energética de Rusia, cómo encarar la subida del precio de materias primas básicas, de alimentos, la búsqueda de proveedores alternativos para determinados productos procedentes de Ucrania... La lista es larga.