La posible escasez de AdBlue a partir de noviembre amenaza ahora a los vehículos diésel más “jóvenes”


Es un aditivo necesario para circular en los vehículos Euro 6, pues su falta puede impedir que se arranquen
El precio del gas usado en su generación ha hecho que no sea rentable producirlo y los principales fabricantes ya han parado
De momento se encuentra, pero las asociaciones de transportistas recomiendan a sus afiliados que hagan acopio
Con Fenadismer a la cabeza, las asociaciones de transportistas están recomendando a sus afiliados que hagan acopio de AdBlue si su vehículo lo necesita para funcionar. La razón es que este aditivo necesario en el sistema de escape de muchos vehículos fabricados a partir de 2014, fecha en la que entró en vigor la normativa Euro 6, está escaseando.
Se trata de una nueva amenaza a la automoción y al transporte, que se une a la escalada de precios de los combustibles de aproximadamente un 30% en el último año y a la escasez de semiconductores que está parando fábricas en todo el mundo.
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¿Qué es el AdBlue?
Este líquido es una disolución de urea de gran pureza (32,5%) en agua desmineralizada (67,5%). Es transparente, seguro de manipular -aunque puede ser corrosivo para metales- y que no resulta nocivo para el medio ambiente, ni para el ser humano. Se usa en la depuración de los gases de escape para transformar los óxidos de nitrógeno en emisiones poco nocivas para el medio ambiente, en concreto nitrógeno puro y vapor de agua. El aire que respiramos ya se compone de un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 1% de vapor de agua.
Este líquido no se mezcla con el combustible, pero sí que poco a poco va diluyéndose en los gases de escape. Su consumo equivale a entre el 3% y el 5% del consumo de combustible y en coches eso es aproximadamente un litro cada 1.000 kilómetros. Esto hace que en un coche medio, no sea necesario rellenar su depósito más allá de una o dos veces al año.

¿Por qué escasea?
Como decíamos unos de sus compuestos es la urea, que se obtiene de forma industrial a partir del gas natural. Y es aquí donde está el problema, ya que el incremento brutal del precio de este gas en un 500% en el último año ha hecho que no sea rentable producirlo para sus fabricantes.
De hecho, los tres principales productores de AdBlue, la eslovaca Duslo, la italiana Yara y la alemana SKW Piesteritz ya han parado su producción, al igual que ha hecho el principal productor español, Fertiberia en sus fábricas españolas y portuguesas.
La amenaza es por tanto palpable. En Reino Unido el precio se ha incrementado por seis en los últimos días, el ADAC alemán (una especie de RACE o RACC) ha recomendado a los transportistas o a quienes hacen muchos kilómetros por trabajo que se surtan del mismo y en Eslovaquia, están poniendo en marcha planes para que fabricantes y distribuidores lo suministren solo a transportistas eslovacos.

¿Nos puede afectar?
Los transportistas deberían seguir las recomendaciones de dichas asociaciones y tratar de asegurarse el suministro en relación con sus kilometrajes, dado que la falta del mismo impide el arranque de los motores. Por otro lado, la escasez ya está provocando una subida del precio, ya que en España la garrafa de 10 litros que venía costando 20 €, ahora ya se encuentra a 21 € en algunos distribuidores. Ahora bien, para el conductor particular no es recomendable acumular un exceso de AdBlue. Esto es debido a su degradación, que hace que caduque a los 18 meses en temperaturas inferiores a los 25 grados y en 12 meses a temperaturas superiores a los 30 grados.
Recomendaciones
ADAC está dando algunas recomendaciones útiles para aquellas personas que vayan a almacenar algo de AdBlue. Por ejemplo hay que tener en cuenta de que a temperaturas por debajo de 11,5 grados centígrados se congela, aunque una vez descongelado no pierde sus cualidades. Y, si se guarda en un lugar con temperaturas por encima de 30 grados, se recomienda que esté bien ventilado. Es importante protegerlo de la luz solar directa y descartarlo en caso de que se contamine con cualquier elemento, ya sea líquido o sólido, ya que puede provocar daños en el dispositivo de eliminación de emisiones.
Otra sabia recomendación procede de Fenadismer, que ha desaconsejado insistentemente la instalación fraudulenta de algunos emuladores que “engañan” a la centralita del vehículo para circular sin AdBlue. Una sabia recomendación, ya que este comportamiento puede acarrear una infracción con una multa que puede elevarse hasta los 20.000 euros conforme a la Ley de calidad del aire vigente.

¿Cómo se rellena?
Al igual que cualquier otro líquido del vehículo el relleno de su depósito es una operación muy sencilla. Los bidones que se adquieren en gasolineras y su contenido se vierte a través de una boquilla de carga situada al lado del boquerel del diésel. Es conveniente que el Adblue no caiga en la carrocería u otros elementos metálicos, ya que es corrosivo ante los metales. Si sucediera es importante secarlo cuanto antes.