Toyota y Enagas dan un impulso al coche de hidrógeno en España

Anuncian la primera estación de repostaje de hidrógeno en España que se instalará en Madrid el próximo año
Toyota matricula la primera unidad en España de su coche de hidrógeno, el 'Mirai'
Toyota acaba de matricular la primera unidad en España de su coche de hidrógeno, el Mirai, que quiere decir “futuro” en japonés. Lo ha hecho en el marco de la Cumbre del Clima que se desarrolla estos días en Madrid. No obstante, lo más importante de la noticia es que Toyota va a poner en marcha la primera estación de repostaje de hidrógeno para los coches denominados de célula o de pila de combustible en España. Lo hará en Madrid en colaboración con sus socios Enagás y Urbaser, para dar servicio a una flota de 12 Toyota Mirai que pondrá en circulación a lo largo del próximo año. Esta estación sería el primer paso para salvar el principal inconveniente de estos vehículos que es la inexistencia de puntos de recarga de hidrógeno. En España a día de hoy no hay ni un sólo punto de recarga pública, mientras en Europa la red se está comenzando a desarrollar, siendo Alemania con 78 'hidrogeneras', seguida por Reino Unido (11) y Francia (5), el país más avanzado y que además ha proyectado a corto plazo una red de 200 de estas estaciones de servicio.
Hyundai, Honda, Renault y Nikola, también pioneros
El Toyota Mirai no es el primer coche de hidrógeno que se matricula en España. El primero fue un Hyundai Nexo en septiembre pasado. La japonesa y la coreana se disputan el liderazgo de esta tecnología. Mientras Toyota fue la primera marca en producir en serie coches de hidrógeno, Hyundai la siguió de cerca y fue la primera en producirlos en grandes cantidades y ponerlos a la venta al público, y actualmente con más de 1.500 unidades, es el fabricante que mayor número de estos coches tiene circulando en el mundo. Hyundai también ha llegado a un acuerdo para proporcionar más de 1.500 camiones de hidrógeno a un consorcio suizo. El tercer fabricante en discordia es Honda, que con su FCX Clarity acompasó los inicios de esta tecnología junto a Toyota, pero que se ha quedado algo más en un segundo plano sobre todo en cuanto a producción. En vehículos comerciales, Renault acaba de anunciar el lanzamiento comercial de dos furgonetas basadas en esta tecnología, las Kangoo Z.E. y Master Z.E. Hydrogen, con 370 km y 350 km respectivamente de autonomía. Mientras la Kangoo ya está disponible en preventa, para la Master habrá que esperar hasta mediados de 2020. Ambas son eléctricas enchufables en primer término, pues cuentan con baterías similares a las de los eléctricos urbanos, aunque las células de hidrógeno les proporcionen la máxima autonomía.
Nikola es, en camiones, la firma más avanzada en esta tecnología, habiendo creado una estación de servicio que es a la vez central de producción de hidrógeno y que ya da servicio en Arizona. Tiene pensado crear una red de 700 estaciones en Norteamérica y de 70 en Europa, estas últimas junto a su socio Iveco, para apoyar la venta de sus Nikola Two en EE.UU. y Nikola Tre en el Viejo Continente.
Pero ¿qué es un coche de hidrógeno?
Los coches movidos por hidrógeno usan la electrolisis, es decir, combinan el hidrógeno en forma de gas de su depósito con el oxígeno que toman del aire. Esta fusión produce una gran cantidad de energía en forma de electricidad, que es la que mueve el motor eléctrico del coche. Como resultante de esa electrolisis, también se obtiene agua en forma de vapor que es expulsado a través de su tubo de escape.
Así que para la producción de electricidad incluyen una especie de mini laboratorio químico -que se llama célula o pila de combustible- y que en realidad les convierte en coches híbridos. Eso sí son unos híbridos muy particulares, ya que en vez de combinar la tecnología eléctrica y los motores de combustión movidos por gasolina, diésel o gas natural o licuado, combinan la tecnología eléctrica y la obtención de la electricidad a partir del hidrógeno.
El coche cuenta también con una batería que no suele ser de grandes dimensiones para almacenar la energía procedente de la regeneración de la frenada o de las cuestas abajo, como en cualquier híbrido o eléctrico a baterías.
Ventajas
- Combustible cero emisiones si se genera con energías renovables.
- Dinámica sedosa equivalente a la de los vehículos eléctricos.
- Gran capacidad de aceleración, por la entrega inmediata de la potencia.
- Mínimos ruidos, sólo los producidos por el aire y la fricción de las ruedas con el asfalto.
- Libre de la gran mayoría de las vibraciones mecánicas.
- No necesita grandes, pesadas y caras baterías.
- El repostaje, al ser un gas, se realiza de forma similar al de los combustibles líquidos y con tiempos muy parecidos de entre 3 y 5 minutos.
- Se elimina la necesidad de contar con cables, enchufes, etc.
- Autonomía superior a la de los vehículos térmicos y actuales eléctricos.
- Ideal para el transporte pesado y para vehículos de alta utilización.
- Etiqueta Eco de la DGT, con ventajas fiscales, entrada ilimitada a zonas restringidas etc.
Inconvenientes
- El escollo más inmediato es la inexistencia de red de repostaje.
- El hidrógeno a día de hoy se produce en su mayor parte usando gas, lo que puede cambiarse por energías renovables para convertirlo en un combustible totalmente cero emisiones.
- Es un gas que se almacena comprimido y, por tanto, puede estallar. No obstante, es muy volátil, de quema muy rápida y los tanques de doble y hasta triple capa son perfectamente seguros, habiendo pasado las más estrictas pruebas de seguridad.
- El precio hoy no es barato, rondando el kilo los 15-20 euros, pero se podría reducir enormemente al ser un elemento muy abundante en la naturaleza.
Algunos analistas coinciden en que Europa debería centrarse en otras tecnologías como los motores de hidrógeno, al haber perdido el liderazgo en automoción ante el empuje del coche eléctrico y la tecnología de las baterías que llegan de China. Para ello es fundamental empezar a crear estaciones de repostaje como la que ahora se anuncia.