Reformas primero, subida de impuestos después: algunas claves del Plan de Recuperación

La Comisión Europea tiene ahora dos meses para analizar el plan español
La gran parte de los cambios en los impuestos no entrará en vigor hasta 2023
Son más de 1.500 páginas de plan. 212 medidas: 110 son inversiones y 102, reformas. “El plan elevará el potencial de crecimiento de la economía por encima del 2%”, ha detallado la vicepresidenta económica Nadia Calviño. Entre inversiones y reformas se espera conseguir “un cambio profundo de la economía”.
Hay dos reformas clave en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado el viernes a Bruselas: pensiones y mercado laboral. Ambas se está negociando con los agentes sociales pero el Gobierno ya ha marcado las líneas de por dónde quiere ir:
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- Laboral: reducción de contratos, modernización de la negociación colectiva, revisar las bonificaciones a la contratación e instaurar una nueva versión de ERTE para futuras empresas en crisis.
- Pensiones: aproximar la edad efectiva de jubilación a la edad legal, asegurar el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y diseñar un sistema de cotización de autónomos en función de sus ingresos reales para su entrada en vigor en 2022.
Además de estos cambios, no cerrados todavía en el marco del diálogo social, el plan incluye una serie de modificaciones e ideas que afectarán a los impuestos que pagamos. Su entrada en vigor se retrasa, en la gran mayoría de los casos, a partir del año 2023. Estos son sus principales puntos:
Peajes por circular en carretera
Se propone “el pago por uso de la red viaria de carreteras”. Hasta finales de 2023 no se analizará esta medida incluida dentro de la movilidad sostenible. Se ha presentado hace poco “para generar un debate público”, explica el plan. El Gobierno argumenta que toda la población se beneficiará de una movilidad “más sostenible y respetuosa con el medioambiente” pero reconoce que espera “posible oposición por los agentes afectados”.
¿Qué dice el plan? La literalidad es: “deberán analizarse las figuras que gravan o que podrían gravar la utilización o disposición de vehículos o el uso de carreteras, entre otros”.
¿Por qué se hace? Para pagar la conservación de las carreteras y para reflejar también el coste del impacto medioambiental. “Las emisiones de gases de efecto invernadero del sector transporte tienen en España un mayor peso relativo que la media de la Unión Europea (un 26,1% frente a un 21,7%). En particular la carretera es responsable de más del 93%”.
Impuestos verdes
Precisamente si hay un apartado en el que claramente España “tiene mucho margen de mejora” (porque tiene pocos en comparación con Europa) son los impuestos medioambientales. Estos tributos sirven para recaudar pero también para “penalizar comportamientos inadecuados e incentivar las actitudes responsables en materia de lucha contra la contaminación y el cambio climático”, según el plan.
¿Dónde se harán cambios?
- En los impuestos que paga el sector aéreo por sus emisiones.
- En la tributación de la gestión de residuos.
- Habrá un impuesto a los envases de plástico no reutilizables este mismo año.
- Se modificará el Impuesto sobre los Gases Fluorados. Estos gases se utilizan en sistemas de refrigeración (aire acondicionado y bombas de calor) y en industrias como la cosmética y farmacéutica.
- Se revisarán los impuestos que afectan a la matriculación de vehículos.
- Los impuestos del diésel se equipararán a los de la gasolina.
Beneficios fiscales
La desgravación por alquilar una vivienda, es un beneficio fiscal. El IVA reducido en ciertos productos o servicios, es un beneficio fiscal. La desgravación por declaración conjunta, otro... Hay muchos más.
El total estos beneficios restan 60.000 millones de euros de recaudación al año (con ese dinero se pagan seis meses las pensiones). El Gobierno ya tiene encima de la mesa un análisis sobre su efectividad (se llama Spending Review y lo hizo la autoridad fiscal independiente AIReF en 2020). Pero además, el Gobierno le ha encargado otro estudio a un grupo de expertos.
¿Que se va a hacer? El plan propone evaluar 15 beneficios fiscales. Se irán analizando de cinco en cinco a partir de 2022. Los primeros cambios no llegarán hasta 2023.
¿Qué se ha hecho ya? Retocar los beneficios de las aportaciones a planes de pensiones y el IVA a bebidas azucaradas.
Ahora mismo, todavía en fase de recuperación, “no es el momento pertinente para modificar el resto”, explica el Gobierno. Lo de quitar la desgravación por declaración conjunta, “fue un error” que coló en el plan, ha explicado Calviño. Este beneficio se analizará con el resto.