Bosch da el salto a la energía: producirá hidrógeno y equipará a las fábricas de células de baterías


Fabricará electrolizadores para la generación de hidrógeno en módulos compactos para usar en estaciones de recarga
“En 2030 no debería costar más operar un camión de hidrógeno que un diésel”, dice Markus Heyn, presidente del área de Soluciones de Movilidad
Bosch es el primer fabricante de suministros de automoción del mundo. Pero además tiene una visión holística del mercado dado su amplio espectro de soluciones para diversas industrias. Una visión que le permite comprender cuáles son las tendencias futuras de la sociedad y las necesidades del mercado. Ser el primero en poder cubrir esas necesidades otorga lógicamente una ventaja competitiva inicial a cualquier empresa. Y esta visión va a hacer que la compañía alemana se oriente hacia la energía en el futuro cercano, en concreto hacia el hidrógeno. “No solo queremos usar este nuevo combustible, sino también ser una de las compañías que lo produzcan” afirma Stephan Hartung, el presidente de su consejo de administración.
El impulso a una sociedad del hidrógeno ha comenzado tarde pero con fuerza excepcional. La invasión de Ucrania y los posibles problemas de energía que se pueden derivar, han evidenciado la necesidad de un mayor autoabastecimiento por parte de una Europa que carece en general de recursos naturales en cantidad suficiente. Un tema que el mismo Hartung, no dudaba en señalar ante la pregunta de hasta qué punto se vería afectada su compañía por un potencial embargo energético por parte de Rusia. “Por supuesto el embargo de petróleo sería negativo. Los políticos ya están trabajando para encontrar fuentes de suministro alternativas y es una posibilidad realizable. En cambio, un embargo de gas sería un algo realmente muy peligroso. Asegurar el suministro de gas podría ser un reto realmente grande, mucho más difícil de solventar”.
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"Fábricas" de hidrógeno
Su intención es fabricar electrolizadores modulares compactos en grandes volúmenes para la producción de hidrógeno, una nueva área de actividad para la compañía. Un hidrógeno cuya demanda crecerá hasta unos diez millones de toneladas métricas al año para 2030, según afirma la propia Unión Europea. Un dato que hace presumir a Bosch que el mercado de los electrolizadores alcanzará los catorce mil millones de euros. Mercado del que quieren formar parte dado que tienen “una amplia base desde la que desarrollar tecnologías para el hidrógeno” debidas a sus productos y servicios para transporte y automoción, principalmente.

Para ello invertirán nada menos que 500 millones de euros de aquí a 2030 en producir estas pequeñas “fábricas de hidrógeno”. En ellas aportará la pila de hidrógeno -el corazón del sistema de electrólisis de hidrógeno, encargado de separar las moléculas de oxígeno e hidrógeno del agua- que se combina con electrónica de potencia, sensores y una unidad de control para crear un módulo inteligente. En su producción colaborará con un cierto número de socios, para comenzar a distribuir electrolizadores a partir de 2025.
La versión compacta tendrá una capacidad de generación de unos 10 megavatios, que Bosch cree que podrían suministrar energía en plantas reducidas para ciudades, centros de datos, grandes centros comerciales y también en instalaciones de recarga de coches eléctricos. Esto no descarta que Bosch quiera usar sus “células de combustible como modo de facilitar un transporte de mercancías climáticamente neutro en camiones” y se sobreentiende que también con el hidrógeno que ella misma produzca.

Pero Bosch no es el único competidor en este área. Ahora mismo hay unas 14 fábricas de electrolizadores en marcha en Europa. En nuestro país, por ejemplo Iberdrola y Cummins están en los inicios de desarrollo de una instalación con capacidad de fabricación de hasta 1 gigavatio. China será el principal mercado de electrolizadores del mundo, seguida por EE.UU. Este último país tiene ya en marcha la mayor instalación de producción del mundo, en la que la administración Biden volcará una financiación de unos 480 millones de euros para alcanzar los 220 megavatios en capacidad de electrolización.
45.300 millones
De hecho, su unidad de negocio de Movilidad es su principal generadora de beneficios. De ella obtuvieron el año pasado más de la mitad de sus ganancias, en concreto 45.300 millones de euros, con un incremento nada desdeñable sobre 2020 del 7,6%. Y en ellos pronto incluirán los procedentes de la venta de células de combustible para camiones de hidrógeno que comenzarán a producir a finales de este año. Una actividad que esperan creciente ya que el Pacto Verde europeo impulsará la electrificación de la movilidad por carretera en general. En concreto, Markus Heyn, miembro del consejo de administración de Bosch y presidente del área de Soluciones de Movilidad, cree que “en 2030 no debería costar más operar un camión de hidrógeno que un diésel”. Por eso la compañía va a incrementar la inversión en células de combustible que inició en 2021 hasta un total de 1.000 millones de euros para 2024.
Fabricar al que fabrica
Pero los electrolizadores no son el único paso adelante que va a dar Bosch para impulsar el futuro de la movilidad. Junto con Volkswagen va a establecer una compañía para equipar las plantas que fabricarán las células necesarias para configurar las baterías en Europa. El objetivo común con los de Wolfsburgo es ser líderes en la tecnología necesaria para crear sistemas para la producción de baterías, es decir, ser necesarios para lo necesario. Y obtener un merecido beneficio de un área de negocio cuyo valor de mercado será de 50.000 millones de euros para 2030, según los expertos. No en vano más de 30 nuevas fábricas de células para baterías están planeadas en Europa de aquí a 2030 (seis de ellas de Volkswagen y una en Sagunto), lo que supone que ningún otro área del sector de ingeniería industrial tiene mayores perspectivas de crecimiento.
Pero además, Bosch también está haciendo esfuerzos por electrificar la maquinaria móvil pesada que se usa en los puertos, la construcción y en la minería “porque vemos una tendencia hacia ello”. Así conseguirán electrificar no solo la conducción, sino también el uso de la pala en las excavadoras. Esta gama eLion, que espera que alcanzará hasta 30 máquinas eléctricas móviles, contará con hasta 80 opciones de motor, basados en diferencias de tamaño, velocidad y par.