A prueba: Suzuki S-Cross, un híbrido amplio y con tracción total que gusta de viajes y aventuras


Con tracción total, control de reparto electrónico de par, programas de conducción y 17,5 cm de altura libre, tiene rasgos aventureros
Además es híbrido, aporta la etiqueta Eco, una conducción sencilla y un amplio espacio en su interior para complacer a la familia
No es muy habitual que los todocamino del segmento compacto puedan disponer ni siquiera en opción de la tracción 4x4. Tampoco todos son híbridos y aportan la etiqueta Eco de la DGT. Pero este renovado Suzuki S-Cross puede aportar todo eso e incluso más. Sin embargo, esto no ha sido siempre así. Su diseño quizá excesivamente sobrio y el carecer de tecnologías híbridas perjudicaban a un modelo que debía enfrentarse a los modelos familiares más “redondos” del panorama automovilístico internacional. Por eso Suzuki ha efectuado una renovación a fondo de su modelo de 2017, aplicando no sólo un baño de modernidad a su diseño, sino también una tecnología que le pusiera al día en términos de practicidad urbana y sostenibilidad. Para comprobar hasta dónde ha llegado ese cambio, nos hemos subido al S-Cross S3, la versión más completa de su gama.

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Cómo es
Hoy hablamos del Suzuki S-Cross 1.4T Mild Hybrid 4x4 Automático S3. En él varía su estética, más moderna y actualizada, con un diseño mucho más elegante y atractivo. Pero quizá su cambio principal sea el tecnológico al aplicar ese sistema de hibridación ligera de 48 voltios que le permite atesorar la pegatina Eco de la DGT, que dará acceso a las áreas restringidas de las ciudades.
- Mide 4,3 metros de largo por 1,78 m de ancho y 1,58 de alto, con una distancia entre ejes de 2,60 metros. De entrada esto nos indica que está a caballo de las medidas clásicas de los todocamino de los segmentos B o urbanos y C o compactos de los todocamino. ¿Tendrá entonces suficiente espacio para la familia?. La respuesta es un contundente sí, pues con el asiento del conductor situado para mis necesidades (mido 1,82 m.) en las filas traseras aún había un espacio abundante para las rodillas de los acompañantes.
- Su altura total algo inferior a la media, nos hacía “temer” por el espacio para la cabeza. Y efectivamente, nuestro peinado puede peligrar en las filas traseras, pero no para personas de mi estatura o incluso de hasta 1,85 metros. Si necesitáramos algo más de espacio hasta el techo habría que contemplar la posibilidad de no montar el techo solar o bien bajar un escalón en equipamiento hasta el S-Cross S2, (la versión inmediatamente inferior), para ganar el 1,5 cm de más que se pierde debido al techo panorámico de cristal que es de serie en el S3.

- El maletero tiene una capacidad de 430 litros, en la media razonable de su segmento. Tiene un portón muy grande por lo que cargarlo es muy fácil. Su bandeja inferior tiene dos posiciones y debajo aún incluye otro hueco para el kit reparapinchazos. Se amplía algo situando los asientos traseros en una posición más vertical (que resulta algo incómoda para los pasajeros). Si los reclinamos totalmente acoge hasta 1.230 litros.
- Cuenta con un motor a gasolina turbo de cuatro cilindros y 1.4 litros de capacidad que entrega 129 caballos de potencia y 235 Nm de par de empuje. Se acompaña de un pequeño motor eléctrico de 14 CV y 53 Nm que trabaja principalmente como motor de arranque y aporta esfuerzo en fuertes aceleraciones para redondear y aportar potencia en bajas revoluciones. Este segundo motor necesita de una pequeña batería “propia” de 0,38 kWh que no puede mover el vehículo en modo 100% eléctrico.
- Sus prestaciones son 195 km/h de velocidad máxima y aceleración 0-100 km/h en 10,2 segundos. En cuanto a su consumo oficial WLTP combinado es de 6,1 litros a los 100 km.

