A prueba: Seat Ateca 2020 TSI 190 CV, el 'todocamino delicatessen' para aquellos a los que les gusta conducir

Su chasis excelentemente afinado le dota de la que quizá sea la mejor dinámica del segmento de los 'todocamino' compactos
Se recomienda para aquellos conductores que no quieren renunciar a las sensaciones, tampoco en un 'todocamino' generalista
El Seat Ateca 2016, el primer coche de la marca con aspecto de todoterreno, ya era quizá el todocamino del mercado con la conducción más dinámica, ágil y similar a la de un buen turismo compacto. Y en el rediseño que Seat hizo a finales del año pasado mejoró algunos aspectos estéticos y de conectividad que simplemente han hecho de lo bueno, algo aún mejor.
Pero esta semana teníamos ganas de sacar los pies un poco del tiesto e ir a un coche que, sin dejar de ser razonable, aporta una potencia y unas características -es el más alto de gama de los Ateca- que no serán necesarias para la mayoría de lectores pero que, para quien se la pueda permitir, denotará dos cosas. La primera es que su comprador será una de aquellas personas a las que de verdad les gusta conducir y no sólo trasladarse. Y la segunda es que no será el típico conductor de ciudad, sino una persona amante de los viajes que podrá sacar partido de las delicatessen del modelo y versión que hoy probamos, tanto en ciudad como en firmes rotos y caminos transitables.
Cómo va
Por este enfoque más dinámico del modelo, hoy vamos a alterar nuestro normal orden de las pruebas y vamos a pasar directamente a las sensaciones de conducción para después contarles el cómo es habitual.
Y lo primero que hay que decir es que el comportamiento dinámico de este coche no ha variado con respecto al Ateca 2016. Y eso es una estupenda noticia, ya que no muchos todocaminos tienen este tacto sólido sin ser rígido, flexible a la hora de afrontar circunstancias variadas, sin carecer de personalidad propia y tan divertido cuando se le exige dinamismo en carreteras reviradas o en largos traslados por autopista a rangos altos de velocidad.
Su chasis es de los mejor afinados del segmento. Es verdad que nuestra versión cuenta con una de las primeras delicadezas que vamos a destacar, que es nada menos que el chasis activo 4Drive que nos aporta tres modos de conducción el ECO, el normal para el día a día, y el Sport, para cuando nos ponemos juguetones. Se manejan desde un control por ruleta en la consola central por detrás de la palanca de cambios, lo que es cómodo y rápido. El modo Sport es una delicia en carreteras reviradas. Le da al coche el último toque de picante que el chasis, el acelerador y la respuesta en general necesitan para hacer que cada curva se dibuje con tiralíneas en un ejercicio de eficacia que, repetimos, es difícil encontrar en un coche tan grande, pesado y elevado.

Desde luego, la potencia de sus 190 caballos le acompaña en todo momento. Adelantar en cualquier circunstancia parece un juego de niños. Y en cualquier circunstancia de conducción casi da igual que nos confiemos al cambio de 7 marchas de doble embrague DSG tan reconocido del Grupo Volkswagen, o que optemos por usar las levas detrás del volante para exprimir la última gota del disfrute a su volante: la firmeza del coche y la sólida trazada que la dirección y chasis nos dibujan siempre una sonrisa, ofreciendo una seguridad que enamora.
Los frenos son adecuados y responden muy correctamente (aunque en el eje trasero los discos no estén ventilados) y los acabados le otorgan una buena calidad percibida. El sistema de infoentretenimiento es de uso sencillo e intuitivo y el maletero es espacioso, al igual que ambas filas para pasajeros. El asiento quizá se me hizo blando, lo que gusta en la primera impresión pero con los kilómetros pasa a cansar ligeramente.
Finalmente decir que en cuanto a consumos superó, pero no exceso, las cifras oficiales de consumos WLT (entre 7,9 y 8,7 l/100 km en ciclo mixto). Nosotros hicimos una media de 9,3 litros en un recorrido de 200 km muy variado con autopista, población y carreteras de montaña. No se trata de un consumo bajo, pero sí bastante honesto con las cifras que anuncia, sobre todo por lo coherente con el modo de conducción, el recorrido efectuado y las características del motor y del modelo.

