¿Nieve y hielo en la carretera? Estos son los consejos de la DGT para una conducción segura


Con nieve y hielo, debemos aumentar la distancia de seguridad y manejar el volante con suavidad
Se recomienda usar una marcha más larga que la que sería recomendable en situaciones meteorológicas más favorables
Por debajo de los 3 grados, el hielo puede aparecer, principalmente en zonas de sombra, puentes y cerca de los ríos
Lo más crudo del invierno llega a la Península. Baja la cota de nieve y las temperaturas se desploman. Con estas condiciones, ponerse al volante conlleva nuevos riesgos. Las autoridades recomiendan estar muy atentos a los avisos que actualizan el estado de las carreteras y, si la situación se complica, evitar coger el coche.
La Dirección General de Tráfico nos recuerda que con temperaturas inferiores a 3 grados, puede aparecer hielo, lo que resta adherencia al neumático. Los coches nuevos llevan un piloto que indica si se ha superado esa temperatura mínima límite. Si no lo llevan, la DGT aconseja estar atento a las informaciones.
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Cuando se conduce sobre nieve o hielo la recomendación general es hacerlo con la máxima suavidad, tanto con el volante como con el acelerador o los frenos.
Cuidado con el hielo
El hielo será más frecuente en zonas de sombra y puntos de orientación norte, también en puentes y zonas próximas a los ríos.
Ante la presencia de hielo, ¿cómo debemos comportarnos al volante?
- Hay que levantar el pie del acelerador
- No frenar hasta recuperar la adherencia
- No rectificar la dirección, porque puede perder el control del vehículo
- Al salir de la placa de hielo, debemos procurar que las ruedas estén rectas y luego corregir la trayectoria con el volante
- Es recomendable circular con una marcha más de la que requiera el coche
Anticongelante, concentración y distancia de seguridad
Ante situaciones de frío que pueden dar lugar a hielo o nevadas, la DGT recomienda no descuidar los niveles de anticongelante, el líquido que hay que añadir al radiador del coche para que, con las habituales heladas de invierno, este no se fisure provocando la pérdida del líquido refrigerante y una importante avería por calentamiento.
Con previsión de encontrar hielo o nieve en nuestro trayecto, una de las recomendaciones más importantes es conducir concentrado en la carretera, sin despistes e intentando anticiparse a las reacciones de un coche que no estará precisamente en su entorno preferido.
La DGT considera clave aumentar la distancia de seguridad. Con hielo o nieve "es la primera decisión que debemos tomar, dejar más metros entre nuestro vehículo y el que nos precede", dice la DGT. Así tendremos tiempo de reaccionar ante un frenazo, un accidente o una retención.

¿Por qué se recomienda usar marchas largas?
En situaciones de suelo deslizante, como el que podemos encontrar con hielo o nieve en el asfalto, lo mejor será circular siempre con una marcha más de la que requiera la situación habitualmente. Esto va a permitir que el motor no se revolucione tanto y minimizará el patinaje de las ruedas de tracción. Todo ello si rodamos en plano o con pendiente de subida.
Pero, atención, si lo que hacemos es bajar una pendiente sobre hielo o nieve, la recomendación es la contraria. Marchas cortas para retener el coche con el freno motor y frenar con el pie solo cuando sea totalmente imprescindible y de una forma muy suave. Si el coche es de cambio automático, estos sistemas ofrecen un modo hielo que ajusta el cambio de marchas y la marcha elegida de cara a lograr esa mínima pérdida de tracción.
Máquina quitanieves y roderas
Las máquinas quitanieves despejan la calzada de nieve pero los rastros que deja ese repaso masivo de la pala quitanieves da lugar a una nieve dura o de una fina capa de hielo. Eso provoca que la conducción se vuelve algo más peligrosa, si no se llevan puestas cadenas o neumáticos especiales.
No se confíe del todo al ver la carretera aparentemente limpia. Ni se acerque demasiado a esa máquina que limpia, ya que un frenazo imprevisto provocará un accidente.

Si cae nieve y esta cuaja y se forma una película de unos cuantos centímetros, lo ideal será no salirse de las roderas creadas por otros vehículos. Si no se tiene que superar una gran distancia y no hay pendientes, se puede seguir, pero lo más sensato sería poner cadenas, parar en un área de servicio si no se llevan o continuar con cuidado, si se llevan neumáticos de invierno o de todo tiempo.
Cadenas, neumáticos de invierno y sprays
Al margen de las cadenas (metálicas, textiles, de red...) y de los neumáticos especiales de invierno o todo tiempo, en un establecimiento especializado el comprador podrá encontrar otros sistemas con mayor o menor eficacia.
Pero uno de los menos recomendables es el típico spray que indican echar en los neumáticos para salir de una situación embarazosa sobre hielo. Porque, sin duda, es una pérdida de tiempo y de dinero, ya que no cumple las expectativas, ni por asomo, y no va a ayudar a salir del atolladero a ningún vehículo.
Visibilidad
Si nos sorprende una nevada, no solo la adherencia se verá comprometida. También tendremos dificultades para ver la carretera. Por eso, es imprescindible llevar en buen estado los limpiaparabrisas, bien regulados los faros y en perfecto funcionamiento el sistema de climatización que ayude a desempañar los cristales.