A prueba: Golf 8 150 CV híbrido ligero, ¿es pecado seguir siendo de los mejores?


Con una línea exterior continuista, este Golf aporta como principal virtud unos consumos de los mejores del segmento
La alta nota que saca en un gran número de características le sigue colocando en el podio de los turismos compactos
Reconocible y sin sobresaltos, estamos ya en la octava generación del Golf, el modelo que siempre se ha clasificado como el rey de los compactos. Y esta nueva iteración es, además, una de las más continuistas en cuanto a estilo general, diseño e incluso sensaciones de conducción. La limitación en los cambios, impuesta desde el sentido común, dado sus éxitos anteriores, es en cambio criticada por algunos que encuentran un cierto inconveniente en su ausencia de sorpresas.
Pero lo cierto es que, dentro de ese continuismo se incluye seguir siendo uno de los mejores compactos de su segmento. Por tanto, la pregunta sería si es negativo mantener vivas todas sus virtudes para seguir a la cabeza del segmento.
Cómo es
Volkswagen Golf Life 1.5 eTSI de 150 caballos de potencia, con cambio automático DSG de siete velocidades, son los nombres y apellidos del modelo que hemos probado. Veamos sus características:
- Con 4,28 metros de largo, 1,78 m. de ancho y 1,45 metros de altura, no es el modelo de mayor tamaño del segmento. Y aunque cuatro adultos de 1,85 m. de estatura viajarán en él muy a gusto, esas contenidas dimensiones se hacen notar en la capacidad de su maletero que se queda en 380 litros, pasando a los 1.237 con una única fila de asientos habilitada para pasajeros. Pesa 1.366 kilos, lo que no es poco. Sus frenos son de disco, ventilados en las ruedas delanteras.

- El motor, con una cilindrada de 1.498 c.c. y 150 caballos, transmite la potencia a través del eje delantero. Aporta un par máximo de 250 Nm y va asociado a un clásico de la casa, el cambio automático de doble embrague DSG de siete velocidades, que es muy sedoso y que cuenta con levas tras el volante. Con ello alcanza los 224 km/h de velocidad máxima y acelera de 0-100 km/h en 8,5 segundos, una reacción normal en el segmento.
- Su consumo oficial en ciclo WLTP son 5,6 l/100 km. Emite 127 g/km de CO2 y gracias a su sistema de hibridación ligera de 48 voltios cuenta con la etiqueta ECO de la DGT.
Cómo va
Desde fuera este nuevo Golf es discreto y posiblemente de los más elegantes de la saga. Un diseño atemporal que le permitirá mantenerse actual mucho tiempo sin que el paso de los años haga mella en su imagen. Pero, a cambio, te recibe con sorpresa. Unas luces de cortesía que se proyectan hacia el suelo dibujan en el mismo una pelota de... golf, claro. Empezamos con sonrisa.
Donde más cambia es en el interior, donde encontramos un habitáculo totalmente renovado, sobre todo la zona del conductor. Es igualmente mesurado, aparentemente sencillo y marcado por las líneas muy horizontales de su salpicadero. Salvo la instrumentación, que ofrece una información clara en sus 10,25 pulgadas, bien estructurada y en la que es fácil encontrar el dato que buscamos, nada destaca para no distraer al conductor de lo importante, la carretera.

