El precio de las materias primas se dispara y despierta el fantasma de la inflación


El petróleo cotiza en niveles superiores a los anteriores al estallido de la pandemia
La madera ha triplicado su precio y los metales industriales registran importantes subidas
La fuerte demanda de materias primas eleva su precio y produce cuellos de botella en la producción industrial
¿Temporal o permanente? No estamos hablando de maquillaje ni de contratos de trabajo sino de la pregunta que se ha convertido en el centro del debate económico de la temporada: El alza de precios de los últimos meses, ¿es puntual o anuncia un cambio de ciclo?
En España la inflación se situó el pasado mes de mayo en el 2,7%, lo que supone el nivel más elevado en más de cuatro años y se ha convertido ya en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. También en la Eurozona los precios han crecido un 2% en el último año, y en Estados Unidos el repunte ha llegado al 5%, el mayor ritmo en 13 años.
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Este ascenso se explica por la rápida recuperación de la economía tras el parón provocado por la crisis del covid y las dificultades para ajustar la oferta a la velocidad de crecimiento. Las materias primas acusan este fuerte incremento de la demanda, que llega sobre todo de China, y están registrando un auténtico boom de sus precios. A esta fiebre se han sumado los inversores, que han visto en estos productos una fuente de rentabilidad importante.
Petróleo
Los productos energéticos han mostrado un enorme crecimiento en los últimos meses. El petróleo, que llegó a marcar mínimos al estallar la crisis del covid en marzo del pasado año se ha recuperado con fuerza. Ahora el barril de Brent cuesta un 77% más que hace un año. Está por encima de los 70 dólares y desde abril supera los precios que marcaba antes de la pandemia. Lo mismo ocurre con los precios del crudo WTI (de referencia en EE.UU), y eso que todavía no se ha recuperado la mayoría del tráfico aéreo, que es responsable de una parte importante de la demanda de combustible.
La subida del precio del petróleo no arrastra solo la de los productos energéticos sino, también, del transporte y de muchísimos productos que lo necesitan para su elaboración.
Madera
La madera es una de las materias primas que más ha sufrido la rápida recuperación de la demanda y las dificultades para restablecer su oferta. Tanto es así que los cuellos de botella en su suministro son una de las causas que, según el Ministerio de Economía alemán, han provocado la caída de la producción industrial en un 1% en el país durante el mes de abril.
Su elevada demanda está provocando que los precios se hayan triplicado en el último año. Desde el pasado junio la cotización ha crecido cerca de un 214%.
Cobre, aluminio, níquel
Los metales industriales son otras materias primas que están registrando un boom. El cobre, indispensable para la industria tecnológica, ha llegado a superar los 10.000 dólares por tonelada en las últimas semanas y se ha revalorizado más de un 70% en el último año.
Comportamientos similares, aunque con subidas algo más moderadas, han registrado metales básicos para el sector manufacturero como el aluminio (su cotización ha crecido más de un 50% desde junio de 2020) o el níquel (+38%).
Ante estas subidas, China, el mayor comprador mundial de materias primas ha asegurado esta semana que vigilará los precios ya que la inflación de la producción industrial registró en mayo una subida del 9%, la mayor desde septiembre de 2008.
Al comportamiento alcista de las materias primas se une también a las dificultades en el tráfico de mercancías que desde finales del pasado año está mostrando problemas para absorber la recuperación económica. La falta de espacio en los buques portacontenedores ha originado un aumento del precio de los fletes, que han llegado a multiplicarse por cinco, y que se traslada también al precio que acaban pagando los consumidores por los productos.
De momento, mercados, gobiernos y organismos internacionales apuestan porque esta subida de los precios sea transitoria y se modere según la oferta pueda ir dando respuesta al aumento de la demanda provocada por la salida de la crisis.