La semana del pánico bursátil por el coronavirus


Las bolsas europeas viven una semana negra por el miedo al impacto del coronavirus
Al riesgo del impacto del efecto China se suma un riesgo 'más local': la llegada del virus a Italia
Y en la semana ocho... llegó el pánico. Los mercados financieros, que habían permanecido más bien ajenos al posible impacto económico del coronavirus, han decidido de golpe que están muy preocupados. El termómetro del miedo ha ido subiendo hasta precipitar pérdidas de millones y millones de euros en las principales plazas bursátiles: Tokio, Milán, Fráncfort, Londres, Madrid, Nueva York, Shanghai...
La bolsa española ha cerrado su peor semana desde mayo de 2010. El Ibex-35 se ha dejado casi un 12% en cinco jornadas. Un porcentaje de pérdidas muy parecido al que se han apuntado otros índices. "Parece que haya llegado el fin del mundo", apunta Nicolás López, director de inversiones en M&G Valores. "Uno sabe que la bolsa puede corregir en cualquier momento, pero estas caídas son anormales. El mercado está cayendo puramente por miedo por algo que no sabemos cómo va a evolucionar".
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¿Tiene lógica?, se preguntan muchos inversores estos días. ¿Nos preguntábamos lo mismo cuando el Ibex-35 recuperó el nivel de los 10.000 puntos hace tan solo 10 días, con el coronavirus danzando en más de una decena de países? "La bolsa española estaba subiendo más que otros índices y ahora te das cuenta de que era un poco raro. Pero la tendencia era muy clara: las bolsas subían porque la economía iba a mejorar, los beneficios de las empresas iban a subir...", reflexiona López.
En los mercados parecía que se imponía el no pensar, el no parar. El coronavirus era un ruido al que no se le quería prestar mucha atención. Pero fuera del terreno bursátil, la narrativa era muy diferente: se hablaba del impacto en el comercio mundial de la paralización de la vida, y por lo tanto de la actividad, de una parte de China. También preocupaban mucho los efectos en las cadenas globales de suministro, más dependientes que nunca del made in China. Pero los inversores habían decidido ignorar fundamentalmente esta amenaza. Esa visión ha cambiado radicalmente esta semana.
En España, la peor parte de las últimas cinco jornadas se la ha llevado, con diferencia, la aerolínea IAG: ha perdido una cuarta parte de su valor en las últimas cinco sesiones. Y aunque parecía que empresas relacionadas con el turismo (Amadeus, Meliá Hoteles) y las materias primas (Repsol y Arcelor Mittal) eran, por lógica, las más afectadas por el coronavirus, al final en el top cinco de los peores valores de la semana se han colado dos bancos: Bankia y BBVA y una farmacéutica, Grifols. "Si nos ponemos pesimistas y la enfermedad se extiende, afectará a todas las empresas, aunque algunas están más en primera fila", explica López.
"Lo que realmente pone nerviosos a los inversores es la incertidumbre de cuál será el impacto tanto a nivel economía global como a nivel de resultados empresariales", opina Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4 Banco, en una nota difundida por esta entidad financiera.
IAG ya ha reconocido que el coronavirus impactará en sus cuentas de este año. Y justo ese mismo día ha tenido la mala suerte de que el Gobierno ha anunciado su intención de crear un impuesto a las aerolíneas. Pero la compañía aérea no es la única que ha avisado del riesgo de epidemia en sus cuentas. Son ya unas cuantas... "138 de las 364 empresas cotizadas estadounidenses que han reportado resultados han mencionado el coronavirus en sus comunicados", sostienen en Renta 4 Banco.
¿Una recesión global?
El panorama ha cambiado radicalmente en la última semana, básicamente por un motivo: la llegada del virus a Italia. "Los próximos tres meses van a ser un infierno", comentan fuentes del mercado. "Si antes estábamos evaluando a las empresas por el riesgo que suponía un frenazo de la actividad en China, ahora tenemos que incorporar el factor Italia".
El coronavirus ha aterrizado Italia solo está previsto que crezca un 0,3% este año 2020. Es el avance más bajo de toda la zona euro (la media está en el 1,2%).
“Va a ser muy complicado que Italia esquive la recesión. Ya cayó el PIB en el último trimestre de 2019 y el impacto de las cuarentenas que se está aplicando en el país, el miedo que se traduce en menos consumo, las cancelaciones que afectan al turismo... Lo más probable es que la economía entre en recesión”, opina Ángel Talavera, economista jefe para Europa en Oxford Economics.
Es muy difícil haber previsiones en este contexto, pero este analista ya da por afectada la primera mitad de 2020. “Todo el mundo esperaba que esta crisis del coronavirus durara un par de meses pero ahora en el corto plazo no tiene pinta de parar”, comenta Talavera. Europa, sobre todo la industria automovilística, estaba pendiente de la evolución de los proveedores o chinos. Pero Italia añade el factor doméstico a la ecuación. “Eso significa que entran en juego otros canales de transmisión de contagio a la actividad: los viajes, los restaurantes, hoteles, el comercio al por menor...”
Las bolsas ha decidido empezar a cotizar el riesgo de todo esto sin tener ningún dato encima de la mesa. “El Covid-19 aún no se refleja en los datos económicos, pero hay que tener cautela”, asegura en un informe Hans-Jörg Naumer, director global de Capital Markets de Allianz. Los números que conocemos sobre la salud de la industria, el comercio, otros servicios, pedidos manufactureros, expectativas... no hay rastro todavía del coronavirus. De hecho, algunas de estas cifras han sido mejores de lo esperado. “Por desgracia el virus llega en una fase final de un ciclo económico maduro, cuando los riesgos de recesión son mayores. Ahora harían falta factores que impulsaran el crecimiento, no que lo frenaran”, añade Naumer.
La pregunta clave sigue siendo: ¿cuánto tiempo va a durar esta incertidumbre? Este viernes se anunció la cancelación del Salón del Automóvil de Ginebra. La Semana Santa está a la vuelta de la esquina. ¿Habrá más cancelaciones de eventos? “La situación que ha generado el coronavirus puede ser muy disruptiva”, apunta Talavera. “Sobre todo porque las medidas para intentar evitar que el virus se expanda son las que pueden hacer mucho daño a la economía. Esa es la paradoja”.
Y esta semana, los mercados han tomado buena nota de ello.