Parón de la gran industria en marzo y nervios ante el retraso del tope al precio del gas

La producción de productos minerales registró en marzo su mayor caída en 13 años si exceptuamos los primeros meses de confinamiento por covid
Cada día que pasa sin aplicar el mecanismo para limitar el precio de la luz estamos pagando "70 euros más por el megavatio hora", según AEGE
El Gobierno ha enviado los detalles de la llamada "excepción ibérica" a Bruselas para que la Comisión dé su visto bueno
Los días se están haciendo eternos para muchas empresas. El mecanismo para abaratar el precio de la luz no termina de llegar. Con más de una semana de retraso sobre lo inicialmente previsto, el Gobierno envió este viernes a Bruselas los detalles de su plan para aplicar la llamada “excepción ibérica” en el mercado eléctrico. Ahora falta que la Comisión Europea le dé su visto bueno, que se apruebe en Consejo de Ministros y entonces se pueda comenzar a aplicar.
Antes del #RCE2022 he conversado con la presidenta @vonderleyen sobre la agenda europea y la guerra en Ucrania. España y Portugal hemos enviado a Bruselas nuestra propuesta de tope del precio de la electricidad. Esperamos el visto bueno de la Comisión para su puesta en marcha. pic.twitter.com/uOWsXmljjy
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) 6 de mayo de 2022
“Cada día que pasa sin esta medida estamos pagando 70 euros más por el megavatio hora”, se lamenta Fernando Soto, director de AEGE, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía. El coste de la energía es determinante para la competitividad de industrias intensivas como cementeras, siderúrgicas, papeleras, refinerías, azulejeras, químicas…
En marzo, con el megavatio hora más caro de la historia (283 euros de media), muchas fábricas decidieron parar. Como resultado, la producción de productos minerales (azulejos, cemento, hormigón, esmaltes…) cayó un -11,6%, según los datos del INE. Se trata de su mayor descenso en trece años si exceptuamos el impacto de los primeros meses de confinamiento por covid. En el caso del sector químico, la fabricación se hundió un 8% en marzo, también un porcentaje mensual muy elevado.
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española, una iniciativa que representa a empresas que generan el 55% del PIB, hablaba esta semana de "situación dramática y sin perspectiva de mejora en el corto plazo". Esperaba, sin embargo, que el mecanismo "exitosamente pactado con la Comisión Europea" tenga un "efecto inmediato".
Los futuros ya están cayendo
El anuncio del tope al gas para limitar el precio de la electricidad ya se refleja en los futuros eléctricos de España, que han caído un 20%. Gracias a este descenso se espera que terminemos el año con un coste medio del megavatio hora en los 175 euros (véase datos para 2022* en el gráfico). Es un salto del 56% respecto al año pasado, pero es que hasta el mes de abril, el precio medio rondaba los 220 euros/MWh. Era justo el doble que en 2021.
Si se confirman estas previsiones, en el mercado mayorista tendremos un precio de la luz más bajo que otros países europeos. De los grandes, el único por debajo del nivel de los 200 euros MWh, según el barómetro de AEGE. ¿Serviría esta diferencia para recuperar algo de competitividad frente a las industrias de estos países? La respuesta del sector es un rotundo 'no'.
España es diferente
Otra diferencia de nuestro país respecto al resto es que aquí las empresas electrointensivas compran el 90% de la energía que consumen al precio que marca el mercado cada día. Eso les deja muy expuestas a la volatilidad y al encarecimiento que estamos viendo en los últimos meses. "El coste eléctrico para las empresas indexadas al pool ha crecido en los últimos doce meses el 158%", según la consultora Grupo ASE.
"Nuestras industrias intentan competir internacionalmente en creciente desventaja de costes frente a terceros”, destacaba la Alianza por la Competitividad de la Industria Española. Aunque se consiga reducir este año respecto a otros países no servirá como un mecanismo para recuperar terreno perdido. Dos casos para explicarlo:
- En Francia, las empresas tienen directamente una tarifa fija de 42 euros MWh para el 62% de la electricidad y el resto se paga a precio de mercado.
- En Alemania, la mayor parte de la gran industria compra su energía en contratos con las eléctricas a precios más competitivos que los del mercado.
Así pues, las empresas francesas y alemanas no se ven tan afectadas por la subida de precios derivada de la guerra en Ucrania. Eso es lo que querría hacer la industria española, pero no puede. "No hay ofertas asumibles. Si las hubiese, la industria tendría sus contratos fijos. Esto es lo que pidió Teresa Ribera a las eléctricas: "hagan ofertas". Pero cuando empezaron a subir los precios, dejaron de hacerlo. Los contratos no llegaron", expone Soto.
Las multinacionales están acostumbradas a tener contratos bilaterales a tres o cinco años para cubrir el coste energético, explican en AEGE. "Cuando han querido replicar estos modelos en España los precios que ofrecen las eléctricas son disuasorios. Eso ha sido una práctica", sostiene Soto. La Alianza cree urgente que se celebren subastas de electricidad para grandes consumidores "como vía para potenciar contratos bilaterales a precios competitivos".
Lo bueno y lo malo de ser una isla energética
El factor "isla energética" aceptado por la Comisión Europea nos va a permitir aplicar un tope al gas durante un año. "Supondrá un ligero respiro", según una nota del Grupo ASE. "A falta de conocer la letra pequeña, estimamos que el límite del precio de electricidad se encontraría entre los 120-130 euros/MWh durante los primeros seis meses y entre 140-150 euros/MWh en los seis siguientes".
Otros países europeos están totalmente conectados. Eso significa que hay libre circulación de kilovatios de un lugar a otro. No es nuestro caso: la capacidad física (los cables, vamos) para que la electricidad pase al otro lado de los Pirineos se limita a menos del 3% de lo que consumimos. Sin embargo, el argumento de excepción ibérica no convence a todos. El presidente de Iberdrola ha negado que seamos tal isla en el terreno energético.
Pero si tuviéramos una mayor interconexión con Europa, la industria española podría firmar un contrato de suministro eléctrico con una empresa en Alemania o Dinamarca. Hoy por hoy eso es materialmente imposible: los kilovatios no podrían llegar. "Nuestra singularidad es un hecho", insiste Soto. "El 98% de la electricidad que consumimos se genera en España y no hay competencia de fuera. El precio lo fijan los de aquí".