Tesla y la china BYD rivalizan en el lanzamiento de superbaterías estructurales para los Model Y y Seal


Las celdas de la batería van directamente montadas en el propio chasis del vehículo, un diseño que presentó Tesla en 2020 y que ella y BYD ponen ahora en el mercado
Más autonomía, aceleración, eficiencia... reúnen un ramillete de ventajas competitivas que enfrentarán a sus modelos de aquí en adelante
La competencia en el mercado automovilístico se da de muchas formas, pero últimamente la competencia tecnológica es la que está haciendo a los inversores apostar por las empresas. Al mercado, que cada vez está más educado en temas de electrificación, tampoco le pasan desapercibidas las diferencias. Por eso las marcas luchan por llegar primero al mercado con las últimas tecnologías disponibles y aunque Tesla de momento parece que sigue siendo el rey en cuanto a electrificación se refiere, ya hay marcas y no todas occidentales, que “piden” con sus productos su parte de la tarta.
Hoy nos centraremos en la lucha en llegar al mercado en primera posición con una tecnología que puede ser definitoria en la evolución de la electrificación. Una lucha entre la ya nombrada Tesla y BYD. El fabricante chino no es solo uno de los más importantes fabricantes de automóviles a nivel mundial, sino que también es uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo. Gracias a la combinación de ambas capacidades está integrando una tecnología denominada batería estructural.
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La idea está tomada de la aeronáutica, pues es conocido que el interior de las alas de los aviones se aprovecha como depósito para el combustible. Pues en este diseño de batería las celdas no solo van directamente montadas en la estructura del chasis, sino que además se integran en él de modo que el paquete total resultante forma parte del chasis, “es” el mismo chasis.
Es difícil decir dónde surgió la idea, pero hay que reconocer que, al menos en occidente, conocimos esta batería estructural gracias a Tesla, que la presentó en su evento “Battery day” en octubre de 2020. Elon Musk describía al mismo tiempo unas baterías sin cobalto, las LFP (litio ferrofosfato) que pretendía incluir en ese nuevo diseño. Estas baterías LFP son las mismas que va a usar BYD en su nueva gama de vehículos eléctricos inspirados en el mundo marino, la serie Ocean.
Esta gama Ocean rompería con los llegaría con los modelos que hasta ahora ha presentado en Europa los Tang EV y Han EV para montar su nueva plataforma “e-platform 3.0” que implantará en tres nuevos modelos: Seal, una berlina media; Seagull, un urbano y Sealion, un todocamino familiar de tamaño medio grande. El Seal está a punto de ser lanzado comercialmente en China e informaciones procedentes del país asiático apuntan a que también llegará a nuestro continente. BYD hasta ahora ha sido mucho más reconocida por sus autobuses eléctricos y otra maquinaria de uso industrial, pero ahora quiere entrar en el mercado amplificado que la nueva legislación está creando. Pero BYD ya lanzó en China en abril pasado el utilitario EA1 que ya contaba con un primer acercamiento técnico a este tipo de baterías.
Por su parte, Tesla está ya entregando los primeros modelos de su Model Y remozado con esta nueva batería incluida en su estructura. Unos Model Y que se han fabricado en su nueva megafactoría que en EE.UU. denominan “Giga Texas” y cuya batería cuenta con hasta 4.680 células. Se espera que también se monten en “Giga Grünheide” en Alemania, lo que nos haría poder disponer de él también en el mercado europeo.

Ventaja competitiva
Pero lo cierto es que estas baterías estructurales podrían suponer no solo un gran avance para el futuro del coche eléctrico en general. También proporcionarían ventajas competitivas a las marcas que las usen por numerosas razones que ha explicado en detalle la marca china.
- Son más eficientes: Según BYD debería ser capaz de lograr una eficiencia energética del 89% frente al 75% de media que logran los eléctricos tradicionales.
- Incrementan la autonomía: Los datos de BYD son que su turismo Seal lograría 1.000 km de autonomía en el ciclo chino CLTC que es menos exigente que el WLTP europeo, lo que reduciría ese resultado a alrededor de 800 kilómetros.
- Permite la carga ultrarrápida: Ya hamos hablado de los sistemas eléctricos de 800 voltios de Porsche, Audi, Hyundai y Kia. BYD los implementa ahora en su porfolio con esta nueva batería estructural. El fabricante chino afirma que así podrá realizar cargas de 50 km en solo cinco minutos.
- Son indestructibles, según BYD. Afirma que sus baterías basadas en la tecnología Blade que ya os presentamos son mucho más estables y resistentes a aplastamiento, punzamientos, sobrecargas e incluso el calentamiento por encima de los 300º.
- Permiten mayor número de celdas. Al aprovechar mejor el espacio y reducir el volumen del paquete hasta en un 50%, caben un mayor número de celdas y además extiende la distancia entre ejes de la plataforma, obteniéndose un mayor espacio en el habitáculo.
- Aerodinámica mejorada. La suma de las anteriores características ayudan a que el BYD Seal obtenga un coeficiente aerodinámico sobresaliente, de 0,21 Cx, muy poco habitual ni siquiera entre las berlinas de su tamaño.
- Comportamiento más prestacional. La batería va ubicada unos centímetros más abajo, lo que reduce el centro de gravedad, consiguiendo unas sensaciones más deportivas. Igualmente la suma de las anteriores cualidades hacen que el Seal sea capaz de acelerar de 0-100 km/h en solo 2,9 segundos, una cifra de auténtico deportivo.
Menos conocidos son los datos sobre la nueva bomba de calor del Seal, sobre la que BYD guarda completo secreto. Sin embargo, afirma que gracias a ella mejora también la autonomía en invierno, momento en el que todas las baterías sufren pérdidas de almacenamiento. Cifra en un 10% la mejora de autonomía que el modelo logra en los climas o temporadas más frías.

143 pasos
La pregunta del millón de estas baterías estructurales llega cuando uno se plantea: Y si la batería forma parte de la estructura, ¿cómo se repara o se sustituye?. Pues es una excelente pregunta que se ha respondido en EE.UU. gracias a un manual de servicio del nuevo Tesla Model Y. En ese libro técnico se especifican los nada menos que 143 pasos necesarios para conseguir acceso a la misma, así como las 171 acciones necesarias para ubicar una nueva batería en el lugar correspondiente.
Un arduo trabajo que se espera que haya que realizarse en muy contadas ocasiones dada la mayor durabilidad de la batería y del conjunto en general, lo que hace vaticinar que su vida útil será mucho más prolongada que la del propio vehículo.