A Pablo Casado lo escuchan en Polonia


El líder del PP amenaza con llevar a los tribunales europeos la reforma del CGPJ y deja caer que eso podría retrasar la llegada de fondos europeos
Polonia pregunta a la Comisión Europea si va a sancionar a España por esos cambios judiciales porque ellos ya están sancionados por esta cuestión
El Gobierno remite este jueves su plan presupuestario de 2021 a Bruselas
Hasta Polonia. Hasta allí ha llegado el bronco debate político español. Pablo Casado amenazó este miércoles con ir a los tribunales “españoles y europeos” para frenar la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que pretende el Gobierno. Unos cambios que el líder de los populares calificó como “reforma a la polaca”. Utilizaba ese símil porque la Comisión Europea tiene varios expedientes sancionadores abiertos contra Polonia por socavar la independencia judicial.
La mención en la sesión de control ha podido activar algoritmos, rastreadores de noticias y keywords (nunca se sabe) que quizá hayan empezado a mandar alertas a Varsovia. “¡Que en España han dicho reforma a la polaca!”. Sea como fuere, por la tarde del miércoles entraba en juego la segunda derivada del ‘factor polaco’. El viceministro de Exteriores de Polonia, se lanzaba a Twitter para preguntar si la Comisión Europea también iba a abrir un expediente sancionador a España por los cambios que planea en sus sistema judicial.
MÁS
No parece muy factible. España no es Polonia. Pero aún así, Casado le espetaba a Sánchez. “No ponga en riesgo los fondos de reconstrucción europeos por atacar nuestro estado de derecho”. El líder del PP dejaba caer que las ayudas para la reconstrucción pueden estar en peligro.
Hablamos de 27.000 millones de euros para 2021, y que según explicó la semana pasada Sánchez, se activarían en cuanto se aprueben los presupuestos. Unas cuentas que este jueves precisamente viajan a Bruselas como todos los años para que la Comisión Europea haga los comentarios pertinentes. No se esperan grandes contratiempos en este trámite: la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, conoce bien este papeleo comunitario. “Hay mucho interés en hacer las cosas bien y no tener problemas con Bruselas”, comenta una persona que habló hace días con la ministra.
“Para nada deberían espantar a ninguna formación política”, explicaba la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Venía a decir: si este año que viene habrá precisamente dinero para gastar, que es lo que suele escasear, ¿cómo no se van a apoyar las cuentas? El mantra del Gobierno es que los presupuestos ya están “prácticamente cerrados”. Pero el caso es que ni siquiera han sido aprobados en Consejo de Ministros, ni se sabe todavía si se contarán con los apoyos parlamentarios suficientes para validarlos en el Congreso.
Para el ministerio de Economía, que es el que está diseñando la estrategia de la reconstrucción, es fundamental poder contar con ese dinero europeo el año que viene. Según las previsiones que se enviarán a la Comisión, nuestra economía rebotará un 7,2%, después de sufrir la mayor caída de todas las economías avanzadas en 2020, según el FMI. Pero la cifra de la recuperación podría alcanzar casi el 10% si se suma el efecto de las ayudas europeas. “Tenemos un plan, pero necesitamos los presupuestos”, es el mensaje que repite el equipo de Calviño.
El efecto multiplicador en el crecimiento de los fondos europeos es discutible, pero podría entrar dentro de rango si nada se tuerce. Y en tiempos de covid, quizá es mucho pedir. “La ministra está preocupada por el entorno económico pero tiene una visión optimista: asume que lo peor ha pasado, como casi todo el mundo”, explica un experto.
“Tenemos los recursos, la hoja de ruta. Éste es el desafío de nuestra generación”, afirmaba Sánchez cuando presentó las líneas generales del proyecto de reconstrucción. Unos planes que, para poder empezar a ponerlos en marcha les queda: presentación de cuentas con Sánchez e Iglesias (en principio antes de que termine octubre), trámite en Congreso con votos suficientes y entrada en vigor ya una vez empezado el año 2021. Eso, si nada se tuerce...