Más allá de la visión de Sánchez y Casado, ¿cómo ha sido el año económico?

El presidente del Gobierno y el líder del PP dibujan realidades económicas muy diferentes
Sánchez augura un "fuerte crecimiento" y Casado tilda de "incompetente" la gestión económica
Pedro Sánchez y Pablo Casado, con un margen de una hora entre ambos, han hecho un balance económico del año que termina. Dos visiones completamente opuestas de la realidad a las que les han faltado muchos matices en ambas partes. Este es un resumen de cómo lo ha visto cada uno.
Visión Sánchez
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El Gobierno llega a la recta final después de haber aprobado en el mismo día los presupuestos de 2022 en el Congreso y la reforma laboral pactada con los agentes sociales (incluidos empresarios). Además, somos el primer país en recibir el primer tramo de ayudas de la UE: 10.000 millones transferidos esta semana. Broche perfecto para un año algo errático en lo económico y con unas cuantas sorpresas negativas.
Visión Casado
El Partido Popular opina que la gestión económica ha sido "terrible, incompetente y arrogante". "No entendemos ese falso triunfalismo", decía Casado. España no va bien porque estamos a la cola de la recuperación, esta reforma laboral no es la que necesita el país y ni de lejos está cumpliendo el Gobierno con lo prometido. ¿Escudo social? "La desigualdad se ha disparado y no se puede disfrazar esa tremenda realidad", aseguraba el líder de los populares.
¿Todo va fenomenal o fatal?
Para hablar de recuperación, el Gobierno prefiere mirar al futuro. Se augura un "fuerte" crecimiento económico. España crecerá más que la media europea en 2022 y 2023. Cierto.
- Lo que no cuenta Sánchez es que este año nuestro PIB recuperará menos que el resto y que nos estamos quedando rezagados en volver a los niveles de actividad precovid. De supuestamente "liderar la recuperación europea" hemos pasado a ocupar el puesto 17 de la tabla.
- Este 2021 las cifras de PIB quedarán muy por debajo de lo que el Gobierno insiste en no tocar: una previsión de crecimiento del 6,5% imposible. Con mucha suerte llegaremos al 5%.
Y es esta incapacidad del Ejecutivo de reconocer que no todo ha ido como se esperaba la utiliza el PP para hablar de "incompetencia en materia económica". Porque las revisiones a la baja de nuestro crecimiento han sido generalizadas (para este y el año que viene). Es como si cada vez se alejara algo más ese momento en el que la recuperación será del 100%.
- El Gobierno en todo momento les ha restado importancia con el mismo argumento: "con tanta incertidumbre es normal que haya revisiones a la baja y al alza".
- Además, se tira de los datos del mercado laboral para mostrar la fortaleza del crecimiento: "Hay más afiliados ahora que en 2018, antes de que entrara yo en el Gobierno. Y esto lo hemos conseguido con pandemia", presumía Sánchez.
¿Mucho peor que los demás?
"Si este virus ha afectado a todos por igual, ¿por qué a nosotros más? Porque hemos tenido un mal Gobierno", preguntaba y se contestaba a sí mismo Casado.
Desde el inicio de la pandemia se sabía que España iba a sufrir más que otras economías por su dependencia del turismo. Este sector tiene mucho más peso en nuestro país que en otros y le afecta más que a ningún otro las medidas de distanciamiento social. Lo más cerca que hemos estado de recuperar el turismo extranjero ha sido en octubre con casi el 70% de visitas de lo que sería normal. La sexta ola ha llegado en el mejor momento de esta recuperación. Este factor pesa.
"España lidera el ranking de las peores cifras", aseguraba el líder del PP. Bueno, esto estaba ya cantado. "Somos el país que más destruyó empleo, que más inflación tiene de nuestro entorno, mayor subida de la deuda pública, con peor cifra de déficit", añadía.
Por partes:
- El empleo que se destruyó ya se ha recuperado. Al menos en cifras globales estamos por encima de niveles precovid.
- Los precios suben algo más en España, en gran parte, por el mayor peso que tiene la energía en nuestro IPC, explicaba el Banco de España en uno de sus últimos informes. También es cierto que para 2022 se ha duplicado la previsión de inflación hasta el 3,7% y el Gobierno ha dicho muy poco al respecto. La realidad es que muchos hogares están perdiendo poder adquisitivo.
- La deuda ha subido más en nuestro país que en otros. Tiene cierta lógica si nuestra caída de PIB fue también mayor. El aumento del endeudamiento es un reflejo de la lucha contra la crisis del covid. A veces se olvida este hecho cuando se le echa la culpa al Gobierno de las cifras récord. Si nos fijamos en niveles, Italia tiene más deuda pública que nosotros.
- En cuanto al déficit: no somos campeones. Italia y Grecia nos ganarán este año, según las previsiones de la Comisión Europea. Nuestros números rojos serán iguales a los de Francia: el 8,1% del PIB en 2021. Esta es casi la única previsión que va a conseguir cumplir el Gobierno este año. La recaudación de impuestos está yendo muy bien (otro signo de recuperación al que se señala desde el Ejecutivo).
Impuestos y luz
Este ha sido también el año de la luz. Bajo el lema de 'Cumpliendo' el presidente ha vuelto a reiterar que los hogares pagarán lo mismo de electricidad que en 2018. ¿Cierto?
- Todavía no lo sabemos, pero Sánchez admite que los que tengan tarifa PVPC (tres de cada diez) sí pagarán más.
- Lo que ocurre es que, al juntarlos con el resto de hogares en tarifa libre (como si juntas hipotecas a tipo variable y a tipo fijo), de media el compromiso se mantendrá, insiste el presidente.
Para Casado lo de 'Cumpliendo' es "recochineo". "El Gobierno ha reconocido que mintió al no cumplir con su promesa de la luz". El PP es partidario de bajar todavía más el IVA en este apartado.
Respecto a los impuestos en general, un clásico en estos balances de año, Casado ha recriminado que se hayan subido. "Según la OCDE, solo México nos supera". Se refería a un informe con datos de 2020 en el que España, efectivamente, lideraba la subida de la "presión fiscal". Lo que ocurre es que el incremento de este indicador refleja más el hundimiento del PIB que la subida de impuestos en el año de la pandemia.
Mirando solo a 2021, el Gobierno subió impuestos a grandes empresas, diésel, rentas altas, planes de pensiones, aseguradoras y refrescos. Todos con un efecto recaudatorio limitado. La verdadera reforma fiscal del Gobierno (léase más subidas de impuestos) se planteará después de escuchar en primavera las propuestas de un grupo de expertos.