Qué tienes que saber antes de comprar un coche de segunda mano


En España se venden más coches usados que nuevos
En el mercado de segunda mano se pueden encontrar buenos vehículos a precios competitivos
Antes de proceder a la compra de un coche de segunda mano es indispensable hacer una serie de comprobaciones
En España lo más habitual es comprar coches de segunda mano. Según datos de Ideauto para la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, en 2019 por cada vehículo nuevo se vendieron 1,7 de segunda mano. Esto no es de extrañar, ya que se pueden encontrar vehículos con buenas prestaciones a precios muy competitivos.
Si estás pensado en comprar un coche usado y ya has localizado un vehículo de tu interés tras una búsqueda activa, antes de dar el paso definitivo es recomendable que sigas las siguientes recomendaciones para evitar estafas y posteriores decepciones.
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Comprueba el exterior
Una vez visitamos el vehículo, es importante tomarse el tiempo necesario para examinarlo en profundidad.
En primer lugar, podemos observar la parte externa del coche y fijarnos, sobre todo, en el estado de la carrocería para detectar si hay golpes o rayaduras.
También deben revisarse las puertas, el maletero y las ventanas y retrovisores. A simple vista también puedes agacharte y observar los bajos del coche para ver si hay óxido (lo que indicaría corrosión) y comprobar si los componentes mecánicos están en buen estado.
Analiza el interior
Si en el examen del exterior todo parece correcto, podemos proceder a examinar el interior del vehículo.
Podemos probar los asientos para ver si son cómodos, comprobar todos los botones para ver que funcionan y analizar el estado de todos los elementos que componen el interior: el volante, los asientos, las alfombrillas, el control de cambio, entre otros.
Otras cuestiones que deben comprobarse y que son de suma importancia son las luces, tanto interiores como exteriores, el aire acondicionado y la tecnología de la que disponga el vehículo como el sistema de navegación, los sensores de aparcamiento o el equipo de música.
Desde el interior del vehículo también podremos comprobar el kilometraje del vehículo y ver si concuerda con el anunciado.
Verifica la mecánica
Aunque no seamos mecánicos, hay cosas que podemos revisar fácilmente por nuestra cuenta antes de proceder a la compra del vehículo como por ejemplo:
- La suspensión: para comprobar la suspensión lo podremos hacer desde el exterior del vehículo empujando hacia abajo en cada esquina del coche. Si rebota más de una vez, escuchamos ruidos o existen pérdidas de líquido pueden ser indicios de un mal estado de la suspensión.
- Los neumáticos: para revisar los neumáticos debemos comprobar que los cuatro sean iguales, tengan un desgaste uniforme y una rodadura con un mínimo de profundidad de 1,6 mm. Además, también debemos vigilar que no estén excesivamente desgastados por los laterales o poco hinchados. Asimismo, debemos comprobar el estado de la rueda de repuesto y de las herramientas para cambiarla.
- El tubo de escape: si encontramos manchas negras o grasa en el tubo de escape son una mala señal.
- Los frenos: desde el interior del vehículo debemos comprobar el tacto del pedal, la eficacia de la frenada y también el estado de discos y pastillas.
- El motor: aunque no sepamos mucho de motores, no está de más revisar los niveles de aceite, líquido anticongelante y líquido limpiacristales.
Prueba el vehículo
Para salir de dudas y tomar una decisión, es indispensable probar el vehículo antes de comprarlo. En el caso de que el vendedor no nos dejara probar el coche, no sería una buena señal.
Conducir el coche antes de comprarlo nos permitirá comprobar el nivel de confort, los frenos, el funcionamiento de los pedales o fluidez del volante y también ver cómo funciona el motor y la parte eléctrica.
Revisa la documentación
Si todo está en orden en cuanto al estado del vehículo, tan solo nos quedará un último paso antes de formalizar la compra-venta: revisar la documentación. Es especialmente importante echar una ojeada al libro de mantenimiento del vehículo y al informe de tráfico.
El primer documento nos dará información acerca de si se han seguido las revisiones en los periodos marcados por el fabricante y el kilometraje. Por otro lado, el informe de tráfico nos indicará si el anterior dueño tiene los pagos de circulación al día, si hay posibles multas sin pagar y si la ITV se ha realizado cuando toca.