El Gobierno permitirá pronto conducir coches eléctricos a partir de los 16 años


Para ello se creará el carnet B1 para eléctricos que ha propuesto Pons Seguridad Vial y la asociación de eléctricos AEDIVE
La Dirección General de Tráfico ha confirmado que valora la medida muy positivamente
Este nuevo carnet podría tardar entre seis meses y un año en convertirse en realidad
Aunque por delante quedan muchos trámites burocráticos, NIUS está en condiciones de asegurar que el nuevo carnet de conducir B1, que daría acceso al carnet de conducir a conductores desde los 16 años, tiene una altísima posibilidad de hacerse realidad en nuestro país en un plazo relativamente cercano. Desde la Dirección General de Tráfico se ha confirmado que valoran muy positivamente su implantación. De hecho, el interés por esta medida es tal que incluso podrían terminar incorporándose como novedad en las nuevas normativas que está preparando la Dirección General de Tráfico en el marco de la Estrategia de Seguridad Vial 21-30.
Recordemos que esta estrategia surge de un encargo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y tiene como una de sus tareas la modificación de diversos apartados del Reglamento General de Conductores, que lógicamente sería el marco perfecto para su definición y desarrollo. Su principal objetivo es el de reducir a la mitad las víctimas en la carretera, a la vez que impulsar y mejorar el tráfico, la seguridad vial y la movilidad sostenible. El propio director general de Tráfico Pere Navarro considera muy positivamente esta iniciativa ya que cumple con diversos propósitos enmarcados dentro de las políticas de tráfico que la DGT quiere promover. Los trámites administrativos y la agenda de la DGT serán las que marquen los plazos para la publicación de este nuevo carnet, que puede tardar entre seis meses y un año en ser una realidad.
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La propuesta del carnet B1 está promovido por dos asociaciones que cada día adquieren mayor relevancia en el futuro diseño de la movilidad. Se trata en primer lugar de la consultora Pons Seguridad Vial, que gracias a sus actividades, estudios y la calificación profesional de quienes la forman, colabora estrechamente con la Dirección General de Tráfico. Y también AEDIVE, la asociación que reúne a todas las empresas relacionadas con la movilidad eléctrica, que participa, por ejemplo, de la Mesa de Automoción, entre otros foros de influencia.
Tres razones
Este carnet B1 ya es una realidad en diversos países europeos como Italia, Francia, Reino Unido o Portugal y su implantación significa abrir la puerta al desarrollo comercial de los pequeños cuatriciclos de todo tipo, permitiendo un acceso “más racional y escalonado a la conducción de automóviles”, según Pons. Pero se buscan en especial dos metas. Una de ellas sería el impulso al desarrollo de la movilidad eléctrica en las ciudades. Pons y AEDIVE estiman que aproximadamente un millón de personas al año podrían tener acceso a un primer peldaño a la movilidad eléctrica gracias a ella. Pero también que los jóvenes tengan acceso a una movilidad más segura, que suponga una alternativa a otros medios de transporte peligrosos. Esto es porque el carnet B1 da acceso a los cuadriciclos L7 o cuadriciclos pesados, que son básicamente coches pero de muy reducidas proporciones (peso máximo de 550 kg). Aunque su velocidad máxima está limitada a 90 km/h, comparten muchos de los elementos de seguridad de los vehículos de categoría M, que es la categoría de los turismos. Por ejemplo, cuentan con estructuras de protección antivuelco (ROPS), algo de lo que no disponen otro tipo de vehículos similares encuadrados en la categoría L6 que tienen prohibida la circulación por autovías o autopistas (y que también se pueden conducir legalmente desde los 15 años. Esto también significa una cierta barrera de entrada a todos aquellos vehículos procedentes de mercados asiáticos que puedan terminar inundando las ciudades de transportes que puedan suponer un mayor peligro potencial que los L7.

Nuevas empresas
Entre estos vehículos L7 se incluyen dos ejemplos que presentamos hace pocas semanas en NIUS, se trata de los Silence S04 y Yoyo. Son dos ejemplos de cuadriciclos eléctricos L7 (la mayoría lo son) y por tanto supondrían una perfecta herramienta de las ciudades para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Estos vehículos suponen un paso adelante en el cambio cultural que se está dando hacia los vehículos sostenibles en las ciudades También una magnífica arma de conocimiento de lo que supone el vehículo eléctrico. También permitirá “el desarrollo de modelos de negocio basados en la movilidad eléctrica, por ejemplo la compartida. Pero también favorecer el desarrollo industrial de esta tipología de vehículos por parte de empresas españolas que puedan producirlos en nuestro país” según ha comentado Arturo Pérez de Lucía, el director general de AEDIVE. Como es sabido, la citada más arriba Silence es una empresa española fundada por el ex piloto catalán Carlos Sotelo.

Si bien todo lo comentado entra dentro de la Directiva europea 2006/126/CE, en cuanto al modo de sacarse el permiso, esta directiva permite a cada país establecer su propia normativa para establecer la obtención del permiso de conducir para este tipo de vehículos. No obstante, lo más posible es que sea necesario presentarse al examen teórico habitual para todo tipo de turismos (que forman la categoría B inmediatamente superior) aunque quizá el examen práctico pueda ser diferente al tratarse de una categoría de vehículos diferenciada.