Una revisión inédita del PIB complica la recuperación y los presupuestos de 2022

El INE ha reducido del 2,8% al 1,1% su dato de crecimiento trimestral del PIB del segundo trimestre de este año
Nunca se había revisado tanto una cifra y eso complica la previsión de recuperación de este mismo año
El PIB podría crecer en torno al 5% en lugar del 6,5% previsto por el Gobierno
"Una cosa muy rara". "Algo inédito". "Un shock numérico". Los analistas recurrían a estas expresiones para definir lo ocurrido con el dato de crecimiento de la economía española. Es como si uno va en un tren a 280 kilómetros por hora (o eso marca el panel informativo) y resulta que al rato le dicen que no, que eran sólo 110 km/h y que por ese motivo la llegada se retrasa. Algo parecido ha ocurrido con la recuperación económica. El dato del PIB del segundo trimestre ya no es el 2,8% que había calculado en julio el Instituto Nacional de Estadística (INE), sino un 1,1%. Traducido en millones: son cerca de 5.500 millones de PIB menos. Es una corrección sin precedentes.
Más allá de las explicaciones técnicas sobre lo ocurrido (de las que hablaremos más adelante), la historia tiene toda una serie de derivadas importantes.
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- Para empezar que el año es muy difícil que termine como espera el Gobierno: con una recuperación del 6,5% del PIB.
- “Las previsiones para 2021 quedan completamente machacadas, al menos que tengamos un rebote brutal en el tercer trimestre, y eso me parece difícil”, explica Ángel Talavera, economista jefe para Europa en Oxford Economics.
- ¿Cuánto menos se terminará creciendo? Pues un punto porcentual más o menos. "Sobre un 5% en lugar de un 6,5%", contesta un experto consultado. Los meses de julio a septiembre serán clave.
Esta revisión de un dato de PIB, nunca vista hasta ahora, no podía llegar en peor momento para el Gobierno. El mayor inconveniente es que en los próximos días presentará unos presupuestos basados en unas cifras que muchos no se van a creer. En el terreno político no va ayudar nada este error de cálculo del PIB.
La bronca ya ha arrancado este jueves. PP y Vox han criticado muy duramente a la vicepresidenta económica Nadia Calviño. "Ya ha hecho el ridículo y no es capaz de perdón", le espetaba el diputado popular Hispán Iglesias de Ussel. "Me sorprende que les sorprenda que haya revisiones", le ha respondido la la ministra, defendiendo las previsiones del Ejecutivo y asegurando que están marcadas por la prudencia.
Por qué es importante
Más allá del debate político hay también consecuencias económicas. Para poder hacer cualquier presupuesto hay que tener una idea de ingresos y de gastos. Con el Estado ocurre exactamente lo mismo. Este punto de partida siempre ha sido objeto de críticas. Las previsiones del Gobierno (da igual quién sea) se suelen tildar de "poco creíbles" o "demasiado optimistas" desde la oposición (da igual el partido que sea).
Con este cambio de velocidad que ha comunicado el INE, la previsiones que el Gobierno confirmó justo hace dos días, "saltan un poco por los aires", según un experto consultado. "Imagínate que tienen que anclar todo su presupuesto a unas cifras que no son creíbles. Veremos lo que hacen", explica un experto. Esto es importante también porque estas previsiones son las que se mandan a Bruselas para decir: "oigan, que vamos a hacer los presupuestos con estos números".
No solo eso. Esta semana el Ejecutivo lanzaba un nuevo mensaje para apuntalar su visión de recuperación robusta. "El PIB diario estará en los niveles prepandemia a finales de este mismo año", aseguraba Calviño el martes. Primera vez que se escuchaba hablar de esta referencia: "PIB diario". Cuando se pregunta a los analistas nadie sabe responder a qué se refiere exactamente el Gobierno.
¿Cambia algo? De momento, no
Esta menor intensidad de la recuperación económica, ¿supone ajustes en el proyecto de presupuestos 2022? ¿Cambiarán partidas de ingresos, de gasto, de políticas, de números rojos, de deuda...? "A lo mejor no se les viene abajo la previsión de ingresos y pueden jugar con las elasticidades de la recaudación", explica una persona que conoce bien cómo se elaboran las cuentas públicas.