- Monta tracción total con control electrónico All Grip -que bloquea el reparto de par entre los ejes- y tres programas de conducción: Normal, Snow y Sport. El primero es el más eficiente, el Snow es el indicado para terrenos deslizantes y el Sport, el más prestacional. El S-Cross cuenta con una altura libre al suelo de 17,5 centímetros, es decir, no indicada para hacer todoterreno, pero sí que posibilita recorrer caminos que no estén en muy mal estado. La caja de cambios del modelo probado era automática de seis relaciones por convertidor de par con levas tras el volante. Cuenta con control de descenso en pendientes.
- En cuanto a asistentes a la conducción llega equipado con prácticamente todo lo posible como sistema de prevención de colisiones con reconocimiento de peatones y vehículos, alerta de mantenimiento y de cambio involuntario de carril, sistema de reconocimiento de señales, sistema de vigilancia del ángulo muerto con aviso en los retrovisores exteriores o control de velocidad adaptativo. Tiene conectividad mediante Apple CarPlay y Android Auto, pero no cuenta con cargador inalámbrico.

Cómo va
El Suzuki S-Cross es un todocamino eminentemente familiar. Su nuevo diseño es mucho más atractivo, elegante y moderno que el de la versión anterior. Con materiales sencillos en el interior, sin embargo destaca por la sensación de calidad que dan sus buenos ajustes.
Su espacio trasero le convierte en un coche muy cómodo para cuatro personas y en el que cinco no irán tan mal como en otro modelos debido a un túnel de transmisión poco intrusivo y buen espacio para las piernas, aunque lógicamente el respaldo duro (incluye reposabrazos), no sea lo más confortable. Todas sus puertas tienen un gran ángulo de apertura con un marco alto lo que facilita mucho la acción de sentarse. Su maletero es práctico.
El conductor tiene suficiente información gracias a la nueva pantalla de infoentretenimiento de 7 (S1) o 9 pulgadas (S2 y S3). Esta pantalla central está en una posición elevada muy en la línea visual de la carretera y su manejo es bastante sencillo. La instrumentación detrás del volante aporta dos relojes analógicos para el cuentakilómetros y las revoluciones y una pantalla TFT bastante amplia con mucha información.

En cuanto a las sensaciones de conducción, nos ratificamos en que es más un coche familiar que para tratar de obtener veleidades deportivas. Se conduce muy bien y es muy noble de reacciones por ejemplo porque su dirección realiza las órdenes con un ligero margen, no es brusca ni excesivamente rápida. También sus suspensiones son cómodas sin transmitir sequedad al interior en los baches, algo que se agradece en las pistas, por ejemplo. En ciudad su contenido tamaño nos ayudará a gestionar los espacios reducidos y sus ayudas -sobre todo la cámara con visión 360º alrededor del coche que incluye el S3- a hacer lo propio con la mayoría de los problemas de la carretera y la urbe. El motor eléctrico le cubre las espaldas al gasolina en los momentos en que las revoluciones no son su fuerte y en conjunto con el cambio logran que todo el movimiento fluya con suavidad, sin tirones y con la suficiente potencia.
Y sobre los consumos, Suzuki aporta una cifra oficial de 6,1 l/100 km. Es una cifra buena para un coche de su tamaño, a pesar de que sea un modelo ligero que pesa solo 1.385 kg. Nosotros constatamos dos cosas. La primera que siendo muy fino en la conducción no es muy difícil rebajar esa media, pero que también es fácil superarla en un manejo normal en el día a día ,elevándola hasta al menos los 7 l/100 km, lo que aún así no nos parece demasiado.
¿Interesa?
El S-Cross S3 tiene un PVP en el configurador de la marca de 32.849 €, aunque es el precio recomendado por el fabricante y seguro que es algo “estimable”. Pero es el precio para la versión más completa, es decir, la que cuenta con la tracción 4x4 y la caja de cambios automática, además de la de mayor equipamiento. En realidad, sus precios parten de 24.965 € en la versión más asequible (S1) con cambio manual y tracción delantera. Dados los precios actuales, pensamos que tiene un precio equilibrado para lo que ofrece.
Se trata pues de un modelo multiusos para la familia que nos permitirá cubrir un amplio espectro de situaciones. Por supuesto, conducción agradable y cómoda en vías rápidas y ciudad y sin miedo en terrenos complicados de dificultad media-baja. Bien equipado y con muchas ayudas a la conducción. Podemos apostar por él como un buen compañero de aventuras, gracias a sus aptitudes y versatilidad. Y eso merece un aplauso.