Se trata de áreas de servicio con precios por debajo de la media
El combustible de estas estaciones lleva menos aditivos y sus instalaciones son más sencillas, lo que rebaja los precios
De las más de 10.000 gasolineras que hay en España, solo 1 de cada 6 se puede considerar barata
Con la gasolina alcanzado precios récord en las últimas semanas, llenar el depósito del coche se ha vuelto un quebradero de cabeza para la mayoría de los españoles. Una solución es recurrir a las denominadas gasolineras low cost. Se trata de áreas de servicio con precios por debajo de la media. Lo que, a fin de mes, puede suponer un ahorro de bastantes euros en carburante.
Según un estudio llevado a cabo por la OCU en verano del año pasado, la diferencia de precios entre las gasolineras más caras y las low cost podía llegar al 17% en la gasolina de 95 octanos y hasta un 21% en el diésel. El ahorro anual de un depósito estándar puede rondar los 250 euros. Eso sí, de las más de 11.600 gasolineras que hay en España, solo 1 de cada 6 se puede considerar barata.
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La duda principal que surge a muchos es sí este precio más bajo del combustible se debe a la calidad del mismo. Sin embargo, toda la gasolina vendida en España cumple con unos estándares de calidad mínimos, establecidos por leyes europeas y nacionales. Asimismo, la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), realiza controles periódicos de los surtidores y el combustible de todas las gasolineras.
En España, son nueve refinerías las que se encargan de producir el combustible que llega a las gasolineras. La Compañía Logística de Hidrocarburos (renombrada Exolum) se encarga luego de su almacenamiento.

¿Por qué son más baratas?
La diferencia está en las distribuidoras (las dueñas de las gasolineras), que son las que añaden los aditivos. Estos mejoran el rendimiento y la eficiencia del carburante. Al vehículo no le afecta en nada en el día a día pero el motor se beneficia con carburantes así a largo plazo. Lo que se puede traducir en un aumento de la autonomía por depósito y en una reducción del consumo. Pero con un mantenimiento adecuado, un combustible barato no causa averías ni mucho menos.
Otro apartado en el que las gasolineras low cost ahorran costes es reduciendo el personal al mínimo u optando por instalaciones de autoservicio. Las propias gasolineras suelen ser sencillas: menos surtidores, no hay tienda... Asimismo, suelen ubicarse ubicadas lejos de centros urbanos. En muchos casos forman parte de cadenas de supermercados o grandes superficies que emplean esta gasolina y diésel baratos como reclamo.