A prueba: Kia ProCeed microhíbrido, cuando piensas en la familia y en darte alguna alegría al volante


Con 160 CV de potencia, doble embrague y suspensión multibrazo trasera está preparado para la velocidad sin “durezas”
Su etiqueta ECO es una ventaja en ciudad y aporta 359 litros de maletero y un razonable espacio interior en sus 4,60 metros
Ser familiar y deportivo a la vez no es sencillo. Pero este Kia Proceed GT Line microhíbrido de 160 CV de potencia aporta muchas características de ambos usos. Y lo hace en un coche de tamaño compacto, relativamente asequible en cuanto a precio y distintivo por imagen gracias a una carrocería que trata de conciliar estilos muy contrapuestos. Y aunque vamos a desgranarlo a fondo, adelantamos aquí que cuenta con “el quitaproblemas”, la etiqueta ECO de la DGT, gracias a su sistema microhíbrido de 48 voltios.
Cómo es
MÁS
Este KIA se denomina ProCeed GT Line 1.5 T-GDi MHEV 160 CV DCT. El GT Line es el equipamiento intermedio en la gama Proceed, cuenta con hibridación ligera -de ahí lo de MHEV, por su denominación en inglés- con un sistema de 48 voltios, tiene una potencia de 160 caballos y una de sus características mecánicas más destacadas es la de contar con un sistema de doble embrague que KIA llama DCT (quizá les suene el sistema DSG del Grupo Volkswagen), que hace que la respuesta del cambio sea muy veloz.

- Mide 4,60 metros de largo -un tamaño compacto-, con 1,80 m de ancho y 1,42 m de alto en una distancia entre ejes de 2,65 metros. Tiene cinco plazas y, aunque la central trasera no es apta para viajes de largo recorrido para adultos, el espacio interior es bueno. El maletero cubica 539 litros -pierde algo por la batería del sistema eléctrico- o 1.490 con los asientos traseros abatidos; es decir, también es generoso.

- Su motor a gasolina de cuatro cilindros y 1.482 c.c. tiene una potencia de 160 CV y un par de empuje de 253 Nm más que razonables en un coche familiar. Alcanza los 210 km/h y hace el 0-100 km/h en 8,8 segundos.
- A lograr esas cotas le ayuda su sistema DCT de doble embrague que incide positivamente sobre la velocidad del trabajo de la transmisión. Esta es automática con siete velocidades y de tracción delantera. Los frenos son de discos ventilados delante y de disco en el eje trasero. Las llantas Michelin de serie son de 17 pulgadas.
- En el capítulo de seguridad su equipamiento incluye, asistente de mantenimiento de carril, control de velocidad, detector de fatiga, alerta de colisión frontal, lector de señales de tráfico, luces automáticas, espejo interior fotosensible y sensor de ángulo muerto.
- En cuanto a confort y ayudas a la conducción aporta seis airbags, ayuda al aparcamiento asistido, cámara de visión trasera, cargador inalámbrico y USB de serie, climatizador bizona, cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y navegador con pantalla táctil de 10,25 pulgadas, faros LED, compatibilidad Android Auto y Apple CarPlay, retrovisores plegables eléctricamente, techo panorámico, anclajes Isofix para sillitas, pedales en aluminio y volante multifunción de cuero con levas.
Cómo va
Es en carretera donde este Proceed justifica su filosofía, ya que no sólo cuenta con una apariencia estéticamente más deportiva que otros modelos de KIA más convencionales, sino que sus 160 caballos y 253 Nm de par de empuje le dotan del carácter necesario. El motor trabaja bien, y es muy elástico. A partir de las 1.900 rpm entrega la potencia de una forma muy continua ofreciendo magníficas sensaciones, aunque en bajas revoluciones se muestra ligeramente menos ágil. Se conjunta a la perfección con una suspensión multibrazo en el eje trasero que logra suavizar ese dinamismo. Así, el trabajo de amortiguación no se siente duro ni seco, pero tampoco permite que el coche haga extraños o no siga la trayectoria indicada. Traza muy bien y es dinámicamente sólido y aplomado en los momentos de conducción alegre y también en el paso por curva. Todo ello aporta mucha confianza al conductor y se ve ayudado por unos asientos que recogen bien el cuerpo.
El cambio de doble embrague DCT es muy rápido y funciona en general bastante bien, con algún ligero tirón en ocasiones muy contadas. También sus frenos realizan su trabajo sin fatigas.
Cuenta con tres modos de conducción: Eco/Confort y Sport, lo que se deja notar sobre la conducción -sobre todo el modo Sport- y ligeramente sobre los consumos. En el apartado del gasto de combustible, obtuvimos unas mediciones de 6,8 litros a los cien. No se trata de un consumo bajo, pero sí ajustado para este motor y peso en un trayecto combinado de ciudad, carretera etc.
Su interior denota un trabajo de calidad, estando muy bien ajustado. Es estéticamente atractivo, por ejemplo, sus asientos de símil cuero. El volante es fino y sus levas están en el lugar correcto, tienen el tamaño adecuado y se ubican con facilidad. En cuanto a huecos, y ergonomía es sobresaliente, con detalles como reposabrazos extensible para el conductor, mandos separados con ruleta y botones para el climatizador o una pantalla mayor que la de la versión anterior.
Es de esos modelos en los que uno se siente a gusto nada más entrar, sensación que se acentúa con su uso.
¿Interesa?
Este coche tiene la virtud de reunir características de dos mundos demasiado contrapuestos, con un tamaño y precio que no le permiten ofrecer realmente una deportividad marcada, ni tampoco un espacio exagerado, pero que en cambio cumple bien en ambos apartados.
Además, no hay tantos coches que ofrezcan buen espacio, sensaciones dinámicas interesantes, elevado equipamiento y diseño de carrocería “shooting brake” como hace este Proceed GT Line.
Su precio en el configurador de KIA recoge un precio estimado de 32.071 €. Eso si, tiene una versión 1.0 de 120 CV de potencia por 28.500 € y otra con 200 CV de potencia por 34.846 €. En la última, gracias a su mayor caballaje, las características dinámicas se ven potenciadas, acercándose aún más a un espíritu racing. Otra ventaja es que KIA es de las marcas que menos está tardando en entregar los coches tras su compra.
Pero esos 32.000 € nos parece un precio muy interesante para un coche con un diseño original, que nos ofrece la etiqueta ECO, espacio más que razonable para cuatro ocupantes, potencia y sensaciones dinámicas por encima de las necesidades de la mayoría de conductores, un equipamiento muy completo y una calidad general por encima de buena parte de la competencia.
Es, entonces, un buen coche, un coche práctico y divertido cuya línea seguro llamará la atención de todos aquellos que buscan algo que se salga de lo habitual. Y si necesitamos algo más práctico y más barato, aunque algo menos “pintón”, siempre podemos acudir a su hermano el Kia Ceed Tourer.