Cómo los gigantescos pedidos están dando el impulso definitivo a las emergentes del coche eléctrico


Las peticiones de cientos de miles de unidades de modelos eléctricos consolidan a futuro unas empresas que, a veces, sólo están en germen
Empresas de distribución, alquiladoras, pero también países, tratan de asegurarse la movilidad eléctrica futura
El acceso a información, asesores y visionarios se complementa con la profecía autocumplida para minimizar sus apuestas fallidas
Las grandes corporaciones suelen tener dos cosas en grandes cantidades. La primera es dinero. La segunda es miedo. Y si bien suelen tener bien controlado el mercado y es difícil encontrarse sorpresas, estas pueden llegar desde el lado de la tecnología. Captar a tiempo las tendencias de futuro y adelantarse a ellas, son dos de sus principales aspiraciones para reducir la incertidumbre. La tercera es hacerlo antes que sus competidores o, al menos al mismo tiempo, para no perder cuota de mercado y por tanto, beneficios.
Y al igual que muchos corredores de bolsa se dedican a copiar fielmente los movimientos de los grandes gurús tipo Warren Buffet, los periodistas solemos estar muy atentos a las inversiones de estas grandes empresas porque ahí está el futuro. Podrán equivocarse, desde luego, pero en menos ocasiones de lo que podemos pensar. Y eso por varias razones principales:
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1- Acceso a la información. Su red de contactos que abarca los ámbitos políticos y jurídicos les aporta información que en muchos casos es poco accesible para otros.
2- Pueden contratar a las mejores empresas de consultoría. Hechos y datos a su disposición, procesados por mentes brillantes con sólidos conocimientos en las materias.
3- Pueden tener el asesoramiento de los mejores futurólogos, esas personas que predicen por donde derivará la sociedad, basándose igualmente en hechos y datos además de en su propio olfato. Visionarios como Alvin Toffler, Yuval Arari, Jeremy Rifkin o el mismísimo Steve Jobs fundador de Apple, han sido y están siendo con más o menos acierto decisivos en el devenir de las ideas en la mente de los ricos y poderosos del mundo. También otros menos conocidos como Michio Kaku, Ian Pearson o Rohit Talwar.
4- Por la profecía autocumplida. Con sus acciones de hoy estas empresas están ya moldeando el futuro que nos encontraremos. Además, su actividad será imitada por otras muchas que tratarán de competir o de no perder demasiado el tren contra ellas en esos “nuevos territorios”.
Y aunque en estos últimos días hemos conocido algunos movimientos significativos, nosotros vamos a reunir algunos acuerdos entre empresas que denotan cómo el coche eléctrico será el futuro. Y no solo porque vaya a ser impuesto por ley, que lo está siendo, sino porque las grandes empresas ya están apostando por él.
Arval y Lightyear: dos holandesas
La empresa de renting número uno de Europa ha reservado 10.000 unidades del automóvil eléctrico denominado Lightyear 2. En este acuerdo se da una excepcionalidad: ambas empresas son holandesas. El Lightyear 2 es el modelo de acceso de la marca holandesa, además de ser uno de los pocos modelos en el mundo que montan en sus coches paneles solares para recargar sus baterías y ampliar su autonomía. Sono Motor -que hoy está en apuros económicos- y Toyota con su Prius son algunas empresas que desarrollaron esta iniciativa en automoción. Arval quiere tener “700.000 vehículos electrificados como parte de nuestra flota global en 2025 y esperamos dar la bienvenida a esos 10.000 Lightyear 2 para ayudarnos a alcanzar ese objetivo” según dijo Alain van Groenendael, presidente y consejero delegado de Arval. El Lightyear 2 cuenta con un capó y techo solares que permiten amplificar su autonomía entre cargas hasta los 800 km a un precio inferior a 40.000 euros, según asegura la firma automotriz.

