Consejos para elegir tipo de coche más adecuado sin equivocarse


Uno de cada cuatro españoles no sabe qué tipo de vehículo comprar y dice que aplaza la adquisición “hasta tenerlo claro"
Hay que evaluar todos los gastos durante la posesión del coche y la etiqueta medioambiental, que puede condicionar su uso.
La clásica duda entre gasolina y diésel a la hora de comprar un vehículo se ha transformado ahora en gasolina, diésel, híbrido ligero, híbrido tradicional, híbrido enchufable, híbrido a gas o coche eléctrico. Y la incertidumbre es mucha tal y como constata el estudio “Españoles ante la Nueva Movilidad” realizado por PONS Seguridad Vial y Luike con la colaboración de Geotab, ALD Automotive e Iberdrola.
Un análisis que destaca que uno de cuatro españoles (el 23%) no sabe qué tipo de vehículo comprar en los próximos doce meses. Este porcentaje ha crecido nada menos que en catorce puntos desde la misma pregunta realizada el año pasado. Y muchos de estos interesados en la compra afirman que la aplazarán “hasta tener más clara su decisión”.
Por ello vamos a tratar de despejar algunas dudas para ayudar a que esa decisión sea más sencilla y acorde a nuestras necesidades del día a día. Trazaremos sólo líneas generales, pues es imposible especificar cada caso particular y lo haremos en varios artículos, para aclarar más todos los conceptos. Nos vamos a limitar al tipo de motorización, sin entrar en problemas de espacio, conveniencia, diseño o método de compra. Aquí expondremos consejos generales válidos para todos los tipos de motores.
Cómo abordar el precio
A la hora de la compra, el precio o PVP del coche, no es más que uno de los elementos a tener en cuenta, siempre que dicha compra no se rija únicamente por motivos puramente emocionales o estéticos.
Así que es muy importante valorar el Coste Total de Utilización y Propiedad o TCO según sus siglas en inglés (“Total Cost of Ownership”). Este analiza todo el ciclo de vida del vehículo y debería de prevalecer a la hora de elegir modelo si nos atenemos a criterios económicos, y comprende dos áreas principales:
- Costes totales de compra: Aquí se incluyen apartados como los impuestos de matriculación y circulación, la propia matriculación, el IVA, los gastos financieros. También si las hubiera, las ayudas tanto del Gobierno como de las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos, y las ofertas de las marcas, concesionarios etc (en este caso restando, claro).
- Costes totales de uso: Comprenden el combustible (18% aprox.), mantenimiento (3%), neumáticos (4%), otras piezas de desgaste (6%), reparaciones (variable), seguros (9% aprox.), depreciación (40% aprox.). Son porcentajes aproximados, pues influyen muchas variables como tiempos de reparación, el kilometraje, el tipo de conducción e incluso el clima. Y no son los únicos, pues a ellos se les añadiría los gastos de estacionamiento (gratis para los de etiqueta Eco y Cero emisiones) o la instalación de un enchufe mural para incrementar la seguridad y rapidez de carga de un enchufable.
Y este coste total, por muy a bulto que lo analicemos, puede hacer que cambiemos nuestra decisión sobre el sistema de propulsión. Por ejemplo, la electricidad, sobre todo si cargamos el coche por la noche en tarifas valle, resulta aproximadamente un tercio más barata que el diésel. Además, el mantenimiento de los vehículos 100% eléctricos es más sencillo y menos costoso debido a la reducción de piezas mecánicas (hasta un 30%). Pero estos detalles los iremos desgranando en cada apartado.
¿Me influyen las etiquetas?
Casi todos conocemos las etiquetas o distintivos medioambientales de la DGT. Veamos a qué coches corresponde cada etiqueta y qué ventajas o desventajas puede suponer.
- Etiquetas B o C: Para el comprador de coche nuevo, estas etiquetas son las adjudicadas a cualquier coche a gasolina o diésel que no tenga ningún tipo de hibridación. Con estas etiquetas no se puede acceder a las zonas con restricciones de las ciudades. En diversas ciudades españolas ya hay restricciones para la entrada a las almendras centrales para coches con estas dos etiquetas. Si vivimos en un pueblo o ciudad pequeña este tema puede sernos irrelevante. Pero el Gobierno pretende que ya en 2023 todas las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan almendras centrales con prohibición de circulación salvo para acceder a un aparcamiento de uso público o privado, lo que supone 148 núcleos urbanos en toda España.
También hay que considerar el valor residual. En las ciudades grandes la tendencia será la de ir ampliando paulatinamente estas zonas. Conforme las restricciones urbanas se incrementen, el número de compradores de nuestro vehículo se irá reduciendo y a su compás el valor de reventa.
Especificamos aquí los coches que se incluyen en esas etiquetas por si eres comprador de coche de segunda mano.
- Etiqueta B: Turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados desde enero de 2001 y diésel desde 2006. Vehículos de más de ocho plazas y pesados tanto diésel como gasolina matriculados a partir de 2005.
- Etiqueta C: Turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados desde enero de 2006 y diésel desde 2014. Vehículos de más de ocho plazas y pesados tanto diésel como gasolina matriculados a partir de 2014.
- Etiqueta ECO: Las tienen los gasolina o diésel que tengan sistemas de hibridación ligera (no capaces de circular en modo eléctrico). Híbridos no enchufables. Híbridos enchufables con autonomía inferior a 40 km. Vehículos propulsados por gas (GNL), gas natural (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP). Todos ellos deben cumplir además los criterios de la etiqueta C.
- Etiqueta CERO: Adjudicadas a los híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía de 40 km o más. Eléctricos de autonomía extendida (el motor térmico no tracciona sólo produce electricidad para que el motor eléctrico lo propulse). Eléctricos 100% a batería. Vehículos de pila de combustible (para el futuro, hoy son anecdóticos).
Las ventajas de tener una de estas dos últimas etiquetas son muchas y prácticamente las mismas para ambas:
- Están exentos de las restricciones de circulación en ciudades con protocolos anticontaminación.
- Cuentan con las ayudas de los planes no sólo gubernamentales, sino también de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.
- No pagan Impuesto de Matriculación y tiene una bonificación del 75% en el de Circulación.
- El pago del aparcamiento en ciudades con zonas de estacionamiento regulado SER se reduce al 50% en el caso de la etiqueta ECO y es completamente gratis para la etiqueta CERO.
- Con la CERO, pago reducido en los peajes de ciertas autopistas en algunas zonas.
En próximas entradas iremos desgranando las diferentes tecnologías de trenes de potencia para que el usuario pueda escoger aquella que más le convenga o se adapte a sus necesidades y circunstancias.