A prueba: Mazda3 e-SKYACTIV X, un coche para quienes les gusta conducir


Que no nos engañen su elegancia o el refinamiento de su dinámica, se trata de un coche pensado para conducir y disfrutar haciéndolo
Los consumos moderados le confieren la etiqueta ECO de la DGT y aunque no es un modelo barato, vale lo que cuesta
El Mazda3 e-SKYACTIV X es uno de los coches con mayor personalidad propia del mercado. Primero por su tecnología mecánica que combina la micro hibridación con su sistema único en la marca japonesa de encendido controlado por compresión o chispa según sea la solicitud de potencia del conductor, que le ayuda a mantener los consumos y emisiones en unos niveles siempre muy razonables.
En segundo lugar, por un refinamiento total, no solo en su estética suave y muy poco angulosa, sino también en una conducción fina y sedosa que encantará a muchos conductores. Pero no le busques las cosquillas porque con sus 186 CV es capaz de ponerte los pelos como escarpias si le provocas.
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¿Cómo es?
Hemos probado la versión la versión con motor 2.0 litros de capacidad y cinco puertas (hay una versión en carrocería sedán con maletero y cuatro puertas) tecnología e-SKYACTIV X y 186 CV de potencia que cuenta con distintivo ambiental ECO de la DGT.

- Mide 4,46 metros de largo, siendo uno de los compactos de mayor longitud del mercado. Tiene 1,79 metros de ancho y es bajito, con solo 1,43 m de alto. Este último dato es importante porque le da un aspecto más deportivo y afilado, pero perjudica ligeramente la altura para los ocupantes de las plazas traseras que pueden tocar en el techo si superan los 1,80 metros de altura (yo, con 1,82, ya rozaba ligeramente con el pelo). La distancia entre ejes es de 2,72 metros y con 1.320 kilos es uno de los compactos más ligeros del mercado, lo que también le ayuda a contener las emisiones
- El maletero cuenta con 358 litros, una medida que no es de las mejores del segmento. Eso sí, sus formas regulares permiten aprovecharlo muy bien, pero su boca de carga, aunque hermosa de dimensiones, queda algo alta respecto al suelo. Tiene luz, pero no argollas y bajo su bandeja inferior encontramos un pequeño hueco para esconder algún objeto. Si reclinamos las banquetas traseras (en dos zonas 60-40) queda un maletero de piso bastante plano con 1.026 litros de capacidad.

- Su motor de 1.998 centímetros cúbicos no cuenta con turbo sino que tiene la micro hibridación y el sistema de encendido doble (chispa y compresión) al que antes aludíamos. Entrega 186 CV de potencia máxima a 66.000 revoluciones por minuto. Este dato es interesante como veremos en el apartado “Cómo va”. También es bueno conocer su par motor de 240 Nm, que no es poco.
- Alcanza 216 km/h de velocidad máxima y acelera de 0 a 100 km/h desde parado en 8,1 segundos. Su consumo combinado oficial es de 5,3 litros a los 100 km y sus emisiones son de 121 g/km. Su tracción es delantera y nuestra unidad de pruebas tenía cambio manual de seis marchas (también lo hay automático y con tracción total).
- Su sistema de infoentretenimiento cuenta con un sistema de proyección de datos en el parabrisas que nos gusta mucho porque evita que tengamos que desviar la mirada de la carretera. En cuanto a su pantalla del salpicadero no es táctil -olé por Mazda y su personalidad propia- sino que se controla con una combinación de botones y ruleta situados muy ergonómicamente en la consola entre los asientos.

