El Gobierno activa el plan de guerra para atajar también una inflación desbocada

El Gobierno reconoce que otro de los objetivos de su plan de guerra es tratar de frenar "el impacto inflacionista" y que el IPC baje más rápido
La inflación escala hasta el 9,8% en marzo, su mayor nivel en 37 años
Los 6.000 millones de euros en ayudas para hacer frente al impacto de la crisis energética tienen otro objetivo no tan evidente: detener la inflación. O al menos intentarlo. "Las medidas más contundentes dentro del plan de choque van dirigidas también a frenar ese impacto inflacionista", explican fuentes del ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
El Plan de Guerra se aprobaba en Consejo de Ministros justo un día antes de que se conociera el dato del IPC adelantado de marzo. La cifra ha confirmado las peores previsiones: los precios subieron un 9,8%, la mayor tasa en 37 años. La mayor parte de la escalada de carburantes y electricidad se ha concentrado en el último mes tras la invasión de Ucrania.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido este miércoles que el IPC, "es un mal dato", pero confía en que las medidas aprobadas y el acuerdo para limitar el precio del gas permita "estabilizar" su evolución.
¿Cómo puede el plan del Gobierno incidir en esta tendencia creciente?
- Reducir 20 céntimos el coste del litro de gasolina pretende ayudar a los consumidores pero también que se traduzca en un menor impacto en la subida del IPC: si los precios son algo más bajos, alguna décima de inflación se puede evitar. Pero eso si se nota, será a partir del 1 de abril cuando entre en vigor la medida.
El Gobierno no ha querido cifrar cuáles son sus posibilidades, cuántos puntos de IPC pueden restar las medidas aprobadas este martes. "Estamos en un entorno de incertidumbre y el objetivo que nos hemos fijado es que la inflación toque techo cuanto antes y baje más rápido", contestaban fuentes en el ministerio de Economía.
La medida anti-inflación más potente tendrá que esperar
Seguramente la medida con mayor potencial de reducir el IPC es la rebaja de la factura de la luz. Pero precisamente este cambio es el que más tiempo va a tardar en aplicarse. Faltan mínimo "unas tres o cuatro semanas" de trabajos técnicos con la Comisión Europea para cerrar todos los flecos de cómo se va a hacer.
La regulación de los precios de la electricidad de manera diferente "por ser una isla energética" tendrá un impacto directo en todos los consumidores con tarifa regulada. Son doce millones. Son estos los que están representados en las estadísticas con las que se elabora el IPC. El INE está estudiando cómo reajustar el índice porque no incluye los contratos de los clientes en el mercado libre, que ahora ya son mayoría y tienen precios más bajos. Un estudio calculó que la inflación media en 2021 en lugar del 3,3% habría sido del 2,2% si se hubiera tenido en cuenta el precio de todos los consumidores de electricidad.
Puntos para un pacto de rentas
Demostrar con datos que se consigue doblegar la tendencia alcista de los precios podría reforzar la petición del Gobierno a los agentes sociales para llegar a ese Pacto de Rentas del que hablaba el presidente Pedro Sánchez a principios de este mes. "Tenemos todo el interés para que la inflación no se filtre en la formación de precios. Los sindicatos y los empresarios podrían negociar subidas salariales para un periodo más amplio de tiempo y con incrementos más acordes a niveles normales", explican en Economía.
Si el Gobierno consigue materializar que esta subida es "temporal" será más fácil lograr este acuerdo. La visión imperante sigue siendo la misma: la de una inflación pasajera. Lo confirmaba este martes el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE). El irlandés Philip Lane reconocía que la subida de los precios "es un gran problema en toda Europa" pero confía en que buena parte "se desvanecerá".