La inflación y la energía restarán siete décimas al PIB tanto en 2022 como en 2023

Aunque la previsión es que la inflación al 2% en 2023, el factor energético y “las dinámicas de inflación” seguirán restando crecimiento
Los precios de la electricidad del mercado PVPC se prevé que sigan en niveles de 300 euros MWh de media en los próximos tres años
“Me preocupa más la inflación que el impacto de la guerra en la confianza del consumidor”, resumía un analista hace unos días. Las nuevas proyecciones del Banco de España le dan la razón. La subida de precios y el coste de la energía son los factores que más crecimiento restarán este 2022 y también en 2023. Siete décimas menos en cada uno de los años.
Cuando se analizan los principales motivos que explican la revisión a la baja del 5,4% al 4,5% del avance del PIB que se esperaba para este año, el relativo a los precios es el más relevante.
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Así como en el caso de los problemas relacionados con los cuellos de botella (falta de suministros) y la confianza se atenúan con el tiempo, el impacto de las presiones inflacionistas en la economía persistirá. Incluso durante 2023, cuando se espera que el IPC vuelva a niveles de crecimiento más moderados del 2%, este factor seguirá restando siete décimas de crecimiento, según se desprende del análisis del Banco de España (BdE).
Habrá menos consumo de los hogares
La guerra en Ucrania junto con las tensiones inflacionistas que se arrastraban desde el año pasado ha llevado al organismo a duplicar de nuevo su previsión de inflación para este año hasta el 7,5% de media. La cifra anterior era del 3,7% y ya se había duplicado respecto a las anteriores.
La primera consecuencia que se espera es que las familias empiecen a gastar menos por la merma de poder adquisitivo que trae consigo una inflación de casi el 10%. Los precios seguirán en estos niveles hasta el verano, pronostica el BdE y además cada vez la inflación afecta a más productos. "Tenemos al 60% de los bienes y servicios del IPC subyacente (sin alimentos ni energía) por encima del 2%", explicaba Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del organismo.
El mecanismo de menor consumo todavía no se ha detectado pero se espera verlo activado ya en este segundo trimestre. Para este periodo el Banco de España pronostica un crecimiento casi nulo del PIB: del 0,1% respecto al arranque del año. Y aunque no forma parte de su escenario central, "no se descarta una recesión técnica". Es decir, dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo del PIB.
Los más de 80.000 millones de euros de ahorro acumulado no servirán para amortiguar el golpe en todas las familias. "La pérdida de capacidad de compra será mayor en el caso de los hogares con menores ingresos, que además suelen tener una tasa de ahorro comparativamente más reducida". Además muchos de estos consumidores no han podido acumular ahorro extraordinario durante la pandemia.
Vuelta a inflación del 2% con precios de la luz en 300 euros el MWh
El BdE descarta un impacto permanente en la economía de la guerra de Ucrania. Se sigue insistiendo en la idea de que las consecuencias son temporales. "No hemos percibido una destrucción de tejido productivo, sí una mayor vulnerabilidad de las empresas, pero tampoco una destrucción de empleo", explicaba Gavilán. "Además pensamos que los cuellos de botella se pueden mitigar con un poco de tiempo".
Sin embargo, la previsión de una energía cara sí parece más permanente: de hecho empeora respecto al pronóstico anterior. Ahora el BdE plantea un escenario con unos precios medios en el mercado mayorista para la tarifa regulada PVPC de:
- 310 euros MWh en 2022.
- 284 euros MWh en 2023.
- 308 euros MWh en 2024.
En estas previsiones no se ha tenido en cuenta el impacto de los cambios en los precios de la electricidad que está negociando el Gobierno español con Bruselas. El propio informe espera que esta medida suponga "una fuerte rebaja" y que pueda tener "un impacto significativo sobre los precios pagados por los consumidores". No se ha calculado, sin embargo, el impacto.
¿Cómo es posible entonces que el IPC solo vaya a subir un 2% el año que viene? Los economistas lo llaman "efecto nivel". La tasa de inflación compara un año con el anterior. Cuando 2023 compare con este 2022 el nivel será alto (porque ahora están subiendo mucho en relación a lo que vimos en 2021).
"Este año hemos subido unos escalones. El año que viene puede que no subamos ninguno, pero no significa que bajemos", explica Manuel Alejandro Hidalgo, profesor de la Universidad Pablo de Olavide y senior fellow en EsadeEcPol.
Un menor crecimiento del IPC no significa que carburantes, la luz o algunos alimentos vuelvan a precios más asequibles. La inflación no mide eso: calcula la variación, simplemente. La pérdida de poder adquisitivo será permanente si los hogares no han visto incrementados sus ingresos en el mismo porcentaje. El BdE pide "una respuesta moderada de las subidas salariales a la inflación" para evitar fenómenos de retroalimentación de los precios.
¿Entonces los trabajadores perderán poder adquisitivo? Seguramente. Por eso se habla de un pacto de rentas. "En realidad se trata de repartir los costes del shock energético", explicaba el director general de Economía y Estadística del BdE. "No habrá ganadores y perdedores porque todos pierden. Se trata de distribuir esas pérdidas".