De momento, la versión oficial es que todo se va a quedar como estaba. El Gobierno ha dicho que, pese al agujero "Los indicadores muestran que la economía ha comenzado a recuperarse desde marzo y está evolucionando de menos a más en los últimos meses", insisten en el departamento que dirige Calviño.
Sin embargo, desde el Banco de España se cree que la economía va justo al revés: de más a menos. Un hecho que se observa también en otros países y en los datos que van llegando. El último, el índice del PMI en septiembre. La recuperación de la eurozona sigue ralentizándose por los precios y los cuellos de botella, según este indicador. "El dato del PMI ha sorprendido a la baja. Está todavía en terreno expansivo pero pierde impulso", analiza un experto. Esto da fuerza a la teoría del "más a menos".
Explicación oficial: junio fue clave
Ahora viene la parte que teóricamente explica lo ocurrido en la estadística. El INE ha aportado tres puntos claves para basar su reducción de crecimiento del 2,8% al 1,1%:
- Que junio no fue tan bueno como se esperaba. El INE tuvo que hacer su primera previsión con datos provisionales de junio de la Agencia Tributaria (AEAT) porque los definitivos no estaban. Esto es así siempre. Pero resulta que este año las cifras actualizadas remitidas por la AEAT fueron inferiores a lo adelantado. Sobre todo en servicios e industria manufacturera. Este es el factor que más ha pesado en la revisión a la baja.
- Y eso se tradujo también en un intensidad del consumo de los hogares algo menor.
- También afecta, pero bastante menos, un cambio de composición del PIB. Este factor es más bien estadístico.
El INE habla de la dificultad de poder medir bien en las circunstancias actuales. "Es un período de grandes y rápidos cambios en la evolución a corto plazo de la actividad económica que, tanto por su origen como por su magnitud, suponen un desafío estadístico sin precedentes", explica en la nota de prensa. En el ministerio de Economía se escudan en un argumento parecido. Sin embargo, mucho más complicado era medir hace unos meses.
"Me parece muy sorprendente. Ni por la pandemia, con mucha más incertidumbre y sectores enteros básicamente cerrados, hemos tenido revisiones así", apunta Talavera. ¿Cómo es posible que ocurra esto ahora cuando es más fácil poder observar lo que está ocurriendo? No solo eso: ¿Cómo casa esto con otros datos bastante buenos que se registraron entre abril y junio? Muchos analistas no terminan de entenderlo.
Qué ha cambiado
Todo ha sido mucho menos espectacular de lo que se dijo hace unos meses. Las familias gastaron más, un 4,7%, pero no tanto como se dijo en julio (un 6,6%). Las exportaciones crecieron menos, la importaciones aumentaron más (y esto resta crecimiento al PIB) y la inversión registró una mayor caída de lo previsto.
Por qué sigue siendo raro un 1,1% de crecimiento trimestral
Aún con explicaciones, más o menos convincentes, los números siguen sin terminar de cuadrar.
- Sí, el 2,8% de crecimiento en el segundo trimestre fue una sorpresa. Pero no iba tan desencaminado. Muchos analistas esperaba una cifra del PIB por encima del 2%.
- El propio Banco de España pronosticaba un avance del 2,2% para ese periodo en su escenario central. Y ahora resulta que el INE dice que es la mitad de eso: un 1,1%.
Hay algo que no termina de encajar. Entre abril y junio se crearon casi 240.000 empleos y cerca de 300.000 trabajadores salieron de su ERTE. Los datos de la Encuesta de la Población Activa fueron buenos y volvieron a niveles de crecimiento parecidos a los de 2018 . La movilidad se recuperó totalmente tras el fin las restricciones y el avance de la vacunación. Había señales de una recuperación intensa. Los ingresos tributarios subían con fuerza, sobre todo por IRPF. ¿Qué ocurrió entonces? Pues algo raro también, seguro.