La química Sniace cesa su actividad ante la falta de capital para saldar pagos

La arrendadora de la planta de Sniace había cancelado el contrato de alquiler cinco años antes de lo estipulado
Desde Sniace señalan que la causa del cierre se debe a la bajada del precio de la celulosa 'dissolving' en el mercado
La empresa química española Sniace ha cesado su actividad ante la falta de capital para hacer frente a diversos pagos, derivada del convenio de acreedores aprobado tras su salida de situación de concurso en 2015. Este viernes solicitará su liquidación, junto a las de sus sociedades participadas Celltech y Viscocel, al juzgado. Han señalado a la caída del precio de la celulosa dissolving como causante de esta deriva.
Así lo ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), implicando la suspensión de su ejercicio de administración y disposición sobre su patrimonio, nombramiento de administradores concursales, vencimiento anticipado de créditos concursales aplazados, además del comienzo de las operaciones de liquidación.
Esta determinación llega tras la suspensión, cinco años antes, por parte de la firma Cogen del contrato de arrendamiento y gestión de la fábrica en Torrelavega (Cantabria), el encierro de varios trabajadores por el impago de la última nómina y la suspensión de su cotización en Bolsa por parte del regulador.
La transición ecológica
Cogen basó su decisión en las pérdidas soportadas como resultado de la gestión de la planta. No obstante, la razón fundamental es la "aplicación inminente" de los nuevos parámetros retributivos de la producción de electricidad, recogidos en la orden ministerial del 9 de enero de 2020 realizada por el Ministerio para la Transición Ecológica.
De acuerdo a la empresa, su aplicación en la fábrica supondrá una pérdida de nueve millones de euros. Por su parte, desde la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) se muestran preocupados por el "brusco e inesperado" ajuste del Gobierno, que tendrá un impacto de 450 millones de euros en el sector. En la misma línea, desde Cogen han aseverado que estas situaciones "han desincentivado el interés por parte de cualquier inversor y ha truncado la evolución de la actuaciones que se estaban llevando a cabo para el saneamiento financiero de Sniace".
Pese a que en los últimos meses el consejo de administración de Sniace había buscado nuevos inversores para aumentar el capital, los acontecimientos han impedido la viabilidad financiera de la entidad.
La preocupación del Gobierno cántabro
La reacción por parte de la Administración cántabra no ha tardado en llegar, el consejero de Industria, Francisco Martín, ha transmitido que sienten preocupación por "el daño social" que puede conllevar el cierre de la planta.
"En este momento solamente puedo pensar en los mas de 400 trabajadores que se ven directamente afectados por esta decisión. Mañana, al hablar con la empresa llegará el momento de otro tipo de valoraciones", ha concluido.