Para mi gusto es un sistema mucho mejor, pues no nos hace falta fijar la vista y atinar con el o los dedos para manejarlo, sino que con leves toques de la mano derecha y gracias a unos menús muy sencillos y muy bien estructurados, realizamos cualquier tarea sin desatender la marcha del coche. Decir esto en este mundo cada vez más digitalizado puede parecer una herejía, pero para quien le gusta conducir seguro, la herejía son las pantallas digitales que te obligan a toquitear como si no hubiera mañana, perdiendo toda la concentración sobre la conducción (o a atinar con lo que le solicitas al coche si es que tiene control por voz).
Cuenta de serie con Android Auto y Apple Carplay y por supuesto con una excelente pantalla de ayuda al aparcamiento trasero, además de una gran arsenal de ayudas a la conducción, como uno de los mejores sistemas de mantenimiento de carril del mercado, con avisos no intrusivos, pero sí muy claros y que alertan sin asustar.
¿Cómo va?
No hemos hablado hasta ahora de una elegancia estética de primer nivel. Con líneas casi carentes de ángulos, el coche parece esculpido en una sola pieza a excepción de un frontal muy bello y agresivo con unos faros muy afilados, un pilar C (la chapa que está por encima de las ruedas traseras hasta el techo) muy amplio y musculoso que le da un similitud con los coches deportivos y una zaga muy contundente con un doble escape definitorio del tipo de conducción que es capaz de hacer.

La elegancia se prolonga en su interior con un habitáculo muy refinado, de materiales y acabados excelentes y un minimalismo muy sofisticado. La ergonomía es exquisita para el conductor; apenas hay que realizar esfuerzo alguno para manejar todos los controles de la máquina.
La conducción no es nunca radical ni agresiva. Todo lo contrario, se identifica por ser muy sedosa y progresiva, lo que la hace en extremo agradable. Su dirección es comunicativa y muy directa -para mi gusto una de las mejores del mercado- en combinación con un volante muy adecuado y un cambio manual que es igualmente delicioso, con marchas muy cortas, muy exacto y rápido. También su frenada es potente y exacta.
Toda esta precisión se aúna con la prolongada entrega de potencia del motor. Esta es muy gradual, pero existe y si se nos “calienta” el pie derecho, lo mejor es trabajar un poquito con el cambio de marchas y llevarlo por encima de las 4.000 revoluciones. A partir de ahí hasta las 6.000 rpm podremos conseguir muchas sensaciones. Antes, en el tramo bajo del cuentarrevoluciones, la sensación es de suavidad, de redondez, pero no tanto de "repris". En cualquier caso, las sensaciones con este Mazda3 nunca son impulsivas ni difíciles de controlar, ni la marca lo pretende. La intención de Mazda es buscar el refinamiento para elevar su caché hasta el de los coches premium (en muchos parámetros lo consigue como en la conducción, estética, materiales, acabados, comodidad...) pero no una deportividad extrema.
Su ligereza y tecnología logran que sus consumos nunca sean excesivos. En mi tramo de prueba, en circuito mixto, una persona y sin más peso, los consumo se quedaron en 5,8 l/100 km. Una cifra buena, aunque como siempre superior a los consumos homologados mucho más de “laboratorio”.
¿Interesa?
Me gustaría recalcar que hemos estado hablando del Mazda3 cinco puertas 2.0 e-SKYACTIV X DE 186 CV en acabado Zenith Safety Black. Con esto quiero decir que es uno de los más altos de la gama del Mazda3 y que vale 33.645 euros PVP sin ayudas ni descuentos de ningún tipo, lo que habrá que concretar en el concesionario. También hay que tener en cuenta que su gama comienza en los 25.145 euros, con lo que tenemos muchas posibilidades para elegir por debajo
También hay que resaltar que no es un coche para aquellos que busquen cinco amplias plazas, ni mucho espacio atrás, ni un gran maletero para acarrear bultos. Sus proporciones son correctas y razonables para el segmento, pero este coche no destaca en esos apartados.
En cambio, a quien quiera disfrutar de la conducción en cada momento, a aquellas personas que disfruten con una estética bella, equilibrada y sin estridencias, a quienes se regodean con la eficacia y la precisión, aquellos a quienes no les importan las modas digitales, ni las últimas tendencias en conectividad, sino en una conducción exacta, este coche les encantará. Es más, avisamos que es un coche cuyo disfrute enamora profundamente y es muy posible que después de disfrutarlo cueste mucho cambiar de marca.

Entonces ¿cuesta lo que vale?, a mi juicio la respuesta es un claro sí, pero evidentemente las necesidades, gustos y posibilidades de cada uno son terreno propio y personal. Yo al menos les sugeriría encarecidamente que lo probasen porque lo que está claro es que no es un coche más.