El pueblo más joven de España está en Navarra y el más viejo en Teruel

Valle de Egüés y La Estrella son los pueblos más distantes de España. Pero no en distancia, sino en la edad media de sus habitantes. Entre uno y otro hay 414 kilómetros, pero lo que llama la atención es la brecha entre sus edades medias. La del más viejo es más del doble que la del más joven.

A menos de media hora de Pamplona en coche encontramos el municipio de Valle de Egüés. Sus 20.000 vecinos pueden alardear de que tienen la edad media más baja de España, sólo 31,5 años. De cada 10 habitantes, tres tienen menos de 18 años. Y sólo el 4,4% ha superado la edad de jubilación. (En el mapa puede ir a buscar tu pueblo).

Esta “juventud” de la localidad navarra responde, en gran parte, al elevado tamaño medio de sus hogares. En ellos viven, de media, casi tres personas. Y en casi todos hay, al menos, un menor de edad.

La Estrella, en Teruel, está a años luz. Es el municipio más envejecido de España. La edad media es de 68 años, más del doble que la de la joven localidad navarra.

Siete de cada 10 de los poco más de 200 habitantes que tiene La Estrella superan los 65 años. Y más de la mitad viven solos. Encontrar un menor de edad es casi misión imposible en este municipio. Sólo dos de cada 100 habitantes tienen menos de 18 años.

Estos datos se extraen del Atlas de distribución de renta de los hogares que ha publicado recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrece una nutrida información demográfica municipal y, lo que es más novedoso, a nivel de sección censal (el equivalente a lo que conocemos como barrios).

Henche, una pequeña localidad de Guadalajara, y El Tejado, en Salamanca, son los municipios con mayor porcentaje de hogares unipersonales. En siete de cada 10 viviendas de estos municipios solo vive una persona.

Por el contrario, en la sección censal 04012 de Jerez de la Frontera (que comprende la Avenida del Altillo desde la calle Antares hasta el paseo de Sementales) y en la 01037 de Las Rozas de Madrid (ubicada en torno a la avenida de Lazarejo) el porcentaje de hogares unipersonales ni siquiera alcanza el 4%. Vivir sólo es lo raro en estos barrios.

En varias zonas de Almería, Ceuta y Melilla el tamaño medio del hogar supera las cuatro personas. Y lo mismo sucede en otros barrios de Pozuelo de Alarcón, Las Rozas de Madrid, Alcobendas y El Ejido. Sin embargo, si se observan los ingresos medios por hogar las diferencias son notables entre ellos.

En Alcubilla de Avellaneda, el panorama es muy distinto. En esta población de Soria el tamaño medio del hogar es de apenas 1,4 personas. Casi 60 de sus poco más de 100 habitantes superan los 65 años. Y dos de cada tres viven solos.

Si nos alejamos de los barrios y pueblos y nos fijamos en su totalidad en el mapa demográfico de España, el Atlas nos dibuja un país envejecido en ambas mesetas y en la cornisa noroeste. Y algo más rejuvenecido en el arco mediterráneo, el centro y las islas.

La evolución, sin embargo, muestra que el envejecimiento avanza. Y a gran ritmo. La edad media de la población española alcanzó en 2019 un nuevo máximo en los 43,4 años. En 1979 era 10 años menor: 33,5 años.

Y viendo cómo evoluciona la natalidad parece que el “invierno demográfico” arrecia. En 2018, con una población de 46,6 millones de habitantes, nacieron 367.000 niños en España. En 1978, con 10 millones menos de habitantes nacían casi el doble de bebés, 640.000.

A la vista de estos datos, y salvo que la situación se alivie por factores como la inmigración o por un repentino repunte de la natalidad, España seguirá envejeciendo. Afortunadamente, como se puede ver en los mapas del Atlas del INE, quedan zonas de esperanza. Porque, como reza el refrán, la alegría va por barrios.