Sixt y BYD: 100.000 unidades
En octubre pasado, Sixt, una de las mayores empresas de alquiler de coches del mundo se decidió a realizar un pedido de nada menos que 100.000 coches al mayor fabricante de automóviles eléctricos del mundo: la china BYD. En un movimiento que puede ser crucial para el futuro de ambas compañías, la alquiladora se asegura la reducción paulatina del impacto medioambiental de su flota. Por su parte, BYD, deseosa de hincar el diente en el mercado europeo, “usará” a Sixt como el mejor demostrador de sus vehículos y su tecnología. Gracias a ello Sixt logró unas condiciones ventajosas en el contrato y recibirá unidades de los tres modelos cuyas ventas ya está desplegando en el Viejo Continente -los Atto3, Tang y Han- hasta 2028. Sixt quiere que su flota esté electrificada entre el 70% y el 90% para 2030.

Arabia Saudí y Lucid: un país como comprador
El pasado abril, el Gobierno de Arabia Saudí llegaba a un acuerdo para la compra de 100.000 coches a la firma norteamericana Lucid. El compromiso inicial es la compra de 50.000 unidades, a la que se suma una opción para adquirir otros 50.000 en el mismo periodo de tiempo estipulado en el contrato, el año 2032. Se trata de otro de los mayores acuerdos de compra de vehículos de la historia, junto con el anterior de Sixt. Aunque las entregas comenzarán por realizarse con unidades fabricadas en Arizona, Lucid ya ha anunciado una futura planta de ensamblaje en el país de Oriente Próximo.
Rivian y Amazon: primer gran encargo
El primer gran encargo de vehículos realizado por una compañía fue el de 100.000 furgonetas eléctricas de Amazon a Rivian, por entonces poco más que una empresa en nacimiento. Ya entonces nos preguntábamos si lo que apenas era una start-up sería capaz de realizar las entregas solicitadas. De hecho, Rivian falló en el primer objetivo de realizar una entrega de 10.000 unidades en 2021. Su retraso es tal que a julio del año pasado apenas había superado la cifra de 1.000 unidades entregadas a los de Bezos. Así, Amazón encargó a Mercedes-Benz la entrega de 1.800 furgonetas eVito y eSprinter para las labores de reparto en la ciudad. Pero eso no fue todo.
Stellantis y Amazon: “palo” para Rivian
En la pequeña historia de los grandes contratos hay detalles dignos de culebrón. Uno de ellos fue el varapalo que se llevó Rivian cuando Amazon acordó comprar furgonetas eléctricas a Stellantis. Mientras las acciones de Stellantis subieron un 11%, Rivian perdió un 52% de su valor de mercado desde su máximo en el Nasdaq. Así, Rivian que se coronó como la cuarta empresa de automoción del mundo por capitallización bursátil con solo 156 coches vendidos, perdió unos 75.000 millones de dólares. Esto repercutió también en Amazon, socio al que arrastró a números rojos en los nueve primeros meses del año pasado. No ha trascendido el número total de unidades acordadas, pero sí se ha informado de que serán “miles al año” de furgonetas eléctricas ProMaster EV de la marca Ram.
Michelin y DHL: neumáticos sin aire
Aunque esto no son coches eléctricos, nos vale como ejemplo de lo que comentábamos al inicio del artículo, el desarrollo de la innovación asociado a las colaboraciones entre grandes empresas. Compañías que, en este caso, son Michelin, el fabricante número uno del mundo, y DHL, una de las mayores empresas internacionales de reparto a nivel global. Su acuerdo es para realizar pruebas a lo largo de este año con los nuevos neumáticos sin aire UPTIS del fabricante francés.En principio una flota de 50 furgonetas de reparto serán las encargadas de realizar entregas de último kilómetro en Singapur. Estos neumáticos, en vez de aire utilizan una revolucionaria estructura de caucho capaz de soportar el vehículo con su carga. Como ventajas, señalar que Los UPTIS eliminan pinchazos y otras incidencias en las ruedas, minimizando el número de neumáticos desechados.