Cómo es
Ahora sí vamos a describir sus características para que lo conozcan aquellos a los que hayamos despertado el gusanillo. El nombre y apellidos exactos del modelo es Seat Ateca 2020 2.0 TSI 190 CV DSG 4WD FR. Es decir, que su motor a gasolina tiene 1.984 centímetros cúbicos de capacidad y 190 caballos de potencia (con un par máximo de 320 Nm), que su cambio es de doble embrague DSG, que cuenta con tracción integral a las cuatro ruedas y que su acabado es el más deportivo y asfáltico llamado FR.
- Mide 4,38 metros de largo, 1,84 m. de ancho y 1,61 metros de alto. Su distancia entre ejes es de 2,63 metros y su maletero tiene unos muy aprovechables 485 litros (son 510 l. en las versiones sin tracción total). Se trata de unas medidas clásicas para un todocamino compacto, que ofrecen comodidad más que suficiente para cuatro personas, incluso de talla grande (el asiento central trasero es, como en la inmensa mayoría de modelos, para cortos traslados). La apertura de puertas es bastante buena también.
- Este es un modelo con tracción total y carrocería símil todoterreno. Su altura libre al suelo es de 18,9 centímetros -lo que está bastante bien sin ser de las más elevadas- y sus ángulos de ataque, salida y ventral aportan 20,6; 25,5 y 14 grados respectivamente. Eso nos dice que no está pensado para hacer todoterreno, pero sí que nos podremos permitir licencias camperas, teniendo cuidado sobre todo en cuanto a los bajos, que no están protegidos.
- En cuanto a prestaciones su velocidad máxima es de 212 km/h. y la aceleración de 0-100 km/h, de 7,9 segundos. Cumple con la normativa de emisiones Euro 6d, pero se queda con la etiqueta C de la DGT, algo que puede afectar a los más urbanitas.
- Una de sus grandes mejoras está en las ayudas a la conducción, como su control de crucero adaptativo y el de mantenimiento de carril, ambos muy afinados, su asistente de voz que se activa diciendo “Hola, Hola”, su conectividad a Android Auto y Apple CarPlay, el sistema Mirror Link para conectar el teléfono, los servicios de Seat Connect gratuitos durante los 10 primero años, la conexión remota de ciertas funciones mediante una aplicación, y muchas otras ventajas.

¿Interesa?
Para empezar una alegría, y es que el nuevo Seat Ateca no ha subido sus precios en esta actualización de 2020 con respecto a los de la primera generación. En esta, la versión más alta de toda la gama y la de mayor equipamiento con el motor más potente, su precio de tarifa se acerca a los 41.000 euros. No es barato, pero eso sí, luego es posible financiarlo y conseguir alguna rebaja en concesionario.
El coche es una maravilla para el conductor que prefiere un todocamino -por espacio o cualquier otro motivo- pero que no quiere renunciar a las buenas sensaciones de conducción. Ya hemos hecho las loas necesarias y no nos vamos a repetir. Por lo demás es difícil ponerle “peros”, porque el asunto de los consumos es menos acusado que en otros modelos cien por cien térmicos como este. ¿Hubiera sido deseable que hubiera incorporado una hibridación ligera? Pues realmente no estamos seguros. Quizá le hubiera ayudado a ajustar algo los consumos pero también es posible que hubiera mermado su principal característica, su excelente dinámica, situándolo al mismo nivel que otros todocamino compactos del segmento. A nosotros nos gusta exactamente tal y como está porque preferimos la diversidad de opciones y la libertad de elegirlas.