A prueba, Jaguar E-Pace: el todocamino con la mejor mezcla de estilo, lujo, modernidad y deportividad


Su sistema de hibridación le da la etiqueta Eco para entrar en las zonas de bajas emisiones de las ciudades
Además de su motor alegre y su chasis capaz, su tracción total y altura al suelo le hacen muy capaz en excursiones fuera del asfalto
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El Jaguar E-Pace es el todocamino más pequeño de Jaguar. Hermano -comparten plataforma- del Land Rover Evoque, el E-Pace tiene un punto de elegancia, hereditario de los mejores tiempos de la marca inglesa. Este toque lo sitúa en otra liga, quizá ligeramente más clásica, pero también de aspiraciones indiscutiblemente más premium.
Se trata de un modelo que tiene una amplia gama de motorizaciones, que van de los puros diésel, hasta los diésel o gasolina con microhibridación (etiqueta ECO) e incluso híbridos enchufables de 309 CV de potencia con la etiqueta Cero Emisiones. Tiene versiones con tracción delantera o total y cambio manual o automático.
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Pero para esta prueba buscamos un diésel “de larga autonomía”. Ya sabemos que ahora mismo este combustible no está en su momento más ajustado de precio. Pero buscamos adrede cierto conservadurismo pues se trata de un coche en el que hacer largas distancias con la mayor elegancia encaja a la perfección con su espíritu y sin embargo, su hibridación le aporta todas las ventajas de su etiqueta Eco, además de un toque de modernidad y adaptación a los tiempos.

Cómo es
Nos montamos pues en el E-Pace 2.0D MHEV AWD de 163 CV en la versión R-Dynamic SE, un modelo en el corazón de su gama y también centrado en cuanto a precio dentro del catálogo de los E-Pace.
Mide 4,39 metros de largo, por 1,98 de ancho y 1,64 m de alto. Su estampa produce, ante todo, una sensación de equilibrio. Su distancia entre ejes es de 2,68 metros de largo.
La versión conducida contaba con un motor turbo a gasóleo de 1.999 centímetros cúbicos, con 163 CV de potencia y 380 Nm de par máximo. Cuatro cilindros en línea, inyección directa y automatismo de arranque y parada, harían de esta versión todo un clásico en cuanto a motorizaciones honestas, duraderas y a la vez prestacionales. Pero incluye un pequeño motor eléctrico cuya función es generar corriente eléctrica que une a una pequeña batería. Con él se ayuda a reducir el gasto de combustible y a la vez adquirir la ansiada etiqueta Eco que le da acceso a los centros de las ciudades.
Su tracción es total y cuenta con una caja de cambios automática de ocho velocidades con levas en el volante para mayor comodidad.
Y suma otras virtudes. El E-Pace no intenta ser un todoterreno, pero su tradición le hacen contar con rasgos apropiados para algo más que una excursión campestre. Cuenta con una altura al suelo de 21,2 cm y sus ángulos todoterreno de 22 grados de entrada, 20,7 ventral y 28 grados de salida se ven conjuntados con una altura de vadeo de medio metro, características que le convierten en algo más que un todocamino de asfalto.
En cuanto a prestaciones, con este motor el E-Pace alcanza los 200 km/h, acelera de 0-100 km/h en 9,8 segundos y tiene un consumo combinado en ciclo WLTP oficial según la marca de 6,5 litros a los 100 km.
Su maletero aporta 470 litros de capacidad. Cubre las necesidades medias de una familia, pero sin excesos. Está homologado para cinco plazas y una curiosidad es que los anclajes isofix de las dos plazas traseras laterales están bastante separados, lo que permite que incluso con dos sillitas ancladas pueda viajar otro niño sin silla en el centro.

Cómo va
De este modelo hay que destacar en primer lugar su estética moderna, elegante, equilibrada e incluso deportiva para tratarse de un todocamino. Su nueva parrilla negra con el escudo rojo en el medio haciendo un guiño a los Jaguar de la década de los 70, sus afilados faros delanteros y traseros, los amplios pasos de ruedas con defensas superiores, y la trasera con un difusor que reúne a ambas salidas de escape le dan un toque actual, dinámico y a la vez muy atractivo.
En el interior, la sensación de belleza se mantiene. Cueros pespunteados, el logo del “gato” en los reposacabezas, superficies mullidas en todo el salpicadero... Todo está pensado con un fin práctico, pero a la vez que denota que estamos en todo un Jaguar. El habitáculo cuenta con bastantes huecos, entre los que destaca uno enorme entre ambos asientos bajo el reposabrazos central. Y en cuanto a espacio, irán sobradas las personas de 1,85 metros tanto delante como atrás.

El maletero es muy versátil, con un hueco cubierto por el piso del mismo, y una boca de carga muy espaciosa ya que la bandeja superior se divide en dos zonas horizontales y una de ellas se levanta junto con el portón. Abatiendo los asientos delanteros se pueden alcanzar los 1.234 litros.
Dinámicamente este Jaguar tiene una conducción suave. Al arrancar es ligeramente menos vivaz, pero una vez que hemos alcanzado las 1.800 rpm la agilidad es estupenda. Esto lo podemos ajustar un poco gracias a sus tres modos de conducción (Eco, Comfort y Dynamic). El coche va francamente bien en todas ellas, pero lógicamente para hacer una conducción más agradable, las dos últimas son las mejores, notándose ligeramente un punto extra de mordiente a la hora de apretar el acelerador.

En cuanto a sus consumos, a nosotros se nos quedaron ligeramente por encima de los datos oficiales, con 7,4 l/100 km. También es cierto que hicimos un entorno mixto pero en “modo prueba” es decir, sin procurar tener una conducción ahorrativa, sino normal, y permitiéndonos alegrías para comprobar sus prestaciones.
El coche debido a su altura y peso tiene las lógicas inercias de un modelo que no está pensado para hacer curvas, sino para ser cómodo en una conducción media. También sus suspensiones contienen las asperezas de la carretera de un modo satisfactorio para el conductor medio, sin ser agresivamente duras para la espalda de sus ocupantes. Además, está muy bien aislado y solo se percibe ligeramente el sonido aerodinámico, sin que los del motor y la rodadura lleguen a molestar en ningún caso.

¿Interesa?
El E-Pace probado se puede encontrar desde 61.1490 euros en los concesionarios de la marca.
Evidentemente no se trata de un modelo barato. Pero tampoco es un modelo cuyo cliente no se lo vaya a poder permitir. Creemos que este coche ofrece un ramillete de virtudes entre las cuales destacan algunas como su elegancia estética y su vitola de coche premium que conquista con creces gracias a sus acabados, materiales y calidad percibida. Por otro lado, se trata de un coche capaz de cubrir un enorme abanico de las necesidades de una familia media, incluyendo las de desplazarse en entornos fuera del asfalto con cierta tranquilidad.
Su dinámica, su seguridad y un comportamiento dulce y sin estridencias, completan un modelo versátil, elegante y moderno que puede suponernos muchos agrados como compañero tanto en la rutina diaria como en escapadas y aventuras.