Esto, sin embargo, contrasta con su sistema de infoentretenimiento. Aquí no es tan sencillo aclararse. Varias pantallas, entre las que hay que navegar con órdenes táctiles en las que hay que atinar, un sistema de climatización con unos botones pequeños... no es tan intuitivo como nos hubiera gustado y desde luego no es de manejo sencillo mientras se conduce.
Todo es cuestión de costumbre, desde luego, pero de inicio no es tan amable como la instrumentación. Eso sí, es muy sencillo y compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Al menos cuenta con dos pequeños cuadros de mando en los que se agrupan, por un lado, los mandos de la iluminación a la izquierda y a la misma altura de la instrumentación y, por otro, a algunas funciones principales del sistema de infoentretenimiento bajo la pantalla central.
El asiento convence bastante. Sujeta bien, no cansa en absoluto y es realmente muy cómodo. En cuanto a huecos para dejar objetos está bien surtido y los ofrece en los lugares más adecuados para tenerlo todo a mano.
Arrancamos y su motor de 150 CV no nos decepciona en absoluto. Se siente muy “lleno” a bajas revoluciones y ofrece mucha potencia enseguida si lo exigimos. Además, puede ser una percepción personal, pero aún a velocidad normal en conducción tranquila te hace sentir que cuentas con una reserva importante de potencia.
Su conducción relajada es muy confortable, tanto para el conductor como para los pasajeros, con un chasis muy bien afinado. Esto último se nota más cuando alegramos la marcha y percibimos su gran equilibrio entre la absorción de obstáculos y la capacidad de ofrecer un paso por curva que, sin resultar firme en exceso, sí denota una gran seguridad y permite ponerse juguetón en carreteras revoltosas. Quizá su cambio ayude menos en este último escenario, alargando las marchas algo más de lo que nos gustaría. Esto, que resulta muy bueno para los consumos, le hace algo menos ágil lógicamente cuando la rapidez se impone. Sin embargo, el tacto de su dirección es una gozada por la exactitud con la que responde a las órdenes del conductor. Por supuesto, autopistas y autovías son un juego de niños para él, haciendo que los kilómetros pasen sin sentir.

La conectividad y ayudas a la conducción son exhaustivas en esta versión. Un ejemplo es su sistema de navegación predictiva, que te sugiere que dejes de acelerar cuando llegas a una rotonda o se va a reducir la velocidad del tramo al que llegas.
Y en cuanto a consumos, en un recorrido mixto de prueba (no lineal) de unos 160 km, obtuvimos 6.3 litros a los 100 km., una cifra destacada en su segmento y entre sus rivales, máxime cuando en el recorrido no hicimos ninguna concesión al modo Eco. En otros trayectos cortos sus datos fueron también muy positivos, corroborando que los consumos son uno de los puntos fuertes de la nueva generación del icono por excelencia entre los compactos y que el sistema de hibridación ligera le ha sentado muy bien a su conjunto.
¿Interesa?
El precio de esta versión exacta del Golf sin ningún tipo de equipamiento adicional, descuento ni promoción es de 33.975 €, según Volkswagen, un precio que echará para atrás a algunos. Hay malpensados que opinan que ese precio está sobreelevado para que el comprador se plantee dar el salto al eléctrico al comprobar que el eléctrico ID.3 tiene un precio de tarifa inferior -32.240 € la versión más básica sin equipamiento añadido-, lo que incrementaría la compra de unidades eléctricas que, a su vez, ayudarían a la marca a evitar multas por parte de la Unión Europea.
Otros lo achacan al sobrecoste del sistema híbrido, quedando la duda de si éste es proporcional al precio del modelo. Aquí puntualizaremos que hay versiones más asequibles con motores menos potentes en gasolina y diésel y con cambio manual (desde 25.705 € precio de tarifa sin descuentos, ni promociones), al igual que las hay más costosas, por ejemplo las híbridas enchufables.

Lo cierto es que este Golf ofrece mucha calidad. Calidad de rodadura, calidad de ajustes y materiales, de confort en el habitáculo, calidad de diseño y de acabados, de servicio posventa y calidad de estatus. Es cierto que hay rivales que le acechan y amenazan, algunos incluso en dinámica de conducción, como el Ford Focus que aquí les presentamos no hace mucho. Pero eso no deja de ser una valoración que cada comprador habrá de hacer según el carácter que pretenda para su vehículo.
Este Golf es elegante, práctico, cómodo, con garra cuando se le pide y agradable de conducir, además de poco gastón. Es difícil pedir más, teniendo en cuenta que nos hemos ido a uno de los modelos altos de gama de esta generación del icono de los turismos compactos.
Para nosotros no cabe duda: continuista, sí; sobresaliente, también.