Vehículos que arden y provocan incendios forestales: pros y contras de llevar extintor en el coche

La escena, más bien el desastre, se ha repetido tres veces en tres días en nuestras carreteras y, desgraciadamente, en nuestros montes. 10:40 de la mañana del sábado 14 de agosto. Una pasajera de un vehículo graba las imágenes de un monovolumen ardiendo entre las localidades abulenses de Navalacruz y Cepeda de la Mora. Las llamas saltan a la vegetación en los márgenes de la carretera. El viento, el calor extremo y la baja humedad en el ambiente hacen el resto. Ha comenzado el mayor incendio registrado en España este verano. Más de 12.000 hectáreas convertidas en ceniza.

Ese mismo día, minutos antes, otro turismo ardía en la A-48 gaditana. Se incendiaba una zona de pasto. Los bomberos lo conseguían apagar. Tres días después, a mediodía del lunes 16 de agosto, una furgoneta arde en la N-340, entre Tarifa y Algeciras. A bordo de una motocicleta, una persona graba el fuego, y cómo las llamas suben ya por la ladera del monte. Ha comenzado otro incendio forestal que se lleva por delante hasta el momento más de 130 hectáreas de vegetación.

En ambas grabaciones hay, además de las llamas, otro denominador común, la impotencia de los ocupantes de esos vehículos, y de los que se cruzan con ellos, para atajar el fuego. Hay que esperar la llegada de bomberos o fuerzas de seguridad mientras el incendio, como ha ocurrido en ambos casos, se propaga.

"Ahora mismo los turismos no tienen obligatoriedad de llevar extintor", explica Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados. "Cualquier medio de seguridad complementaria es bienvenido, pero estos casos no son frecuentes. Es verdad que cuando ocurre se produce una tragedia pero, ¿con la adopción de esa medida podríamos evitarlo?. Pues habría que medir el coste y eficacia de la medida".

“Todos los elementos de seguridad son recomendables, pero antes de valorar su obligatoriedad habría que valorar los costes, su ubicación, sujeción, tipo y tamaño", dice Jesús Monclús, director de prevención y seguridad vial de Fundación MAPFRE. "No tenemos un estudio de investigación con el que argumentar estos aspectos”.

Pero aunque improbable, sobre todo en el caso de vehículos nuevos, el incendio de un coche no es imposible, como demuestran los hechos. Los coches arden, y pueden hacerlo por distintos motivos. Los principales, la antigüedad y la falta de mantenimiento. Una ola de calor puede hacer el resto. Los datos de las compañías de seguros apuntan que en el primer semestre de 2019, se incendiaron 500 vehículos y que durante las olas de calor el porcentaje de incendios subió un 16%.

"Estos casos no son en absoluto excepcionales. Ha habido varios y varios importantes provocados por coches", cuenta Gabriel Muñoz, director-gerente de APTB (Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos). "Todo lo que sea prevenir cualquier circunstancia con incendio de por medio es bueno. No sobra nada y estaría muy bien (llevar un extintor). No me atrevo a pedir la obligatoriedad, pero que los vehículos lo llevasen sería positivo".

Así que si surge el fuego un extintor puede ayudarnos, o ayudar a los demás. En el mercado pueden encontrarse alrededor de los 20 euros. Son extintores pequeños, de un kilo, que contienen polvo presurizado y se han diseñado para su uso en coches y pequeñas embarcaciones. Duran pocos segundos, pero pueden ser suficientes si reaccionamos a tiempo.

Eso sí, como en todo, siempre que hablamos de seguridad, hay que asegurarse de que son equipos que cuentan con la certificación correspondiente, y comprobar su fecha de caducidad. El resto será asegurarlo bien en nuestro coche para evitar que se desplace en caso de frenazo o accidente.