La guerra de Ucrania y la crisis de precios merman los beneficios de la industria del motor


Los seis primeros meses se han visto afectados por la finalización de las actividades industriales en Rusia
Es el caso de Renault, Ford, Scania, Skoda o Magna, fabricantes que han notado el efecto de la crisis
Según las expectativas, la industria seguirá notando los efectos por lo menos hasta finales de 2022
Los fabricantes de vehículos y componentes para automóviles han visto reducidos sus beneficios en el primer semestre del año, y en algunos casos incluso pérdidas.
Los seis primeros meses del año se han visto afectados de forma negativa por un volátil contexto internacional, condicionado por las tensiones provocadas por la guerra de Ucrania tras la invasión por Rusia, que han llevado a un aumento de los precios de las materias primas en los mercados mundiales.
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Es el caso de Renault, Ford, Scania, Skoda o Magna, fabricantes que han notado el efecto de la crisis y han disminuido su volumen de negocio en comparación con los años anteriores. Según las expectativas, la industria del motor seguirá esta tendencia por lo menos hasta finales de 2022, aunque los beneficios aumentarán en comparación con la primera mitad del año.
La firma automovilística Skoda obtuvo un beneficio operativo en el primer semestre de 676 millones de euros, lo que supone reducir un 30,6% lo que ganó un año antes, según informó la empresa en un comunicado.
Por su parte, el grupo automovilístico francés Renault registró unas pérdidas netas de 1.666 millones de euros durante la primera mitad del ejercicio actual, en comparación con las ganancias de 368 millones de euros contabilizadas en el mismo período del año anterior.
El fabricante de vehículos deportivos Aston Martin es otro de los casos más destacados después de haber contabilizado unas pérdidas netas de 289,8 millones de libras, 345 millones de euros, en el primer semestre del año, lo que supone multiplicar por más de cuatro las pérdidas de un año antes (+307%).
De la misma forma ha ocurrido con los fabricantes de componentes para automóviles como Valeo, que entró en pérdidas en el primer semestre del año, con un resultado neto atribuido negativo de 48 millones de euros.
El consejero delegado de la firma, Christophe Périllat, afirmó que la evolución de la compañía durante la primera mitad del año se vio afectada por un entorno complicado, marcado por la elevada inflación, por los cuellos de botella en el suministro de piezas, por los confinamientos en China y por el conflicto en Ucrania.